Para J. Antonio y sus hijos
Gracias por preguntar si tenía algo literario pensado para Halloween, pues me motivaste a buscar y ya se sabe: el que busca...
Ya se acerca, ya se escuchan los rumores, ya se nota en el ambiente; los cuchillos chirrían mientras son afilados, las máscaras y los disfraces están inquietos por volver a ponerse seres humanos, las calabazas son talladas con faces que auguran la llegada inequívoca de una transformación, los dulces son protagonistas, las leyendas urbanas reviven, el terror celebra su aniversario, el velo entre los vivos y los muertos se vuelve permeable, o como diría el historiador, crítico de cine y escritor estadounidense especializado en el género del terror David John Skal (1952-2024): "la muerte sale de fiesta".
Halloween, el querido Halloween en Estados Unidos, donde se inventó esta festividad tal y como la conocemos en la actualidad, durante el siglo XX, siendo la segunda festividad anual más celebrada y popular a nivel social, después de Navidad, extendida ya al resto del mundo; única con un arraigo pagano precristiano superviviente, combinación híbrida ecléctica entre la festividad gaélica celta Samhain (castellanizada como Samaín y pronunciada "Sauin") y la cristiana posterior del Día de Todos los Santos.
En Samaín (que empezaba la tarde del 31 de octubre y se extendía hasta el 1 de noviembre, verdadero sustrato principal de Halloween) se celebraba el final de las cosechas y el punto intermedio entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno, encendiendo enormes hogueras y reproduciendo toda una serie de creencias folclóricas relacionadas con la adivinación, las hadas y los duendes (de donde deriva la costumbre del "mumming" y el "guising", es decir, la popular costumbre distintiva de disfrazarse) o el contacto con los muertos, derivada esta última idea de la creencia en que el "velo" que separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos se vuelve casi transparente y hay posibilidad de contacto entre los vivos y los fallecidos, al ser una festividad asociada a la mitad más oscura del año, donde los días se acortan, las noches se alargan y el frío, tras el caluroso verano, se impone. Aunque se celebraba con ese nombre en Irlanda, Escocia y la Isla de Man, también existían festividades similares, pero con otros nombres, en gran parte de Europa.
Pero Halloween siempre ha sido para mí una festividad y celebración a "medio fuelle", pues la encuentro falta de imaginación y creatividad para los adultos, centrándose excesivamente en un cliché literario "splatterpunk" (subgénero de terror originado en la década de 1980 y que se centra en la representación literaria explícita y muy gráfica de la violencia) y otro cliché cinematográfico "slasher" (subgénero del cine de terror fundamentado en un asesino en serie enmascarado que asesina con armas blancas, predominantemente cuchillos o machetes), donde, la mayoría de veces, la trama y el trasfondo no se centran siquiera en la propia festividad halloweeniana. De ahí que me haya vuelto más riguroso y purista por el tiempo, eligiendo productos literarios y cinematográficos que, al menos, tengan como mínimo una ambientación halloweeniana.
Después de unos cuantos años celebrando Halloween en el contexto de una religión neopagana que me inventé en 2011, tras conocer la wicca (nunca según las convenciones sociales establecidas; para más información lee este artículo: El neoiberismo), hoy estoy plenamente convencido: Halloween es una celebración solo creativa, evocadora e importante para los niños, así que si la quieres disfrutar de verdad tienes que convertirte, sí o sí, en un niño por una noche y dejar que los adultos se aburran y "mueran de asco" con su literatura "splatterpunk" o gótica clásica y sus películas "slasher" estilo saga 'HALLOWEEN' (John Carpenter, 1978) o saga 'SCREAM' (Wes Craven, 1996).
He aquí un divertido libro infantil únicamente visual, ambientado de la manera más evocadora con todos los elementos halloweenianos por definición y que puedes usar con tus hijos pequeños o como en nuestro caso (mi mujer y yo), volviéndote un niño pequeño, para revivir esa infancia inocente donde tu mirada no estaba (todavía) condicionada por el mundo de las responsabilidades y preocupaciones adultas (muchas veces más infantiles que la propia infancia, como deplorablemente podemos ver en la mayoría de políticos, por ejemplo, comportándose públicamente como si estuvieran en el patio de un colegio).
Un libro con 48 páginas ilustradas a todo color y 2 láminas repletas de pegatinas, que implica una singularidad única y creativa en cada ejemplar, pues cada cual creará su propio libro concreto, ya que muy improbablemente 2 ejemplares presentarán las mismas pegatinas colocadas en los mismos lugares.
Aunque este año no tenía muchas expectativas sobre Halloween (como me sucede todos los años) a nivel literario, la pregunta de J. Antonio en un comentario, para saber si tenía algo pensado en Halloween, ha hecho que me estimule a fondo y tras buscar y rebuscar he conseguido encontrar un par de cositas a mi juicio interesantes, aunque solo una sea halloweeniana en su plenitud. No creo que me dé tiempo a leer y publicar reseñas de todo antes de Halloween, pero haré lo que pueda (antes, durante y después).
En cuanto he abierto el blog me ha llamado la atención la entrada y ¡que encima me lo dedicas!. Muchísimas gracias por acordarte de mis pequeños, mañana mismo lo compramos, era justo lo que quería algo para hacer con ellos. También iremos a pedir caramelos, eso es tradición ya en esta familia. Que bueno lo que dices del mundo adulto y que razón, si no fuera por la energía de mis críos yo sería otro adulto sin vida en halloween🎃 Eres un crack
ResponderEliminarLas gracias te las doy yo a ti, pues gracias a preguntarme por Halloween el otro día y saber que tienes críos, estoy encontrando cosas totalmente nuevas (algunas) y recuperando las viejas, especialmente el único libro que de verdad me parece importante para Halloween (ese del que te hablé, viene dentro de unas horas gracias a la rapidez y puntualidad de Amazon, a ver si consigo releerlo antes de que llegue el 31 y lo reseño, pues verás qué flipada de libro diferente a todo lo hipotéticamente halloweeniano). Hoy he visto en la librería Códex el libro de pegatinas, 100 % de Halloween y tus hijos estaban conmigo, he sentido su "espíritu" a mi lado y he recuperado mi niñez, visualizándome con mi mujer, emocionados, la tarde-noche de Halloween, pegando las pegatinas con ilusión, mientras nos comemos una bandeja de pasteles que compraremos a propósito, al mismo tiempo que vemos una de las únicas películas verdaderamente halloweenianas a nuestro juicio: 'Trick 'r Treat' (Michael Dougherty, 2007). Acabo de terminar el libro de 65 pavos que te dije. Cuando amanezca me pongo con la reseña.
EliminarEres el mejor, lo tienes todo en cuenta, ese libro de halloween me llama la atención por lo que comentas, deseando leer la reseña. ¿Acabas de terminar el de 65 pavos? ¡Dios! Pensaba que ese te llevaría mucho más tiempo, que ganas de saber que libro es 🤣🤣
EliminarSí, ahora nada más terminar de contestaros, voy a empezar la reseña. Ya verás, ya verás. Nunca había visto nada igual. También creo que fliparás con el que viene hoy, a ver si Amazon lo trae relativamente pronto (por aquí no suele llegar hasta la tarde) y entre hoy y mañana lo releo a todo trapo y puedo reseñarlo (ya que el 31 es imposible porque estamos todo el día ocupados preparando Halloween).
EliminarQue bella es la inocencia y la ternura de los niños, aquí en casa siempre hemos comprado dulces para ellos, llegan a casa disfrazados y cuando me dicen ¿truco o trato? yo levanto las manos. Ya estoy mayor, trato y caramelos, no estoy para sustos. Espero el día con ilusión por ellos, así que tiene usted toda la razón, hay que vivir este día sacando a nuestro niño interior. Un bonito gesto recomendar un libro infantil. Usted destaca por sabe mirar mucho más allá de si mismo.
ResponderEliminarNo esperaba menos de usted. Fíjese que, no tengo la menor idea del porqué, pero intuía que usted es el tipo de persona entrañable que me describe en su comentario, preparando los caramelos para el "truco o trato". Por cierto, en el libro sobre Halloween que le recomendé a J. Antonio y que hoy viene, hay una explicación (si mal no recuerdo) sobre la incorrección de la traducción en la tradición halloweeniana del "trick or treat", que aquí se tradujo como "truco o trato" para preservar un poco la fonética, pero en realidad significa algo así como "trastada o aguinaldo". Nadie como David J. Skal para explicar esta tradición en su libro, pues fue uno de los mayores especialistas en la cultura, la historia y el cine del terror, antes de que falleciera desgraciadamente en un accidente de tráfico el primero de enero del pasado año.
EliminarJoder este Blog es la vida y vosotros sois la fiesta, es genial formar parte de esto.
ResponderEliminarJaloguin es lo más y desde hace unos años, cuando viniste a celebrarlo conmigo a pesar de las dificultades fue el mejor jalogwin de todos.
Yo debo confesar que desde hace años no me disfrazo, sigo preparando las chuches pero de disfrazarme nada. Vivimos en una urbanización en la que desde que recuerdo se ha celebrado el truco o trato. Todas las casas se decoran, por dentro y por fuera, incluso hay algunos que se lo curran mucho y crean auténticos espectáculos en vivo en casas terroríficamente adornadas.
Alba ha crecido con ellos y no ha perdido ningún ápice su ilusión siendo su celebración preferida, cuando era pequeña yo también me disfrazada el día señalado y me metía en el papel, y me metía mucho. Aquel año me había comprado una máscara realista de tela que se ajustaba a la cara y que tenía impresa una cara deformada, acuchillada y ensangrentada, encima me puse una peluca larga y negra y una túnica negra que llegaba a los pies y tenía capucha. Ana, mi mujer como siempre, se había adelantado con los niños de la urba para empezar el truco o trato y yo esperaba impaciente y con nervios como si fuera a debutar en un teatro, enfocándome en hacer una buena actuación y entonces escuché la marabunta de niños que se acercaban todos felices gritando y riendo, detrás de ellos un séquito de madres disfrazadas. El corazón se me aceleró, apague rápidamente las luces dejando una iluminación tenue, conecte los altavoces con música de ultratumba, y abrí la puerta mientras cogía aire para pegar un grito que hubiese espantado hasta el más fiero oso pardo. El grito acabó y el silencio se hizo, montones de ojos inocentes abiertos de par en par y mandíbulas dislocadas me miraron inmóviles durante unas milésimas de segundo que se me hicieron eternas y acto seguido volvió el jolgorio y los niños empezaron a extorsionarme, pero yo no los veía, mi atención se había quedado fijada en una pequeña brujita que apenas tendría 5 años, se había quedado inmóvil, blanca como un esqueleto y su cara haciendo pucheros estaba apunto de estallar en llanto mientras daba pasitos para atrás intentando encontrar a su madre. Entre gritos y extorsiones, las madres entraron en acción y sofocaron la situación, la niña se llevó un buen botin de chuches, mejor que el del resto y yo me llevé la culpa y nunca más volví a disfrazarme.
Pero sabéis qué, creo que éste año vuelvo a entrar en el equipo.
Guau, estoy alucinado con mi Bro de verdad. Muchas... Muchísimas gracias por haber escrito este pedazo de relato sobre Halloween, compartiendo literariamente la maravillosa (y traumática) experiencia que tuviste. Me ha dado una enorme ternura la niña de 5 años traumatizada, pues me recordó mi infancia, cuando vi un capítulo de la miniserie televisiva 'V. Invasión extraterrestre' (Kenneth Johnson, 1983-1985) allá por 1984, a medio camino entre los 8 y los 9 años de edad, quedándome traumatizado cuando la chica joven embarazada tiene un hijo lagarto. Hoy es una marioneta ridícula de la época, que solo provoca risa, pero en aquel momento me dejó un trauma durante una buena temporada. Todavía recuerdo con nostalgia y cariño los esfuerzos de mi madre intentando explicarme que era un monigote de mentira, pero para mi mente infantil era más real que la propia realidad. Ojalá este año entres de nuevo en el equipo. Y sí, para mí también fue muy emotivo y significativo aquel Halloween de 2020 que compartimos juntos, donde te la sudaba el toque de queda, la pandemia y el mismo Halloween, pues estabas viviendo una auténtica pesadilla de terror. Afortunadamente quedó atrás hace mucho, con resolución y final feliz.
Eliminar😂😂😂creo que las escenas de V traumatizaron a más de uno
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