La idea tomó una forma inequívoca de repente: era esa siniestra mirada mágica del barbudo northamptoniano más genial de finales del siglo XX en el mundo del cómic (o tebeos). Hablo, ¿cómo no?, de Alan Moore.
¿Sabes de verdad y a fondo quién es Alan Moore? Si la respuesta es afirmativa, entonces pasa de este artículo y continúa con tu vida. Pero si por algún motivo la respuesta es negativa o no sabes bien quién es más allá de 'Watchmen' o 'V de Vendetta', entonces sigue leyendo.
Alan Moore es un magnífico escritor británico y legendario guionista de cómics retirado, nacido el 18 de noviembre de 1953 en Northampton, Inglaterra, Reino Unido. Está unánimemente reconocido por la crítica especializada como uno de los mejores guionistas de cómic de toda la historia (para no pocos, incluyéndose un servidor, el mejor con diferencia, sin duda).
Problemático debido a su peculiar carácter libertario desde la infancia, pronto terminó mal con la enseñanza académica, siendo expulsado del colegio. Su capacidad creativa y genio artístico afloró bien pronto, aunque pasó gran parte de su primera juventud temprana haciendo trabajos no especializados y ganando poco dinero. Hacia 1979 aproximadamente empezó a crear ilustraciones contraculturales para revistas musicales, usando curiosos pseudónimos a medio camino entre la ironía, el guiño y toda una declaración personal de intenciones, como Curt Vile o Jill de Ray. Así se fue ganando un lugar en la industria del cómic, pero pronto descubrió (y más todavía lo descubrió la depredadora industria del cómic) su verdadero talento como guionista, por tanto decidió abandonar la ilustración para dedicarse a la escritura de guiones que pronto empezaron a volverse legendarios y sin parangón durante la década de 1980.
Sus primeros trabajos cortos más notables fueron para la mítica revista británica de cómic 2000 AC, publicada semanalmente y enfocada hacia la ciencia ficción. Al dar comienzo la década de 1980 vendió una amplia cantidad de guiones cortos (medio centenar) y pronto se dio a conocer, apreciando los editores su talento. Trabajó para Warrior, una antología británica de cómics en forma de revista, que se publicó entre marzo de 1982 y enero de 1985, con apenas 26 números, aunque supuso la consolidación de guionistas e ilustradores que luego tendrían una carrera de éxito en la industria del cómic, destacando entre ellos a nuestro protagonista. Por último empezó a crear sus obras legendarias por las que más conocido es Alan Moore a nivel popular, trabajando para Marvel UK, mientras simultaneaba creaciones significativas para la revista 2000 AD.
A mediados de la década de 1980 empezó a preocuparse por el grave problema que había, al menos en el Reino Unido, con los derechos de autor, debido a su ausencia. Esto significaba que los beneficios eran prácticamente íntegros para las editoriales de por vida. En 1985 decidió dejar de trabajar para IPC Magazines, la editorial dueña en ese momento de la revista semanal 2000 AD (dos años después sería vendida su filial a Egmont UK). Afirmó en alguna que otra entrevista que estaba muy disgustado y se sentía engañado. Así dio comienzo su enfrentamiento radical de tres décadas contra la industria del cómic, luchando por recuperar y obtener no solo sus legítimos derechos de autor, sino reivindicando los derechos de todos los autores y creadores de historietas (guionistas, ilustradores e historietistas), en vano. En 1986 dejó de escribir para la revista semanal 2000 AD y detuvo la producción del exitoso proyecto en el que se encontraba trabajando. Lo hizo durante las siguientes tres décadas en numerosas ocasiones y con las editoriales más conocidas para las que trabajó (como Marvel o DC). Se retiró definitivamente del mundo del cómic el 9 de septiembre de 2016. Debido a su disgusto, enfrentamiento y oposición tras la injusta explotación recibida por parte de la industria, que le ha costado no tener casi ni un penique a pesar de haber creado las mayores obras maestras del noveno arte, decido no promocionar ni patrocinar por aquí sus conocidas obras "secuestradas" por esa industria editorial, que puedes consultar si te interesan buscando al autor en Internet.
Alan Moore se ha sentido y sabido desde siempre escritor. Convertirse en el referente guionista de cómics que fue supuso una mera anécdota accidental en su vida, pues desde siempre había deseado ser escritor, pero al cruzarse (para su desgracia y la de muchos otros) con la industria del cómic y poner el inigualable talento que le caracteriza a su servicio, quedó atrapado durante más de tres décadas, hasta que decidió romper por completo con el noveno arte y dedicarse a su verdadera pasión profesional: la escritura. No obstante desde la misma década de 1980 que le vio nacer como genial guionista de cómic, escribió relatos cortos de ficción.
Su primera tentativa literaria seria tuvo lugar en 1996, cuando hizo el debut como escritor publicando La voz del fuego. Fue traducida y publicada en castellano originalmente por PLANETA DeAGOSTINI en 2006. Luego la reeditó Roca Editorial en 2018. Aunque se considera una novela, en realidad se trata de una serie de relatos cortos que abarcan un desarrollo histórico de unos 6.000 años aproximadamente, entrelazándose, aunque todos tienen la misma característica en el trasfondo: suceden en un lugar geográfico concreto, el centro de Inglaterra. Ello tiene una razón intencionada de ser que Alan Moore repetirá de nuevo en el futuro dos décadas después, llevándolo hasta sus últimas consecuencias como declaración de intenciones tras retirarse de la industria del cómic (aunque también lo dejó caer en su obra maestra del cómic 'From Hell', considerada por algunos críticos como su mejor trabajo) que solo podremos entender si conocemos las ideas, creencias y aspiraciones personales del Moore más íntimo, cosa que, por descontado, haremos juntos aquí a continuación. Desconociendo a ese Moore (que es el verdaderamente importante) no seremos capaces de entender nada y por tanto lo juzgaremos de forma injusta valorándolo como si sus trabajos más comerciales fueran la vara de medir su talento. Te aseguro que si Alan Moore te conociera desde esa actitud convencional (ya ni te cuento si eres de los que solo han visto o valoran de alguna manera las adaptaciones cinematográficas que, no solo rechaza con la mayor vehemencia, sino que obligó a los productores a que retiraran su nombre de los créditos), te "rompería la cara" (metafóricamente hablando). Entremos en la auténtica materia interesante (para el otro Alan Moore, consultar Wikipedia o cualquier otra fuente similar fundamentada en su trabajo comiquero comercial).
Sorprendentemente para sus amistades y familia, mientras celebraban el 40 aniversario de Alan Moore el 18 de noviembre de 1993, el siempre imprevisible genio de Northampton declaró que se convertía en mago ceremonial (no prestigitador ni ilusionista, que es la acepción popular de la magia o magia de salón, sino en mago esoterocultista) a partir de entonces. Aunque sus allegados ya conocían de sobra las peculiaridades tan singulares de la idiosincrasia alanmooreana, nunca se esperaron una declaración tal, por tanto guardaron silencio a ver si era una excentricidad propia de una británica borrachera hasta "caer de culo". Pero no, ni de broma hablaba Alan Moore aunque estuviera bien ebrio. A partir de entonces se dedicó a profundizar en todas las prácticas mágicas ceremoniales, estudiando sus paradigmas (como pasó con la también británica magia del caos, aunque luego se distanció, volviéndose bastante crítico con ella y otros paradigmas). Estudió a fondo el lenguaje enoquiano inventado por uno de sus referentes principales, el significativo matemático, astrólogo, ocultista, navegante y consejero real británico renacentista John Dee (1527-1608). Aunque Dee se dedicó a fondo a la alquimia, la adivinación o la astrología, en realidad su mayor interés y especialidad fue el hermetismo. Durante los últimos años de su vida se dedicó con vehemencia a intentar establecer contacto "mediúmnico" con el "más allá" y así fue como se inventó el lenguaje artificial enoquiano, presuntamente "revelado" por los ángeles, en colaboración con el ocultista y estafador británico Edward Kelley (1555-1597). También profundizó en el estudio de Thélema, la filosofía religiosa inventada por otro de sus mayores referentes, el poeta, escritor, alpinista y mago ceremonial británico Edward Alexander Crowley (1875-1947), más conocido como Aleister Crowley. Por último destacar al influyente pintor y escritor británico Austin Osman Spare (1886-1956), más conocido como AOS e inventor de una de las más potentes herramientas mágicas ceremoniales, usadas por todas las corrientes y/o comunidades mágicas posmodernas de finales del siglo XX y principios del XXI: los sigilos.
Más pronto que tarde el genio de Northampton se volvió muy crítico con los convencionalismos creyentes de las comunidades mágicas y casi una década después de convertirse en mago ceremonial escribió un revolucionario manifiesto que es lo mejor que le ha pasado a la magia ceremonial en siglos, titulado ÁNGELES FÓSILES (el irónico título apunta maneras inequívocas sobre el contenido). Escrito en diciembre de 2002, en principio iba dirigido a una publicación especializada de su amigo Joel Birocco, pero la publicación quebró y cerró antes de que se publicara el más significativo manifiesto personal del verdadero, auténtico, genuino y desconocido Alan Moore, donde afirma como premisa fundamental que la magia es arte y que todo arte es magia. Desde principios de 2003 circuló por Internet y solo entre las comunidades mágicas o los ambientes más contraculturales, siendo desconocido para el gran público que conocía al dedillo su obra comiquera. En marzo de 2014 el editor español y amigo personal de Alan Moore Servando Rocha, fundador y dueño de La Felguera, publicó en la colección Zodíaco Negro una irrepetible edición en castellano de la que probablemente sea la obra más importante del verdadero genio de Northampton. Tuve la inmensa suerte de encontrar una segunda edición en Códex poco después de haberse publicado. Es uno de los libros que más he trabajado en mi vida y su valor no solo reside en el manifiesto alanmooreano, sino en el prólogo que escribió el mismo Servando Rocha como presentación.
Pero lo más importante y significativo en realidad de todas las producciones realizadas por Alan Moore fue un invento que puso en marcha durante 1994, pocos meses después de su mayor declaración pública de intenciones mágicas y a la que llamó "Gran Teatro Egipcio de las Maravillas de la Luna y la Serpiente". Para ello creó varias obras performativas que interpretó en directo para un público reducido y selecto, entre 1994 y 2001. En 2018 y bajo la atenta supervisión del propio genio de Northampton, Servando Rocha publicó todos los textos por primera vez en la Colección Zodíaco Negro, siendo un acontecimiento mundial (solo se habían publicado en Reino Unido las adaptaciones al cómic de un par de textos). Se tituló EL LIBRO DE LA SERPIENTE. LOS LIBROS ILUMINADOS DE ALAN MOORE. Conseguí un ejemplar poco después en la Casa del Libro de Alicante, España. También lo he trabajado a fondo.
Ciñéndonos a su aportación comiquera tan conocida y celebrada tanto por los críticos como por el público lector más fan, la pregunta sería: ¿Hay algo verdaderamente destacable en su producción, sabiendo quién es Alan Moore y sus verdaderos intereses íntimos? La respuesta es un sí rotundo. Se trata de la serie de cómic PROMETHEA. Se publicaron 32 números entre 1999 y 2005, en la editorial independiente estadounidense WildStorm (Wildstorm Productions), bajo un sello creado a propósito por Alan Moore: ABC (America's Best Comics). En 1998 WildStorm fue vendida a DC Comics y en 2010 quedó extinta (junto a ABC). Creó PROMETHEA en colaboración con el magnífico ilustrador estadounidense James H. Williams III. A mi juicio nunca se ha creado nada igual en toda la historia del cómic. Ahí reside todo el genuino Alan Moore en sus creencias, ideas, pensamientos y genialidades. Por descontado que se trata de su mayor obra maestra en cómic y nada tiene que ver con su trabajo comercial más conocido, por tanto es una obra maestra cuasi desconocida e incomprendida, como sucede con el Alan Moore escritor. La serie original fue traducida y publicada por Planeta De Agostini (actualmente Planeta Cómic). Años después se publicó la obra completa recopilada en 3 tomos por parte de ECC Cómics (durante varios meses de 2016). Encontré esa nueva edición en algún momento de 2017, en la tienda FNAC de la Nueva Condomina, Murcia, España. La tienda todavía estaba en el emplazamiento anterior, antes de trasladarse donde está actualmente.
En septiembre de 2016, simultáneamente a su decisión de retirarse del mundo del cómic, publicó la descomunal novela de unas 1.500 páginas JERUSALÉN, donde consumó su mayor proyecto literario personal, esbozado en LA VOZ DEL FUEGO. Aquí sí da rienda suelta a una de sus creencias principales, la psicogeografía, cuyas afirmaciones aseguran que tu lugar de nacimiento debe convertirse en el centro principal de tu mundo personal, pues cada lugar configura a nivel histórico las emociones, los pensamientos, los sentimientos y las creencias que tenemos, interrelacionándose todo lo que ha sucedido allí a lo largo del tiempo, en quienes somos. De esta manera, Alan Moore hizo una intensa amistad con el fundador de una nueva concepción psicogeográfica distinta a la original (asociada al situacionismo francés de la segunda mitad del siglo XX). Me refiero al escritor y cineasta galés Iain Sinclair. JERUSALÉN se publicó en un estuche con tres tomos de unas 500 páginas aproximadas cada uno. Cuenta la historia en clave psicogeográfica de Northampton, su ciudad natal (y que como buen psicogeógrafo que es nunca ha abandonado), con una variedad muy compleja de personajes e historias. El segundo tomo es un imaginativo viaje mental mágico de fantasía, protagonizado por uno de los personajes principales en su infancia. Se trata de una novela nada aconsejable para profanos o lectores acostumbrados a los ritmos comerciales impuestos por los grandes grupos editoriales y la tendencia superventas de las modas literarias del momento. De hecho se trata de una de las novelas más difíciles que he leído en toda mi vida, pues el genio de Northampton juega a fondo con el lenguaje y diversos estilos literarios experimentales, que homenajean a escritores británicos o del Reino Unido complejos y nada fáciles de leer, como es el caso del irlandés James Joyce (1882-1941). El novelón le costó una década de escribir y ha sido su proyecto más ambicioso hasta el momento. El traductor contratado por el Grupo Planeta (que se hizo con los derechos de autor en España), José Torralba Avellí, estuvo casi tres años para traducirla. Se publicó en noviembre de 2019 en el sello Planeta Cómic, pero no dejó satisfecho a nadie y desató críticas vehementes por parte de los lectores más exigentes (como no podía ser de otra forma). Casi tres años después, en septiembre de 2022, el Grupo Planeta retiró del mercado aquella primera edición y publicó una segunda revisada y corregida, bajo el sello Minotauro, su sello especializado en ciencia ficción, fantasía y terror. Yo tuve y leí un ejemplar nada más ser publicada, en noviembre de 2019, la primera edición. Compré mi estuche con los tres volúmenes en Códex. Acabé regalándoselo a un amigo íntimo practicante de la magia del caos hace ahora un año.
Y para finalizar este artículo dedicado al otro Alan Moore o genio de Northampton escritor, menos conocido por el gran público, su último libro hasta hoy y que un servidor sepa, se publicó en octubre de 2022 con el acertado título ILUMINACIONES. Se trata de una brillante, imaginativa, bastante compleja de leer (pluma característica del Moore escritor como ya vimos) y altamente creativa miscelánea de relatos cortos y un par de novelas también cortas. La producción abarca toda su carrera, incluyendo algún que otro relato de la década de 1980 cuando empezaba como guionista de cómic y que tenía guardado por ahí, hasta pocos años antes de publicarse la antología literaria. También hay algo escrito para esa misma colección. Pero lo mejor es su desquite y "venganza" contra la depredadora industria del cómic en la novela más larga incluida en el libro, titulada Lo que podemos saber de Hombre Trueno, que abarca desde la página 233 hasta la página 540. Se encargó de la traducción la espectacular editorial española NOCTURNA EDICIONES, de Madrid, en la colección NOCHES NEGRAS. Fue publicada la primera edición en abril de 2023.
A ti yate considero mi amigo
ResponderEliminarPues muchísimas gracias sinceras por esa consideración, amigo.
Eliminar