Pero hoy, mis miopes ojos (para lo que quieren, al parecer), empiezan a identificar desde lejos lo que claramente aparentan ser unos libros abandonados en un banco de piedra.
Al principio, lo típico, la cabeza hace sus conjeturas: "Ojos, dejaos de joderme, pues ahí no es posible que haya unos libros". Luego se acerca el segundo nivel: "¿Todo bien por ahí o debería revisarme la azotea? Joder, me lo tengo que hacer mirar, pues de verdad que me está pareciendo ver unos libros ahí". Entonces llega la negociación interna: "¿No sería buena idea tomarte unas vacaciones del blog? Creo que te está afectando tanto que ya ves libros por doquier". Y al final, la resolución en el tercer nivel: "Obviamente ahí hay unos libros sin duda. Ahora solo queda comprobar que no sean de nadie".
Cuando llego al banco en cuestión, veo 3 libros, uno suelto y otros 2 juntos. Aunque hay un hombre sentado en el siguiente banco, la distancia y su distracción, atento a otros menesteres, hace que no sea muy probablemente el dueño. Nadie más alrededor, por tanto empiezo a deducir que esos libros han sido abandonados allí, a la espera de que alguien los recoja. Y casualmente soy yo el que pasa por ahí y se los encuentra en el momento oportuno. Además, no están nada mal.
Uno, el más viejo de los 3, la autobiografía novela del escritor y periodista israelí Amos Oz (1939-2018), considerado uno de los mejores escritores contemporáneos en hebreo.
Otro, el intermedio, una interesante novela de la significativa escritora estadounidense Siri Hustvedt, considerada una de sus obras más importantes, novela en parte autobiográfica.
Por último, el más reciente, aunque acaba de cumplir la década, una novela de intriga y suspense escrita por Benjamin Wood.
Sinceramente esto es la primera vez que me pasa. Nunca me había pasado con anterioridad, mucho menos de esta manera tan peculiar.
😂😂 esto es el colmo 🤣🤣 estás cosas solo te pasan a ti, aún no me he recuperado jejeje tu naciste para triunfar tío 🤣🤣 ¡Que máquina!
ResponderEliminarSí, la verdad es que ya me están pasando cosas muy surrealistas, pero espera, que verás la última ocurrencia. 😂
EliminarQuizás los libros fueron invisibles para otros transeúntes. Pero un lector y amante de los libros y la lectura, es capaz de captar su vibración desde lejos y con miopía, como usted dice. Que bello que justamente usted en su ciudad los haya recogido, en mejores manos no podían ir a parar. Encontraron el mejor refugio.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con usted, pues me extrañaría que los libros no llevaran un tiempo ahí antes de encontrarlos. Enseguida supe al verlos y leer la sinopsis de cada uno, que eran libros perfectos para mi suegra. La llamamos por teléfono y al leerle cada sinopsis se emocionó mucho y le dio una gran alegría, pues ahora no tiene nada nuevo. Esta mañana se los ha llevado mi mujer al salir del trabajo. Gracias por sus palabras.
EliminarLibros liberados, libros encontrados, puede haber mayor placer que encontrarse unos libros y que además tengan buena pinta? Yo he liberado unos cuantos ya en lugares públicos, los más significativos fueron por ejemplo aquel de Lao Tse que acabó precipicio abajo desde el castillo de Benifato o uno de Rajneese que acabó enterrado en la arena de una playa. Recientemente liberé un par más en las rocas bajo un acantilado como si se hubiesen suicidado. Ya nos contarás Bro como son esos regalos.
ResponderEliminarSí, Bro, es verdad, yo también he liberado libros en lugares estratégicos, incluso juraría que juntos hemos liberado alguno que otro, pero nunca había encontrado ninguno que fuera liberado por otras personas y de repente, 3. De momento yo estoy con infinidad de cosas (y las que vienen en breve), así que se los pasé a mi suegra. Ya nos contará ella, pero la verdad es que me sorprendieron, pues no son unos libros cualquiera.
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