No recuerdo exactamente si era marzo o mejor dicho abril de 2015 cuando un día como cualquier otro acudí a la librería Códex. Empezaba en ese momento mi segundo año viviendo en Orihuela.
La mayor particularidad de Códex ha sido desde el principio el encuentro con libros raros, únicos y muy peculiares para mis intereses personales. Evidentemente el catálogo que tiene Vicente, el dueño, hace énfasis en todas las novedades editoriales más vendidas del momento, con libros pertenecientes a los dos grandes grupos o a las editoriales más conocidas y con mejor distribución aunque sean independientes, pero siempre apuesta simultáneamente por cosas minoritarias y/o raras, así como por autores locales, no solo de Orihuela sino de toda la Comunidad Valenciana. De esta manera he descubierto cosas de gran interés para mí en los 11 años transcurridos.
Mi primer gran descubrimiento sucedió casi al principio de vivir en Orihuela. Sería la primavera de 2013 cuando tropecé con el primer libro que leí en mi vida de La Felguera. Era un libro verdaderamente raro y curioso, sobre el asesinato como filosofía de vida o algo parecido. De esta forma no solo descubrí La Felguera, de Servando Rocha, sino que me enamoré de su colección Zodíaco Negro. Más de un lustro después, en el verano de 2019, hice otro gran descubrimiento: la editorial setabense recién fundada por aquel entonces Aurora Dorada Ediciones. Me contó Vicente que el editor, fundador y dueño, Carlos M. Pla, fue a Códex y habló con él para presentarle su nuevo proyecto editorial. Como no podía ser de otra forma, Vicente le apoyó y durante un tiempo tuvo todas sus novedades editoriales a mano (suele publicar un libro por mes, exceptuando los meses de verano y las navidades). Todavía le quedan algunos (pocos) de sus primeros libros en el catálogo actual, aunque creo que en la última limpieza veraniega los devolvió. Así fue como descubrí las dos primeras novedades editoriales a los pocos meses de ser fundada Aurora Dorada.
Pero lo que más me gusta y amo de Códex (los ejemplos anteriores son emblemáticos) es la apuesta de Vicente por mis libros favoritos con diferencia: los de esoterocultismo (palabro inventado por un servidor para fusionar dos de mis grandes intereses que, si bien pueden parecer lo mismo, en realidad no lo son: esoterismo y ocultismo).
Los libros de esoterocultismo son mis favoritos con diferencia por todo lo que me hacen vivir, sentir y experimentar. Aunque soy escéptico a nivel creyente con lo que proponen, tras unos cuantos años poniendo en práctica esas propuestas, en el fondo las "aventuras esotéricas" que vivo a nivel interior cuando me sumerjo en su lectura son únicas e irrepetibles.
Pero aquí vuelve a suceder algo de lo más común y cotidiano: las editoriales especializadas en estos temas siguen criterios comerciales obvios y comprensibles, pero que estropean las "aventuras" citadas, pues como en cualquier otro tema, hay diversas calidades y no todos los libros de esoterocultismo son equivalentes solo por el hecho de hablar de creencias subjetivas sin fundamento. El nivel más bajo y repudiable a mi juicio (también es una cuestión de "paladares" más o menos selectos) son los libros que mezclan pseudociencias, pseudohistoria y teorías conspiratorias chabacanas con doctrinas y creencias esoterocultistas tradicionales, inventando "engendros" ideológicos infumables para un servidor. Por ese motivo considero que es muy difícil encontrar libros de lo que podríamos catalogar sin temor a equivocarnos como "esoterocultismo serio". Esos libros existen sin duda pero son raras avis que debes buscar escrutando muy a fondo y encontrando los lugares bibliófilos adecuados, donde apuesten por joyas literarias.
Entonces llegó la primavera de 2015 y acudí a Códex como siempre hacía durante los 2 años previos y continué haciendo hasta hoy. Al ser una modesta librería pequeña Vicente solo tiene un escueto apartado para englobar estos temas con la etiqueta ESOTERISMO. Siempre que voy por Códex me detengo unos instantes para inspeccionar esa parte de su catálogo. La aplastante mayoría de ese breve catálogo esoterocultista son libros de Ediciones Obelisco. Se trata de una de las editoriales más conocidas, consolidadas y de largo recorrido en estas temáticas (fundada en Barcelona, España, en 1981 y dirigida por el editor Juli Peradejordi). Exceptuando alguna colección y unos cuantos libros, no es, digamos, "santo de mi devoción". Apuestan excesivamente por las pseudociencias y la autoayuda de peor calidad, pero sobre todo por los peores autores referenciales de las más descabelladas teorías conspirativas, tanto políticas como metafísicas, destacando ser los responsables de la publicación en exclusiva de la mayoría de libros de Zecharia Sitchin (1920-2010) y David Icke. Aunque para ser justo con ellos, no es menos cierto que tienen la mejor colección única en el mercado hispanoparlante de Cábala y judaísmo. También publican libros de francmasonería (o masonería a secas) que tienen mucha calidad, destacando a mi juicio los del autor español Galo Sánchez-Casado.
Entonces, escondido entre la marabunta de libros de Obelisco destacaba, con un lomo blanco reluciente, EL CAMINO DEL LOCO, de un completo desconocido Mark Hedsel y un logotipo editorial en la parte baja también desconocido para mí (NOUS EDITORIAL). El título evidentemente llamó mi atención enseguida y saqué el libro de su apoltronamiento. La portada en verde claro y letras blancas ya me fascinó cautivándome de inmediato. El subtítulo fue definitivo: UN INICIADO MODERNO NOS DESCUBRE LOS ANTIGUOS MISTERIOS. Pero más todavía lo fue leer la blanca y prístina contraportada. El ejemplar era de la mayor calidad a todos los niveles y un ridículo precio: 18 euros. Estaba ante una joya literaria irrepetible del esoterocultismo inusual e inencontrable. Pero sumergirme en su lectura fue un gozo indescriptible y la mayor "aventura esotérica" de mi vida con diferencia.
Durante cuatro años el libro me acompañó y lo guardé como "oro en paño", releyéndolo alguna que otra vez. Pero al llegar el verano de 2019 las vicisitudes que trajo un cambio vital muy intenso y alterador de mi vida poniéndola "patas arriba", me llevaron a venderlo. Por lo menos se lo llevó un desconocido de Wallapop que vino a casa en persona a comprarlo con dinero en efectivo y me conectó al instante. Supe de inmediato que el libro estaría en muy buenas manos. Pero al poco tiempo, tras rehacer mi vida en la situación más comprometida y difícil que he pasado hasta hoy, me arrepentí de haberlo vendido. Nunca más reapareció ni volví a ver otro ejemplar para recuperarlo. Por descontado que tampoco volví a encontrar un libro que ni se acercara de lejos a él, a pesar de pasar un lustro comprando y leyendo los magníficos libros de Aurora Dorada Ediciones, La Felguera, en su ya citada mítica colección Zodíaco Negro, Equipo Difusor del Libro (donde destaca la Editorial Luis Cárcamo) o José J. de Olañeta, Editor.
Pero ayer apareció de imprevisto en Amazon. Quedaban dos ejemplares... ¡Dos ejemplares nuevos, no de segunda mano! Aunque es posible, no es muy probable encontrar un libro publicado hace casi una década, nuevo. Lo normal habría sido recuperarlo de segunda mano donde lo vendí: en Wallapop. O cualquier plataforma similar, incluyendo la misma Amazon. ¡Qué alegría tan inmensa e indescriptible experimenté! Por la noche lo pedí con el recargo para que viniera urgente. Y esta mañana, a las 9:27, ha sonado el timbre de casa. Era la repartidora de Amazon con mi libro favorito. Lo ha puesto en el ascensor y... ¡He recuperado por fin mi libro favorito!
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