Eran las 15:17 aproximadamente cuando ha llegado el dinero esperado a la cuenta... ¿No flipas con la situación actual? Un servidor no pasa un solo día que deje la perplejidad de lado. No puedo quitarme de encima esa perplejidad que me hace reflexionar y no poco: unos milenios atrás los humanos inventamos el dinero, pero... ¿Qué es el dinero sino una mera especulación, o como diría (dice) Yuval Noah Harari en su último libro, una ficción intersubjetiva? ¿Qué valor real tiene el dinero más allá de esas ficciones intersubjetivas de "trueque" posmoderno, donde todo se compra y se vende en las sociedades humanas (presuntamente) civilizadas? Pero hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX el dinero tenía una base material, aunque no fuera menos especulativa (los billetes y las monedas). Ahora, en cambio, esa base se diluye con las tarjetas de crédito y débito: recibes el dinero (como me ha pasado al dar comienzo esta tarde) en forma de unos números digitales en la cuenta corriente y es equivalente a tenerlo en mano, a pesar de no tener nada. Lo consultas con el teléfono inteligente (con el cual también escribo este blog) y hasta pagas con él, pasándolo por el lector donde antes pasabas las tarjetas plásticas bancarias, mientras simultáneamente sigo escribiendo el artículo que ahora lees y nadie me mira ni siquiera raro, pues todos están enganchados también 24/7 a un dispositivo parecido. Bueno, en realidad te mentí para adornar el relato: un servidor es tan viejo (aunque espero que no pellejo ni tampoco pendejo) que todavía vive aferrado al trozo de plástico azul bancario con chip y pin. Acabo de pagar con la mano izquierda mientras escribo con la derecha (cuatro dedos sujetando el teléfono y el pulgar tecleando). Bien; parece ser que esto no es nada comparado con lo que vendrá. Y como sucedió con lo que vino y sucederá con lo que vendrá, nos adaptaremos. ¿Acaso no seremos, tal vez, pregunto, perros de Pavlov que se creen "monos" evolucionados?
Primero acudí a la librería Atenea pero no encontré nada satisfactorio. La verdad es que ahora me cuesta en general encontrar cosas interesantes, aunque siempre acaba saliendo algo si me esmero, tengo paciencia y busco a base de bien escrutando hasta el último recoveco.
Entonces me fui a Códex. Y allí tuve bastante mejor suerte. Lo primero que cogí hace unas pocas horas fue una edición única y especial de la poesía completa de Miguel Hernández. Vivo en Orihuela, la ciudad española donde nació y vivió la mayor parte de su corta vida el reconocido poeta orcelitano, más conocido popularmente en su época como el "poeta cabrero". Aunque no soy nada lector de poesía más allá de Bukowski (como mucho Iribarren), no obstante, por motivos obvios (llevo once años residiendo en su ciudad natal), he intentado leer varias veces la poesía completa de Miguel Hernández, algo fácil de recopilar en un solo volumen debido a su temprana muerte a los 31, represaliado injustamente por el régimen franquista. No le dio tiempo a escribir más al "poeta cabrero". Y además no solo escribió poesía, para una vida tan pronto segada en las cárceles de la recién estrenada dictadura militar ultraconservadora. Pero esta vez tuve mucha suerte y encontré una edición única que nunca había visto. Se publicó la primera edición en 1979 y he aquí la segunda edición de 2023. Ahora sí voy a leer la poesía completa de Miguel Hernández por primera vez en mi vida.
Aunque Miguel Hernández tiene una estantería entera dedicada a él en Códex, como no podía ser de otra forma, al lado mismo está la estantería de poesía. Y siempre que voy por allí, echo un vistazo para revisar la Colección Visor de Poesía, pues últimamente publican nuevos (muy viejos en Estados Unidos) poemarios inéditos en España, de Bukowski. Si vives en España (o un país hispanoparlante) y no entiendes nada de inglés (como es mi caso), cada año puedes leer un nuevo poemario de Bukowski como si todavía estuviera vivo pero anclado a la segunda mitad del siglo XX. Es algo gracioso y surrealista a más no poder, aunque de agradecer para los que todavía encontramos lo más irrepetible y regocijante en su poesía. Así que, mirando pero sin esperar recibir una gran alegría (pues la Colección Visor de Poesía ya publicó un nuevo poemario bukowskiano hace pocos meses), no me lo pude creer al leer en el lomo de un fino libro negro, con las letras en blanco 'Charles Bukowski' y un título que, al menos en principio, era incapaz de reconocer. ¿Sería, de verdad, un poemario nuevo publicado dentro del mismo año, o estaba ya alucinando en blanco sobre negro por las ganas que tenía de que así fuera? Cogí el ejemplar situado al revés y por encima de otros libros de la misma colección, en horizontal, y directamente supe que era un poemario inédito. Como era incapaz de salir de mi estupefacción, lo comprobé bien consultando la edición y se confirmó. Mi regocijo ha sido indescriptible. Así que pasemos al último descubrimiento.
El último descubrimiento estaba en la parte baja de la estantería dedicada a los ensayos sociales. Se trata de una crítica muy dura a la "gamificación" (como la llama el autor) de la vida actual. El peculiar autor, especialista, parece ser, en la industria de los videojuegos y su creación, escribe uno de esos ensayos críticos que te cambian la vida, aunque se trate del típico caso en el que el conocimiento trae sufrimiento y preocupación, pero también claridad y discernimiento para estar, como mínimo, al día de lo que sucede a nuestro altededor y poder así tomar decisiones más informadas.
Gran poeta 👍
ResponderEliminarmañana compraré este ejemplar no sabía de su publicación 👍
Supongo, Susana, que te refieres a la poesía completa de Miguel Hernández. Yo tampoco lo sabía. Se trata de la primera edición crítica completa que publicó en 1979 la editorial Aguilar, aunque retomada, revisada y actualizada. Es una pasada: tiene 1.022 páginas en papel satinado. Pesa bastante por la calidad del papel, pero es muy manejable. Estoy disfrutando al máximo su lectura. Como dice el editor encargado de la introducción y notas, Agustín Sánchez Vidal, es para "[...] el lector riguroso en busca de un texto fiable que, sin embargo, no esté sobrecargado hasta el punto de ver comprometida su manejabilidad". Me costó 34,32 euros, un precio razonable para la edición que es. Lo publicó Ediciones Letra Dorada de Itagüí, Antioquia, Colombia en 2023 pero yo lo compré ayer en una librería de Orihuela, donde nació el mismo Miguel Hernández. Gracias por comentar e interesarte.
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