Escrito por el reconocido periodista y escritor estadounidense Stephan Talty, nacido en 1960 en Búfalo, Nueva York, Estados Unidos. Ha escrito para publicaciones de gran prestigio (periódicos y revistas). Entre otras cosas se ha especializado en crónica negra y true crime, tanto escribiendo literatura de ficción como de no ficción, donde ha destacado con libros significativos, tratando temas diversos que van desde acontecimientos históricos, políticos y militares, hasta biografías de personalidades conocidas o hechos insólitos más cercanos a las páginas de sucesos o el sensacionalismo. Destaca su colaboración con el marino mercante y escritor estadounidense Richard Phillips, que protagonizó, como capitán del barco Maersk Alabama, un tenso secuestro conflictivo por parte de piratas somalíes, interviniendo la armada estadounidense, con francotiradores de los Navy SEAL, que abatieron con sendos tiros en la cabeza, a tres piratas, liberando al capitán Phillips. El secuestro sucedió entre los días 9 y 12 de abril de 2009, cerca de una ciudad portuaria somalí. En 2013 el actor Tom Hanks hizo una de las más brillantes interpretaciones de su carrera, interpretando al capitán Phillips en una tensa y emotiva película de título homónimo.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en septiembre de 2023 por una de mis editoriales favoritas: CONTRA (Contraediciones). Se trata de una editorial independiente fundada en Barcelona en julio de 2011 y especializada en libros de música, deporte y cultura popular, aunque la temática más publicada con diferencia es la música. Me encanta esta editorial por su calidad indiscutible, creando libros de esos irrepetibles (tanto en el continente como en el contenido) y que da siempre gusto leer, aunque KORESH es algo decepcionante, pues está plagado de errores ortográficos y gramaticales que me han disgustado bastante. Le seguí la pista muy de cerca a CONTRA cuando me sorprendieron en abril de 2019 publicando HELTER SKELTER. LA VERDADERA HISTORIA DE LOS CRÍMENES DE LA FAMILIA MANSON, el libro imprescindible y más importante de true crime sobre los asesinatos en torno a la secta liderada por el criminal, músico aficionado y líder sectario estadounidense Charles Milles Manson (1934-2017). A partir de entonces buscaba los libros de esta magnífica editorial en cualquier librería grande o pequeña, esperando encontrar nuevos libros sobre sectas y/o contracultura suburbana popular. Tuve que esperar 4 años para que llegara esta obra maestra, sorprendiéndome.
El libro tiene 523 páginas repartidas en un prólogo de Benjamín Villegas, una nota del autor, un prefacio, 6 partes con 50 capítulos en total, un epílogo y los agradecimientos.
Compré mi primer ejemplar a finales del pasado año 2023, aunque no recuerdo exactamente la fecha. El que acabo de leer hoy es mi segundo ejemplar y lo compré hace una semana en El Corte Inglés en línea. El primer ejemplar no hacía mucho tiempo que estaba a la venta, pues todavía se encontraba en la amplia sección de novedades que hay en el centro de la librería Atenea de Orihuela. Mi alegría fue inmensa al ver este libro, que compré y leí de inmediato, pues uno de mis temas favoritos sobre el que he leído todo lo que ha caído en mis manos durante los últimos 29 años, son las sectas o cultos y todos los aterradores sucesos acaecidos alrededor de ese peculiar fenómeno creyente que despierta mi mayor interés, pues durante el mismo periodo de tiempo transcurrido desde que empecé a leer libros como si nada más importara en la vida, pocas cosas me han interesado tanto como nuestra "naturaleza" humana, es decir, todo lo asociado al comportamiento que tenemos como especie, tanto en sus grandezas encomiables como en sus bajezas avergonzantes. Y el fenómeno sectario, con sus dinámicas manipuladoras, abusivas, explotadoras y criminales estandarizadas, jamás ha dejado de estimular mi curiosidad por revisitar sus emblemáticos casos o indagar en las últimas investigaciones periodísticas, psicológicas, sociológicas o criminológicas. Y tanto David Koresh como la tragedia de Waco es uno de los más paradigmáticos casos arquetípicos de la peor versión pesadillesca del fenómeno sectario. Pero el caso es todavía más singular e interesante si cabe, pues no solo desvela las dinámicas sectarias llevadas al extremo más negativo, sino que también nos muestra cosas, aspectos y dimensiones de la realidad no menos inquietantes, destacando a mi juicio el coactivo monopolio de la violencia ejercido por los Estados desde que existe la concepción estatal civilizada, de ahí que lo considere un asunto crucial para reflexionar y "estirar" bastante las repercusiones de esas reflexiones.
Vernon Wayne Howell, más conocido como David Koresh, fue un predicador cristiano fundamentalista escindido del adventismo y líder sectario religioso estadounidense que nació el 17 de agosto de 1959 en Houston, Texas, Estados Unidos y falleció el 19 de abril de 1993 en Waco, Texas, Estados Unidos debido a una herida por arma de fuego. Buscador espiritual incansable desde la adolescencia y juventud temprana entre muchas congregaciones y sectas cristianas protestantes, acabó encontrando un lugar temporal entre los adventistas del séptimo día. Pero seguía descontento debido a su búsqueda espiritual intensa y profética viva. Entre 1985 y 1988 se hizo con el liderazgo de los davidianos de la rama, conocidos como Asociación Rama Davidiana Adventista del Séptimo Día, fundada por Benjamin Lloyd Roden (1902-1978). La Rama era una escisión de los davidianos tradicionales, también conocidos como Davidianos de la Vara del Pastor, fundados por Victor T. Houteff (1885-1955) siendo, a su vez, una primera escisión adventista. Howell se convertiría en el profeta, mesías y divinidad encarnada de la Rama Davidiana, tras la muerte de la esposa del fundador, Lois Roden (1916-1986), que fue la heredera inicial de la secta. Howell convertiría la secta en un apocalíptico credo fundamentalista opresivo, violento y armado hasta los dientes, que pregonaría el enfrentamiento abierto contra los "babilonios" (básicamente toda la gente externa al credo davidiano, con un énfasis particular en el gobierno estadounidense). En un lustro (entre finales de la década de 1980 y principios de la década de 1990) Howell armaría la sede de la secta en el rancho Mount Carmel Center, cercano a Waco, en Texas, con gran cantidad de armas semiautomáticas, que empezaron a reconvertir los fieles en automáticas (algo prohibido por el gobierno federal). Tras la deserción del segundo al mando, Marc Breault, entre 1989 y 1990, el gobierno se propuso investigar la secta por presuntos delitos con armas y abusos de diversos tipos (especialmente sexuales con menores, ya que Howell era un consumado pederasta). Pero cuando la agencia federal de seguridad ATF (Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos, por sus siglas en inglés) llegó a Mount Carmel para arrestar a David Koresh (Howell se había cambiado el nombre legalmente pocos años antes) el 28 de febrero de 1993, los davidianos empezaron a disparar a los agentes de la ATF con armas automáticas convertidas, que superaban su potencia de fuego, matando a 4 agentes. Ello derivó en un asedio retomado por el FBI con más de 600 agentes, francotiradores y varios tanques Bradley, contra apenas un centenar de davidianos y un endeble y precario rancho contruido básicamente al parecer con madera y placas de yeso. El asedio duró 51 días y se considera uno de los mayores fiascos de la historia de Estados Unidos. Finalmente, el 19 de abril de 1993, mientras un tanque modificado para introducir gases lacrimógenos en el complejo, atravesaba algunas paredes para cumplir su cometido y que los davidianos se rindieran, los davidianos asediados, lejos de sucumbir, rociaron con gasolina el interior del complejo y le pegaron fuego al rancho, pereciendo unos 54 adultos y 21 niños. Como no podía ser de otra manera, el asunto desató no pocas teorías conspirativas.
El complicado asunto de la tragedia de Waco despertó la mayor polarización política de la sociedad estadounidense del momento, dado que el asedio de 51 días se retransmitió día a día por televisión. La opinión pública y la sociedad se dividió entre los partidarios de la intervención gubernamental y los detractores antigubernamentales, principalmente personas afines a la extrema derecha neonazi y supremacista blanca estadounidense, pero también al libertarismo antiestatalista proarmas. Pocos años después se consolidaron varias milicias paramilitares, naciendo así el llamado "movimiento de milicias", con 250.000 componentes. La más destacada y organizada fue la milicia de Michigan. Pero lo más importante fue el tristemente célebre caso del terrorista doméstico estadounidense Timothy McVeigh (1968-2001). Ex militar veterano de la Guerra del Golfo y simpatizante de las posiciones ultraderechistas escépticas con la intervención estatal, gran partidario de las armas, durante el asedio de Waco estuvo allí presente vendiendo pegatinas en defensa de la liberación de Koresh y los davidianos. Tras la tragedia final prometió que se vengaría, radicalizándose. Junto con un amigo construyó un artefacto explosivo ANFO de 2.300 kilos, a base de nitrato de amonio, nitrometano y petrodiésel, en la parte trasera de un camión Ryder alquilado. El 19 de abril de 1995, segundo aniversario de la tragedia de Waco, condujo el camión hasta el edificio federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma City, Oklahoma, Estados Unidos, donde tenían oficinas regionales el FBI, la DEA y la ATF. A primeras horas de la mañana explotó la bomba casera del camión, derrumbando parcialmente el edificio, matando a 168 personas (incluidos 19 niños) e hiriendo a unas 800 aproximadamente. McVeigh fue ejecutado por inyección letal el 11 de junio de 2001. Desde entonces se considera el acto de terrorismo casero más letal en la historia de Estados Unidos.
Ya en el mismo año 1993 empezaron a publicarse libros sobre la tragedia, incluso traducido alguno que otro al castellano dentro del mismo año. Yo leí un par como mínimo años después. Koresh y Waco pasaron a formar parte del arquetipo sectario por definición, presente en cualquier estudio o investigación sobre las sectas y las idiosincrasias o modus operandi cuasi copiados y calcados de sus líderes. Por descontado que esta opinión plasmada ahora mismo solo tiene vigencia para España o los países hispanoparlantes, pues desconozco si en Estados Unidos se publicaría un libro mejor o más completo, pero, hasta el momento, creo que este libro reseñado aquí no tiene rival. Una de las características comunes a los libros que al menos leí, es que la figura de Koresh no estaba detallada como lo hace Stephan Talty en este libro, donde tenemos un análisis forense de la vida, las circunstancias y la compleja personalidad de Koresh. Varias partes del libro se centran en una biografía exhaustiva. Aunque los libros que leí se centraban mucho más en el asedio y la tragedia de Waco, tampoco ninguno llegaba al análisis forense de Talty. Otro detalle a valorar es que, por primera vez el autor consiguió realizar entrevistas a varias personas allegadas a Koresh y los davidianos. Como avisa en la NOTA DEL AUTOR: "Este es un trabajo de no ficción basado en entrevistas, transcripciones del FBI y la línea telefónica 911, transcripciones de emisiones de radio y televisión, sermones grabados y fuentes publicadas. No se han inventado escenas ni personajes. Todos los diálogos están transcritos tal y como se grabaron o fueron contados por personas que presenciaron los acontecimientos de primera mano" (página 17). A mi juicio se trata del libro definitivo sobre el caso y suceso. Si te interesa el tema de las sectas o cultos, los fundamentalismos y las creencias llevadas hasta el extremo, no puedes perderte este libro.
Con todos mis respetos que putada que tu reseña sea tan buena, ahora compraré el libro y sufriré a tu costa. Buen trabajo compañero.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, J. Antonio. Me ha emocionado que la reseña te parezca tan buena. Y vaya que si sufrirás. Es mi segunda lectura y todavía no he conseguido recuperarme. Arrastro un humor sombrío, pues el trabajo de Stephan Talty te mete excesivamente en la historia. La infancia de Koresh es espeluznante. Pero luego él se transforma en una mala bestia que ni te cuento. Espero que no te afecte tanto como a mí. Mil gracias por comentar y valorar mi trabajo así.
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