domingo, 17 de agosto de 2025

'MENTE EN SILENCIO' de Jiddu Krishnamurti (reseña)

Acabo de leer (por enésima vez) el libro MENTE EN SILENCIO.

   Escrito por el conferenciante y pensador hindú Jiddu Krishnamurti, nacido el 11 de mayo de 1895 en Madanapalle, Andhra Pradesh, India y fallecido el 17 de febrero de 1986 en Ojai, California, Estados Unidos debido a un cáncer de páncreas.

   La trayectoria y el pensamiento de este iconoclasta y disruptivo personaje no tiene equivalencias de tipo alguno (atención a la afirmación) en toda la historia de la humanidad a mi parecer. Según lo ve servidor Krishnamurti fue el ser humano que mejor y con mayor lucidez y discernimiento ha entendido la cuestión humana a nivel global e integral, aunque destacando sus certeros análisis sobre el comportamiento, la conducta, el pensamiento, la mente y sobre todo el funcionamiento de las ideologías (religiosas, filosóficas, políticas) o la subjetividad creyente que nos caracteriza como especie. A mi juicio no es posible entender la condición humana y el funcionamiento de la sociedad sin haber entendido previamente, de manera correcta y amplia, el pensamiento krishnamurtiano, aunque más bien diría las reflexiones mayéuticas que propuso este señor en infinidad de conferencias y diálogos con todo tipo de interlocutores, a lo largo de 57 años.

   Su particularidad más singular fue no ser nada ni nadie a nivel alguno, lo cual es de gran elocuencia según yo lo veo: ¿Quién, si no, podría haber entendido la verdadera y genuina estructura del condicionamiento mental subyacente, que alguien poco o nada condicionado por una sociedad que presuntamente "educa" a sus individuos desde la infancia, aunque mejor diríamos que adoctrina a sus individuos para que sean productivos y reproduzcan una cantidad de tradiciones y creencias, determinadas por cierta serie de estándares cuando menos dudosos?

   La vida de Krishnamurti fue apasionante y difícil de creer si no hubiera sido real, pues, al menos hasta donde sé, no he conocido otro caso igual, claro ejemplo de que la realidad muchas veces supera con creces a la ficción. Nacido en el seno de una familia hindú de brahmanes (la casta sacerdotal y única valorada muy por encima de sus posibilidades en la clasista radical sociedad hindú) venidos a menos, en decadencia, pasó su infancia bordeando la pobreza. La condición personal de niño absorto en su mundo interior y sin dotes intelectuales de tipo alguno le llevó a ser considerado por el entorno como un "retrasado" mental (en términos de la época). Pero hay un detalle en su mejor, exhaustiva y más amplia biografía de todas las que se escribieron, KRISHNAMURTI. BIOGRAFÍA (Editorial Sirio, Málaga, 1990), de la escritora, activista cultural hindú y amiga personal de Krishnamurti Pupul Jayakar (1915-1997), que da que pensar: su madre, Jiddu Sanjeevamma, que murió cuando él tenía apenas 10 años de edad, decidió parir a su enésimo hijo en el recinto de la vivienda, donde, de acuerdo con las creencias religiosas hinduistas de las que eran muy devotos ambos progenitores, no se podía dar a luz por ser un recinto sagrado dedicado a la adoración de la divinidad o las divinidades elegidas (ya que la India es un mundo aparte y muy complejo a nivel religioso, bastante difícil de entender para la monolítica mentalidad occidental en lo religioso). No obstante aquella mujer insistió tanto que el marido y la familia acabó accediendo. De hecho, el nombre que le puso (pues fue elección de la madre), significa algo así como "encarnación de Krishna", teniendo en cuenta que Krishna es uno de los personajes heroicos mitológicos y divinidad muy importante en la India, algo parecido a Jesucristo para los cristianos (avatar o encarnación del dios Vishnu). Ella creía con seguridad y firmeza que su hijo había nacido con una "misión" espiritual importante. Los estudios biográficos, destacando el citado más arriba, indican que existía una creencia generalizada en la hipotética capacidad "mediúmnica" de Sanjeevamma, que, al parecer, también se creía que había "heredado" el hijo protagonista de esta reseña.

   Cuando Krishnamurti estaba a punto de cumplir los 14 años de edad, en abril de 1909, fue descubierto en una playa privada de Adyar, Chennai, Tamil Nadu, India, junto a su hermano Nitya, por uno de los más influyentes miembros de la sede principal que tenía la Sociedad Teosófica allí. 

   La Sociedad Teosófica es una organización espiritual de tipo esoterocultista, fundada el 17 de noviembre de 1875 en Nueva York, Estados Unidos, por la polémica escritora y ocultista ucraniana Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), el coronel estadounidense Henry Steel Olcott (1832-1907) y el abogado irlandés William Quan Judge (1851-1896). Es más conocida como teosofía. A pesar de su nombre y catalogación no tiene relación alguna con la verdadera teosofía, hoy catalogada como teosofía cristiana para distinguirla de la Sociedad Teosófica, originada en los siglos XVII y XVIII en el seno del cristianismo protestante alemán, como alternativa a la reforma luterana, siendo su figura más destacada el zapatero y místico alemán Jakob Böhme (1575-1624). 

   La verdadera teosofía original era una postura cristiana protestante centrada en el conocimiento directo de la naturaleza de la divinidad, así como del origen y el propósito de la creación, siendo fiel a la etimología de la palabra en griego. En cambio la Sociedad Teosófica simplemente se apropió del concepto para reinterpretarlo de una manera errónea, siendo un batiburrillo sincrético de doctrinas, escuelas u orientaciones filosóficas, espirituales y esoterocultistas descontextualizadas, para acabar dando prioridad a una interpretación occidentalizada del hinduismo y sobre todo del budismo, a la que se llamó "budismo esotérico", aunque no tenía nada que ver con el verdadero budismo. Durante la segunda mitad del siglo XX varias organizaciones y/o sectas de corte esoterocultista siguieron el mismo camino, influenciadas por la Sociedad Teosófica, a destacar el Movimiento Gnóstico Cristiano Universal del colombiano Víctor Manuel Gómez Rodríguez (1917-1977), que operaba bajo el pseudónimo Samael Aun Weor, o la Nueva Acrópolis del argentino Jorge Ángel Livraga Rizzi (1930-1991).

   Bueno, pues Krishnamurti fue descubierto por el escritor y muy influyente, aunque polémico (debido a su presunta pedofilia) miembro teosófico británico Charles Webster Leadbeater (1854-1934), mano derecha de la mayor líder de esta organización antes de caer prácticamente en el olvido, la escritora y activista por los derechos de la mujer Annie Besant (1847-1933). Y... ¿Cómo pudo ser descubierto Krishnamurti por Leadbeater en una playa privada que pertenecía a la sede hindú principal de la Sociedad Teosófica? Porque el padre, Jiddu Narayaniah, funcionario público de profesión, se convirtió, a pesar de su hinduismo ortodoxo, en miembro de la Sociedad Teosófica desde 1906, consiguiendo un empleo en la citada sede, donde se trasladó a vivir, junto a sus hijos, en 1907.

   Leadbeater afirmaba que tenía capacidades "mediúmnicas". Su más extravagante, pero popular en esos mundillos, afirmación, era que podía ver el "aura" que presuntamente, de acuerdo con ciertas creencias espirituales y esoterocultistas, rodea a los seres vivos. Tras encontrarse con Krishnamurti en aquella playa privada, dijo que jamás había visto nada igual, pues el alma de aquel muchacho adolescente estaba "libre de todo egoísmo", según sus propias afirmaciones. Parece ser que en realidad, debido a su inequívoco comportamiento, sentía atracción pedófila por los chicos adolescentes. Informó de inmediato a Besant, la líder, pues según su relato (¿podría tener algo de cierto, viendo la trayectoria posterior del personaje protagonista de esta reseña?) ese muchacho pobre, sucio y considerado "retrasado" mental, había venido a cumplir una "misión" espiritual de gran trascendencia. Como una de las creencias principales de la cofundadora y líder teosófica Madame Blavatsky, así como luego de los herederos de la Sociedad Teosófica, era que existía una hipotética "jerarquía" de "Maestros Ascendidos" (el término correcto en aquella época era "Mahatmas"), esperaban la llegada de un instructor mundial de rango espiritual muy elevado (cuasi la encarnación de una divinidad) y por eso, debido a la gran influencia de Leadbeater sobre Besant, se decidió proclamar al adolescente Krishnamurti como el "vehículo" del "Maestro del Mundo", una creencia mesiánica presente en religiones como el hinduismo (Kalki Avatar) y el budismo (Maitreya). Para ello se creó una suborganización teosófica llamada la Orden de la Estrella de Oriente en 1911, con la intención de difundir el presunto "mensaje" de Krishnamurti que, en realidad, escribía Leadbeater y otros miembros. 

   Pero a medida que nuestro protagonista dejaba atrás la adolescencia y culminaba su juventud, empezó a dudar de todo, dándose cuenta de que era una fabulación ilusoria creyente que, en no pocos casos, especialmente con la cofundadora y primera líder, rozaba el engaño y un flagrante fraude. A partir de 1922 vivió una especie de "despertar" espiritual similar a la creencia hindú en el ascenso de la kundalini (un tipo de "energía" espiritual que recorre la columna vertebral, de acuerdo con esa creencia). Sus dudas aumentaron en los siguientes 7 años, hasta que el 3 de agosto de 1929, mientras tenía lugar uno de los campamentos de verano en Ommen, Overijssel, Países Bajos, donde la Sociedad Teosófica tenía una fuerte presencia, especialmente la Orden de la Estrella de Oriente, Krishnamurti dio una magistral charla legendaria titulada 'La verdad es una tierra sin caminos', donde decidió disolver la suborganización y rechazar tanto su rol "mesiánico" como su pertenencia a la Sociedad Teosófica. Todo el mundo se quedó estupefacto. Nadie supo asimilar muy bien lo que había sucedido, en especial Annie Besant, ya anciana y un tanto senil, que falleció 4 años después sin entender nada.

   A partir de ese momento, Krishnamurti se dedicó el resto de su longeva vida a dar conferencias y tener diálogos con todo tipo de interlocutores (personalidades públicas variopintas del mundo de las artes, la filosofía, la religión, la política y las ciencias, así como personas anónimas de todo el mundo), donde la característica principal era algo parecido al método socrático o mayéutica, es decir, la indagación mediante preguntas que eluden una respuesta cerrada, para que cada interlocutor u oyente encuentre la respuesta por sí mismo, en estado de autoexploración interna. Las reflexiones que proponía eran muy críticas con las creencias, los hábitos, las tradiciones y las costumbres. Sus análisis de la realidad individual y social se caracterizaron por una lucidez metacognitiva inusual que jamás he visto en ningún otro ser humano, pues todos solemos hablar desde una posición ideológica concreta que nunca (o rara vez) se cuestiona a sí misma en lo esencial. Por descontado que, al menos hasta donde conozco, tampoco nadie ha hecho lo que él hizo, sino todo lo contrario: ¿Renunciar a un rol de autoridad máxima, especialmente en el contexto religioso?

   Durante una década, entre la segunda mitad de 1995 y la primera mitad de 2005, Krishnamurti fue mi lectura principal recurrente. Sin duda ha sido la mayor influencia personal a todos los niveles con diferencia. Pero él no era escritor, sino conferenciante. Por tanto la aplastante mayoría de sus libros son transcripciones de las charlas y los diálogos, exceptuando los 2 diarios. La mejor edición a mi juicio es: Diario I. Edición renovada (Kairós, Barcelona, 1999) y Diario II. El último diario (Kairós, Barcelona, 1999).

   Mi ejemplar es una primera edición publicada en abril de 2022 por Editorial Kairós, una de las editoriales españolas independientes, longevas, así como más importantes y significativas en la publicación de libros especializados en espiritualidad seria y sobre todo orientalismo, fundada en 1964 en Barcelona por el ingeniero, filósofo y escritor español Salvador Pániker Alemany (1927-2017). En la actualidad está dirigida por su hijo Agustín Pániker, editor y escritor español especializado en la cultura hindú. Aunque también publica cosas bastante dudosas y cuestionables (como los libros del polémico líder sectario hindú Osho [1931-1990]), no obstante se trata de una editorial con seriedad, rigurosidad y de la mayor confianza si te interesa la espiritualidad o el orientalismo, alejada de los libros nueva era sin criterio, como los que publica Ediciones Obelisco, Editorial Sirio o Ediciones Ishtar Luna-Sol (lo cual no significa que no publiquen cosas muy interesantes y serias), con todo tipo de pseudociencias infundadas y teorías conspirativas infumables. Por encima, en nivel de seriedad rigurosa a mi juicio, estaría Editorial Trotta (en orientalismo y religiones) o Ediciones Atalanta (en espiritualidad), pero pocas más. Por debajo estaría el Grupo Gaia, que incluye los sellos Gaia Ediciones, Arkano Books, Dojo, Neo Person y Rigden, a medio camino entre Kairós y Obelisco o Sirio. La edición original en inglés fue publicada en 2019, lo cual significa que estos escritos permanecieron 33 años guardados tras la muerte del autor.

   El libro tiene 366 páginas repartidas en un prólogo explicativo, un prefacio, 3 partes con 60 capítulos en total y una mención a las fundaciones Krishnamurti.

   Se trata de la mayor rareza literaria genuina y única en la producción bibliográfica relacionada con Jiddu Krishnamurti, pues a diferencia de la aplastante mayoría de libros publicados bajo su autoría, está compuesto por 60 capítulos que salen de los escasos escritos que el protagonista de esta reseña escribió de su puño y letra, aunque fueran diálogos. Esto es una anomalía inusual en el "canon" krishnamurtiano, pues casi todos sus libros (exceptuando los dos diarios que ya mencioné y poco más) son transcripciones de las grabaciones en audio de sus intervenciones, tanto en charlas y debates surgidos en el contexto de esas charlas, como en diálogos con interlocutores. El mayor valor a mi juicio, como experto lector de la mayoría de libros que se han traducido al castellano (los mejores según mi experiencia son los de Editorial Kairós), reside en las reflexiones personales de su puño y letra, subrayando los capítulos con marcador amarillo (aunque parezca verde claro) como se ve en las fotografías que hay más arriba. Ahí es donde te puedes acercar al pensamiento krishnamurtiano y ver por ti mismo la singularidad, lucidez y discernimiento de este ser humano sin parangón, lo mejor que ha dado la especie humana a mi parecer.

10 comentarios:

  1. ¡Que sorpresa! Uno de mis amigos, lector de tu blog casi a diario como yo, cuando le comenté lo de septiembre me dijo que algo de krisnamurti caería, le va a gustar éste y mucho. Yo aún no he leído nada suyo y creo que estoy en mi mejor etapa para algo así. ¿Me aconsejas este 👉 para empezar?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Vaya coincidencia! Antes de nada, un saludo a tu amigo y mi agradecimiento por ser lector habitual del blog, pero lo mejor de todo es saber de la existencia no solo de un lector asiduo de Krishnamurti, sino de alguien cuya propuesta iba a ser algo de Krishnamurti para reseñar, aunque me adelantara sin saberlo. Estamos hablando de un pensador tan radicalmente diferente a todo lo que podemos encontrar en el mercado editorial, que cuando te expones por primera vez a él te "hackea" el cerebro y o bien no entiendes nada o bien te "explota" la cabeza por el replanteamiento radical de toda tu vida y forma de pensar. Personalmente creo, por tu apertura a los nuevos descubrimientos, que no te pasará nada de eso, pues seguro que tu amigo te habrá hablado de él y ya vas sobre aviso. Sí, a mi juicio este libro reseñado es el mejor con diferencia, tanto para empezar como si ya eres un asiduo lector de su obra, pues tiene diálogos típicos que puedes encontrar en cualquiera de sus libros, pero hay una novedad que no suele ser habitual: reflexiones de su puño y letra que condensan todo el pensamiento krishnamurtiano en perlas esenciales.

      Eliminar
  2. Krishnamurti se escribe. Me acaba de fijar bien, al no conocer bien al autor, vaya fallo 😅🤦

    ResponderEliminar
  3. Disculpadme por cambiar de tema, disculpame Bro, ese libro de Krishnamuerti va a la saca fijo, recuerdo los largos paseos, donde con fascinación extrema me contagiaste de la maravillosa aventura de Jiddu y su mensaje, estaba claro que aquí debía de haber si o sí un post sobre él, y ha sido impecable. Pero al mismo tiempo que sucedía la lectura de tu blog ocurrían otras cosas por aquí
    El día 15 dejamos a Alba en el aeropuerto de Barcelona destino Italia.
    Aprovechando el viaje
    Ana y yo(más bien ella)
    Nos buscamos una casa
    En una zona montañosa
    Cerca de Montserrat
    Un lugar de misterio e historias increíbles
    Yo no había buscado información del lugar donde ibamos
    Más por pereza que por evitar spoilers
    Ni siquiera sabía apenas donde íbamos
    Y al poco de entrar en la zona de sablazos autopisteros, de 20 pavos por 30 kilómetros de asfalto viejo y cochambroso, divisé aquellas montañas hechas de montículos de piedra con formas alucinantes y alucinógenas como nunca había visto antes, supe enseguida que aquello debía ser Montserrat y al poco lo confirmé, no sé si habéis escuchado o leído acerca de todos los misterios y leyendas que corren en torno a aquellas montañas pero son fascinantes. Hace muchos años recuerdo haber visto un programa de cuarto milenio dedicado a todas ellas y hay una que se me quedó grabada para siempre, incluso en aquel momento busqué información para viajar hasta aquí, claro que el tiempo siguió y quedó en el olvido hasta hace un par de dias, cuando apareció sin esperarlo y regresaron los recuerdos de todas aquellas historias y sobre todo las de portales perdidos donde gente que se adentraba en el bosque rocoso no volvía a aparecer jamás ni ellos ni sus cuerpos.
    La carretera dejó atrás la magia y nos llevó a nuestra colonia apenas habitada, unos 50 ancianos, ni un solo comercio. Resultó que la vivienda donde nos alojabamos estaba situada frente a una mansión abandonada de finales de 1800 con una arquitectura y una belleza transtemporal digna de ser protagonista de una historia de terror. Por supuesto lo primero que hice fue rodear toda la finca buscando un hueco por donde colarme, pero era difícil y no quería alertar a los ancianos, además todas las entradas estaban cerradas a doble puerta. En el tercer piso hay tres pequeñas ventanas y desde la primera vez que vi la tercera contando por la derecha no puedo quitarle el ojo,me tiene hipnotizado, es la única que no tiene portón viejo de madera, tan solo el sucio cristal y una cortina blanca y rasgada a medio cerrar o medio abrir.
    El segundo día decidimos inspeccionar la zona dirección al abarcante sonido del río, atravesamos los huertos y descubrimos un camino que discurría acompañando al agua. Caminamos y caminamos, con Rocky disfrutando como un niño, el lugar era tan salvaje, tan frondoso, con tantas formas rocosas gigantescas, atravesando estructuras abandonadas, cruzando varias veces el río de roca en roca. El mundo desapareció del todo y sentí que estaba en una aventura de Tom Sawyer o Huckleberry Finn, recordé a Mark Twain, mientras nos comían los mosquitos. Luego volvimos y ahora estamos tumbados y fuera cae una tormenta de tres pares de cojones con relámpagos y truenos, que aumentan la belleza de la casa de enfrente, huele a lluvia y tierra mojada y me preguntó si conocerás alguna rareza literaria de Mark Twain pues si no recuerdo mal también era humorista, quien sabe. Perdón por la profanación a Krishnamurti


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me dejó Blogger publicar la respuesta por extensa. Está más abajo, en 2 partes, Bro. 👇

      Eliminar
  4. Será mi próxima adquisición. El título ha sido como recibir un mensaje directo en estos momentos, además confío en usted y en su criterio. Gracias por tan valiosa aportación, ya le contaré que me parece.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero que le guste, le llegue al corazón y le ayude de verdad. Gracias por la confianza que deposita en servidor. Ojalá mi criterio no le falle en este crucial caso. Estaré encantado de recibir su parecer por donde sea: aquí tiene este espacio a su disposición y si quisiera mayor espacio o intimidad, ya sabe: anonimosinnombre133@gmail.com.

      Eliminar
  5. ¡Esto sí es un comentario genuino y literario digno del blog! Krishnamurti puede esperar. Todavía estoy "viajando" psiconáuticamente con tu evocador relato de aventuras reales en la mágica y mística Montserrat, a tu lado, Bro, mi literario Bro, ahí, contigo, presente psíquica aunque ausente físicamente. Fíjate si los relatos sobre la magia y el misterio de ese macizo rocoso, que se considera la montaña más importante de Cataluña, llegaron lejos, que Heinrich Himmler, el Reichführer de las SS en la Alemania nazi, visitó la montaña en octubre de 1940 durante su única visita a España (si mal no recuerdo), aunque vino por otros motivos políticos ajenos, pero no pudo volver a Alemania sin visitar el absorbente lugar, debido a la relación mitológica que esa cadena montañosa tiene con una de las creencias principales del cristianismo místico: el Santo Grial, gracias al cual se han derramado ríos de tinta desde la Edad Media, principalmente a través del llamado ciclo artúrico, donde se fusionó a nivel literario el cristianismo con tradiciones celtas precristianas, que hacían referencia a un caldero divino. A principios del siglo XIII, el caballero y poeta alemán Wolfram von Eschenbach escribió una de las más influyentes obras maestras cumbre de la poesía épica y el ciclo artúrico, basado en la legendaria búsqueda del Santo Grial: 'Parzival'. A pesar de ser una obra de ficción, algunos investigadores quisieron asociar el castillo del Grial, Munsalvaesche, con Montserrat, destacando al obersturmführer (equivalente a teniente en el ejército español) de las SS y escritor alemán Otto Rahn, medievalista aficionado que indagó en las leyendas literarias artúricas del Grial y fue el que con mayor vehemencia hizo la interpretación montserratina de este artefacto mitológico, que él no asoció a una copa sino a una piedra preciosa. Himmler acudió a Montserrat por influencia de Rahn, llevando en el bolsillo un ejemplar de su libro más conocido: 'La corte de Lucifer'.

    ResponderEliminar
  6. Así que, entre otros autores, estudiosos, esoterocultistas y medievalistas, te encuentras, efectivamente, en un lugar mágico y lleno de creencias espirituales, esotéricas, neopaganas y cristianas místicas donde se funden no pocas tradiciones y orientaciones de todo tipo, especialmente literarias épicas. Pero tú, en cambio, conectaste con el gran Mark Twain, pseudónimo literario del estadounidense maestro de la literatura universal Samuel Langhorne Clemens (1835-1910). Evidentemente es comprensible la conexión mental que has hecho con su obra más conocida 'Las aventuras de Tom Sawyer' (publicada entre 1876 y 1878) y su secuela 'Las aventuras de Huckleberry Finn' (publicada entre 1884 y 1885), desapareciendo el mundo, para sentir que estabas en una aventura de esos 2 clásicos de la literatura universal. Eso es signo inequívoco de lo gran lectófilo que eres sin duda. Por otra parte, sí, efectivamente, Twain era un humorista tan bueno que hasta fue apreciado su humor e ingenio por varios presidentes estadounidenses. Escribió sátiras que retrataban su época a la perfección, con un agudo, afilado y brillante sentido del humor. Y me preguntas, por último, si conozco alguna rareza literaria de Twain. Bueno, Bro, como ya sabes no soy un gran aficionado a los clásicos ni a la literatura convencional. El tiempo de lectura es limitado y hay que elegir. Los clásicos nunca llamaron mi atención más allá de los intentos que he tenido en no pocas ocasiones por leerlos. No creo ser la persona más indicada para aconsejarte sobre ello, pero a mi juicio, aunque hoy es otro clásico, en su momento fue una importante rareza literaria 'Un yanqui en la corte del rey Arturo' (publicada en 1889). Aunque se trata de una brutal sátira desternillante, fue una novela precursora de la literatura de género, en especial de la ficción científica y la fantasía, con el tema "viajes en el tiempo" que, si bien luego se ha convertido en un lugar común de la ciencia ficción, a finales del siglo XIX era más bien una rareza literaria. Y con ella, centrada en una versión diferente, pero del mismo literario mito protagonista del ciclo artúrico, cierro la conexión con Montserrat que me acaba de transportar contigo allí. Gracias por este inesperado regalo, Bro.

    ResponderEliminar
  7. Ole, infinitas gracias por esta maravillosa respuesta, si, era consciente de que los clásicos no llaman demasiado tú atención al igual que a mí por motivos que ya sabemos pero me vinó así la inspiración y quise preguntar por si acaso, ya que también había leído que Twain también escribió poesía. De todas maneras me queda lo mejor por venir, hoy o mañana visitaremos la montaña mágica, ya te contaré

    ResponderEliminar