Dedicado a Riotrankilo
(Gustavo Giner González)
Gracias de todo corazón por este singular y exquisito descubrimiento, a la misma altura de todos los que siempre me has aportado durante un cuarto de siglo, siendo el mayor de ellos tu sincera amistad.
Acabo de leer el libro ROBER WIDO. VIDA Y REFLEXIONES DE UN TIPO CON CLASE.
Escrito en una doble colaboración entre la influyente personalidad de internet española Roberto B., nacido en noviembre de 1962 en Bilbao, País Vasco, España y más conocido como Rober Wido, destacando la red social Instagram, donde alcanzó una gran popularidad y seguimiento, en un par de ocasiones, entre 2015 y 2022, junto con el reconocido experto en márquetin español José David Romero Sánchez, más conocido como J. D. Romero, encargado de transformar las conversaciones con Rober Wido en un proyecto literario.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en 2022 por Editorial Samarcanda; editorial española especializada en coedición (una forma de autoedición) fundada en 2015 por David Pinilla, en Sevilla, Andalucía, España, que trabaja asociada a Lantia Publishing, empresa editorial también sevillana, especializada en autoedición.
El breve libro tiene apenas 121 páginas y está compuesto por un prólogo (escrito por J. D. Romero), 35 capítulos numerados y titulados (con guiños cinematográficos y musicales) y un epílogo (escrito por Saturnino Rey García, más conocido como Zatu, rapero español integrante y vocalista del grupo de hip hop SFDK).
Se trata de la escueta y reservada pero apasionante autobiografía narrada por Rober Wido a J. D. Romero; uno de esos peculiares libros tan diferentes y distintivos al resto, que marcan un punto de inflexión. Literariamente es un libro equivalente a cualquier autoedición común: no se puede valorar porque no tiene nada que valorar, al no ser un libro escrito ni publicado con una intención literaria a nivel alguno.
He aquí la comunicación directa y sin filtros de un ser humano que a mi juicio representa la excelencia máxima; un ser humano tan absolutamente diferente a sus congéneres que, según yo lo veo, todos deberíamos tomar ejemplo: no existe ninguna inautenticidad en su manifestación pública. ¿Alguien puede permitirse el lujo de ser quién y cómo es sin ningún tipo de falsedad? He ahí la verdadera esencia de lo que representa y escenifica Rober Wido, al que se le presenta como "el último tipo con clase". ¿Un tipo con clase, Rober Wido? No; eso no hace ni la mínima justicia a lo que verdaderamente representa y escenifica Rober Wido; en todo caso sería un ligero aperitivo para empezar. En realidad, a mi parecer, Rober Wido encarna aquello que uno encuentra en su larga o corta trayectoria vital (según el tiempo que viva) como humano, en muy contadas ocasiones. Y eso de lo que hablo tiene la más significativa consideración según mi escala de valores. Sí, estoy hablando del don y el valor más escaso: la autenticidad sin distorsiones ni enmascaramientos. ¿Alguien puede parar un momento para observar y reflexionar sobre la importancia de lo que implica esto dicho?
Rober Wido es un ejemplo de vida tan inusual que encarna una especie de ser humano, dentro de la propia especie humana, en vías de extinción; más todavía en estos tiempos que corren, donde internet ha conseguido agudizar con exacerbación lo que considero el peor mal de la humanidad: la inautenticidad falsa e impostada. Sí, ya sé que la mentira cumple una función social ineludible y que todos mentimos. Se han escrito infinidad de tratados filosóficos, éticos y morales sobre la mentira. Pero la inautenticidad es otra cosa muy distinta, que va a la esencia fundamental de la existencia como seres humanos. Y... ¿Cuál es el motivo de ser tan inauténticos? A mi juicio se trata de algo que deberíamos tener en cuenta a cada momento y revisar continuamente: la defensa de todo un personaje social impostado y falso, que hemos creado a lo largo de nuestra vida, creyendo y autoconvenciéndonos de que debemos preservarlo y defenderlo a toda costa, por encima de la verdad que somos, subyaciendo escondida entre capas y capas de mentira y falsedad. Esa actitud nos sume, sin darnos cuenta, en la inautenticidad. Y la inautenticidad es la fuente primordial de la infelicidad, la frustración, la rabia, el odio, la envidia y la inquina que acabamos volcando (proyectando) en los otros. Entonces aparecen los escasos Rober Wido en nuestra vida para que reflexionemos. Así que podríamos empezar por lo obvio: ¿Por qué Rober Wido no transmite ni una mínima toxicidad rancia en su autoexpresión?
Nos pasamos la vida defendiendo lo que creemos que nos hará quedar bien ante los demás en cualquier situación social, ofreciéndonos reputación y lo único que pasa es que cuando mejor queremos caer peor caemos. ¿No será que, a pesar de nuestras creencias sobre el tan condicionante qué dirán, tanto la autenticidad como la inautenticidad se percibe de manera directa y cualquiera lo capta al instante?
Creo sinceramente que la respuesta al aspecto más importante de la vida humana para convivir en sociedad y compartir el tiempo vital con nuestros congéneres, sabiendo lo que sabemos sobre psicología en la actualidad (la presión que ejerce el grupo; la conformidad y obediencia a la autoridad; la imperiosa necesidad de aceptación e inclusión), reside en este libro de Rober Wido. No es así por lo que cuenta. No es así por los detalles anecdóticos de lo que cuenta. Es así, a mi parecer, por cómo lo cuenta: sin florituras de tipo alguno (incluyendo las literarias). Floritura: "Adorno, especialmente el aparatoso o complicado" (Real Academia Española). Habla para comunicar su opinión y decide hacerlo sin mentiras, sin distorsiones, sin importar quedar bien o mal; sin importarle lo que la gente piense o diga de él. Es Rober Wido, con sus luces y sus sombras. El primer efecto inmediato de esta inusual actitud y decisión es no tener nada que defender. Simplemente constata lo que es y por tanto, no necesita "maquillar", "disfrazar" ni distorsionar lo que es. Lo que es, es y cualquiera puede verlo. Nada es más visible y obvio. Pero en nuestra inconsciencia todos creemos erróneamente que podemos disimular lo que no es para engañar con alguna triquiñuela a los demás y "colársela" como si fuera. Rober Wido es el claro ejemplo de que eso no funciona. Y no solo no funciona sino que se vuelve contraproducente para nosotros. Somos la contradicción hecha persona. Aceptar esto es el primer paso para manifestar nuestra singularidad sin florituras. Y nadie la manifiesta como Rober Wido.
Es hora de parar un momento, dedicar unos instantes a la lectura del libro aquí reseñado (ya que se lee con rapidez) y aprender del sublime maestro Rober Wido. Evidentemente esto dicho es solo una opinión muy subjetiva y personal nacida del sincero agradecimiento que siento ahora mismo por lo que acaba de mostrarme Rober Wido, mi gran equivocación en la vasta e inmensa ignorancia que me caracteriza (sí, aunque lleve 30 años leyendo libros y no precisamente de entretenimiento para pasar el rato). Gracias, maestro de vida Roberto B. Recibe mi reverencia respetuosa que quiero compartir con la comunidad.
Esa vasta e inmensa ignorancia y estupidez me llevó a pasar la última década pensando que internet era la soberana mierda por la cultura del odio, el ciberacoso o el postureo moral. No fui capaz de entender nada y según la etapa que estaba viviendo me quedaba con alguna idea suelta pero sin fundamento: es por culpa de esto, es por culpa de aquello, bla, bla, bla... Hasta que no hace mucho, se me ocurre el proyecto BPP o la creación y el compartir Bibliotecas Personales Privadas por aquí. Sí, ya sé que nadie se va a poner en serio con la última tontería que se le ocurre a este personaje, pues cada cual ya tiene bastante con lo suyo y en realidad se me ocurre por la sencilla razón de que a mí me viene genial hacerlo, pues necesito un cambio radical en mi vida (igual será un signo de que me estoy haciendo viejo, cual buen "boomer" que soy) para preservar una biblioteca personal en mi vida.
Entonces, contra todo pronóstico, mi amigo íntimo (que no tiene pocas cosas con las que lidiar en su vida, especialmente desde la que le ha caído hace ya un lustro y sin descanso hasta hoy) se une al proyecto y se toma la molestia de ponerse a jugar a esta ocurrencia mía reordenando su biblioteca y enviándome fotos y entonces veo, entre otros tantos de gran interés, el libro de Rober Wido. Le pregunto y me cuenta largo y tendido y despierta mi interés y empiezo a descubrir a un verdadero maestro de vida, sí, en el lugar y la manifestación menos esperada; esa donde nunca dirías, tirando de un análisis prejuiciado inicial, que podría encontrarse. A lo mejor algo ha tenido que ver, para poder ver con mayor claridad las cosas importantes de la vida, haber aprendido que los maestros de vida nunca suelen encontrarse entre los que van de maestros autoproclamados de vida, sea en el contexto y expresión que sea.
Lo primero que me enseña Rober Wido sin enseñanza ni palabra alguna (entendiendo por fin aquello leído tantas veces en el LAO ZI, conocido en Occidente como Tao Te ching: "El que sabe no habla; el que habla no sabe"), cual auténtico maestro de vida genuino, es la respuesta sin respuesta a la mayor inquietud de mi vida internáutica, que me generaba un gran desasosiego: ¿Por qué nos hemos vuelto tan tóxicos e irrespetuosos en internet? Y esa respuesta la encarna Rober Wido sin palabras ni lecciones, aunque J. D. Romero consigue ponerle unas palabras que lo explican todo: "El perfil de Instagram de Wido es el oasis de Internet, aunque también del mundo real. Guerras, pandemias, racismo, homofobia, xenofobia y personajes que transmiten ira hasta cuando no están dando un mensaje explícitamente negativo. Nada de eso hay en Rober, tampoco conductas pasivo-agresivas ni nada mínimamente tóxico, por eso sus seguidores se enganchan de manera inconsciente, porque Wido es la resistencia incluso sin saberlo" (página 10).
Te podría contar algo sobre el contenido del libro pero ni haría justicia ni sería capaz de transmitirte lo más mínimo de su esencia. Este libro es como todo lo verdaderamente bueno y significativo en la vida: debes tener la experiencia directa para entenderlo. Solo puedo decir que es uno de los más importantes libros que he leído en mi vida, no por lo que cuenta ni mucho menos por cómo lo cuenta, sino precisamente por lo que no cuenta entre todo lo que está contando y que sí se lee entre líneas; una lectura personal que son tantas lecturas como lectores lo lean, pues cada cual leerá entre líneas lo que la presencia de Rober Wido le cuente según quién sea y dónde se encuentre ese lector en el momento de la lectura.
Y para finalizar, la despedida, que resume, en palabras de Rober Wido, lo más significativo a mi parecer para reflexionar: "Resulta curioso cómo uno puede significar algo para los demás incluso cuando no significa nada para uno mismo" (página 98).
Brutal Wido, desencarnado, absorbente, relajante, estimulante, insondable, si ésta fuese otra dimensión un poco más fantástica, él sería el personaje fugado de un libro. Y el sabor de boca que deja es lo que tú creas que es, lo que para ti sería aquello que deja mejor sabor de boca. El perfume que deja tras de si cuando lo lees, eso solo lo puedes averiguar si conoces a Robert Wido
ResponderEliminarJoder Bro eso ha sonado a telemarketing barato o anuncio trasnochado de una emisora de madrugada en Nueva York
😂😂😂🤣🤣🤣
EliminarMe lo acaba de pedir en Amazon y encima es económico. ¡Que pasada! Entre tu reseña y el comentario de Riotrankilo estoy deseando leerlo.
ResponderEliminarEs lo más inusual que te puedes esperar. Una vida sincopada y al límite, descarnada, sin mentiras. Nunca esperarías algo así de una persona con su vida. Rompe todos los prejuicios. Se lee fácil y muy rápido. Ya verás qué experiencia. Nadie te contará una vida como la suya de esa manera. Un libro donde lo último que importa es lo literario. Ni tampoco las apariencias.
EliminarCuando he leído que es uno de los libros más importantes que ha leído en su vida no he dudado en comprarlo, me ha gustado mucho la referencia que hace sobre que el libro le ha enseñado y le ha dado respuestas sin necesidad de directrices ni palabras concretas, un buen libro y un mejor autor es aquel que consigue eso en el lector. Gracias siempre por compartir.
ResponderEliminarHe leído unos cuantos libros que hablan de experiencias concretas y explícitas como las del autor, las elecciones de vida que nos llevan a los márgenes de la sociedad, pero nunca he leído un libro con tanta sinceridad. El autor no intenta justificarse ni presentarse como una víctima. Tampoco defiende nada. Es la lucidez, la elegancia, la autenticidad en persona. Habla de todo lo que hizo y vivió sin disfrazar ni un solo aspecto. Solo constata hechos. No hay testimonios como el suyo, sin adornos de tipo alguno. Pero lo mejor, como expliqué en el artículo, es lo que no dice. Su ejemplo me ha llevado a cuestionar y replantear todas mis creencias sobre internet, pues durante un par de veces llegó a ser una personalidad muy influyente en Instagram y jamás recibió ni un solo comentario negativo. Gracias a usted por estar siempre abierto a la posibilidad del descubrimiento inesperado.
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