jueves, 1 de agosto de 2024

Releyendo un poemario de Bukowski y partiéndome la caja de risa

 22:55 del 30/7/2024.

   Hace un mes me compré el último poemario de Bukowski.

   Hace un par de años la Colección Visor de Poesía publica un nuevo poemario inédito de Bukowski en España cada año, aunque puede llevar perfectamente 40 años publicado en inglés.

   Es el caso citado aquí ahora.

   Desde que leí Peleando a la contra el 23 de abril de 2002 estoy enamorado de la pluma bukowskiana. 

   Una vez me dijo una ex compañera de clase que Bukowski no admite medias tintas: o lo amas o lo odias.

   Bukowski es mi salvavidas cuando estoy mal, pero mal de cojones.

   Hoy estoy genial pero he pasado varios días mal, pero mal de cojones.

   Acabo de ducharme en el patio de mi casa que es particular y se ha mojado como los demás pero no por la lluvia sino por la manguera a presión. 

   En pocos días me voy a la mierda, como si me hubiera conocido Fernán Gómez y le cayera como el culo.

   Por eso estoy feliz en este momento: con una ducha encima, Heno de Pravia y Gotas Frescas para beber y un puñado de poemas de Bukowski que leer, el resto del mundo me sobra.

   Acostado en la cama, antes de sumergirme en los mundos de Morfeo, he leído el poema mi ambición tan poco ambiciosa donde Bukowski habla del hijoputa de su padre y sus estúpidos dichos y el asco que mutuamente se profesaban.

   Todavía estoy partiéndome la caja de risa.

   Pasarán más de mil años, muchos más y estoy seguro de que ningún poeta del mundo ni el universo entero superará jamás a Bukowski.

   Mi vida cuando leo un poemario de Bukowski cual atracón lírico sin parangón es como Usyk dándole de hostias a Fury en este 24 hasta dejarlo tonto. 

   Me cago en todas las modas identitarias revisionistas actuales.

   Mi vida cuando leo un poemario de Bukowski cual atracón lírico sin parangón es como Holyfield dándole de hostias a Tyson en el 96 hasta dejarlo tonto.

   Me cago en todos los críticos literarios y me limpio el culo con sus opiniones.

   Mi vida cuando leo un poemario de Bukowski cual atracón lírico sin parangón es como Ali dándole de hostias a Foreman en el 74 hasta dejarlo tonto.

   Odio profunda y visceralmente la poesía, excepto la de Bukowski.

   Jamás leo poesía, excepto la de Bukowski.

   Y tras escribir unas cuantas gilipolleces me voy a dormir. 

   Mañana será otro día.

   Buenas noches y que os den a todos y a todas y a todes (y a tod@s y a todxs).

No hay comentarios:

Publicar un comentario