Miércoles, 6 de agosto de 2025.
14:00.
Como he contado en alguna ocasión, cuando tuve la ocurrencia de crear este proyecto bloguero literario hace un año, simplemente lo hice sin más, tras un lustro desconectado del blogging. Unos pocos meses después a mi mujer se le ocurrió la idea de crear un perfil en TikTok para promocionar el blog. Lo llamó Vidaliteraria, así, todo junto. Desde entonces ella se hace cargo de llevarlo. Espontáneamente me surgió la idea de grabar vídeos que no rebasaran mucho el medio minuto aproximadamente y solo enfocados a promocionar las reseñas.
Hasta el momento todo ha ido bastante bien, pues esa idea de mi mujer ha sido la única promoción activa del blog, pasando de 5 visitas a lo sumo por artículo cuando empezó, a una media de 500 más o menos estables, oscilando hasta 1.000 y rebasando ese número con creces (más del doble) en algún momento puntual.
Creo que no me equivocaría mucho si dijera que la comunidad lectora y sobre todo seguidora habitual del blog ha surgido de la idea que tuvo mi mujer. Por mi experiencia con otros proyectos blogueros sin sustento promocional entre 2009 y 2020 estoy bastante seguro de que nunca hubiera llegado este blog literario a superar las 50 visitas por artículo.
Y de vez en cuando, muy esporádicamente, alguien se atrevía incluso a comentar algo, teniendo una significativa deferencia hacia el perfil claramente promocional y no de contenido propio independiente. Incluso el otro día me hizo mucha ilusión recibir el primer comentario discrepante en el vídeo que promocionaba la reseña del libro ToDa Mi VioLeNciA eS tUyA^^ de Carolina Yuste, pues literalmente es imposible que una novela experimental tan disruptiva y vanguardista, con 2 ediciones de 5.000 ejemplares cada una en apenas un mes, le guste a todo el mundo y no haya alguien a quien le parezca una mierda o al menos que no le guste nada.
Muchas veces me acuerdo de una interesante reflexión que emitía el publicista, presentador televisivo y escritor español Risto Mejide en uno de sus libros, hace aproximadamente una década: algo así como que si no molestas a nadie o nadie se molesta con tus opiniones, es que literalmente no estás diciendo nada. Por eso cuando alguien (eso sí, con gran educación y respeto) discrepó el otro día de mi opinión sobre la magnífica novela escrita por Carolina Yuste a mi parecer, lo agradecí de verdad, sinceramente, pues refleja parte importante de la realidad, que esa persona lectófila se dignó a expresar, tomándose la molestia de escribir un comentario que incluso argumentaba escuetamente el por qué, presentándome una perspectiva diferente con la cual reflexionar.
Pero el motivo de escribir este artículo no era para contar esa anécdota, sino otra: hace unos pocos días recibí también, a través del perfil Vidaliteraria en TikTok, una recomendación lectófila.
Cuando mi mujer (que siempre me envía las capturas de los comentarios para que le envíe la respuesta) indagó un poco, descubrió que se trataba del autor del libro.
Ilusionado por el acontecimiento literario, de inmediato mi mujer pidió el libro en Amazon (el acuerdo que tenemos es dar prioridad a las recomendaciones, siempre y cuando sean razonables, es decir, que vengan una tras otra con tiempo de diferencia y no varias de golpe, cosa que nunca ha sucedido hasta el momento), pero no llegaba hasta hoy.
Hace unos pocos minutos ha llamado el repartidor de Amazon y como siempre, le he dicho que deje el paquete en el ascensor, recogiéndolo.
¡Ya está aquí el siguiente descubrimiento literario!
Veo que se trata de una autoedición o coedición impresa en Amazon.
Este asunto es muy delicado para mí y siempre me provoca sentimientos encontrados, pues se juntan varios factores adversos. Por una parte no hay nada que me sensibilice más que las personas cuya aspiración es ser escritores. Pero cuando eres un lectófilo empedernido y de largo recorrido como yo, es excesivamente difícil valorar con la mayor objetividad posible una autoedición o coedición, ya que carecer de todos los medios editoriales a tu alcance (aunque sean editoriales pequeñas e independientes sin grandes recursos para la edición) impide poder leer y valorar correctamente a un autor, por eso me abstengo la mayoría de veces (por no decir siempre) de hacer valoraciones arriesgadas que, o bien desmerezcan injustamente al autor y le desmotiven, o bien den una impresión equivocada sobre su talento y capacidad por no querer ser demasiado injusto con él. Así que mi decisión suele ser dejar constancia de la existencia del libro y el autor, pero no opinar sobre su obra, básicamente porque no tengo una opinión formada debido a toda la serie de impedimentos citados que no me permiten formarme una opinión personal justificada.
Yo le conocí gracias a esta Red social y me salvo la vida. Yo ando en una depresión por la muerte de mi esposa y su trabajo me ayuda a encontrar libros que nunca llevaría a mis manos pero que usted ha hecho que me lo replantee. Gracias.
ResponderEliminarVaya, nunca hubiera esperado una noticia así. Por una parte me alegra escuchar que le haya podido ayudar en algo, pero llegar a la consideración de haberle salvado la vida son palabras mayores. No me puedo ni imaginar lo que debe ser vivir la muerte de su esposa. Es uno de mis grandes temores en la vida. Eso indica que ustedes estaban muy unidos y tenían un amor verdadero. Lo sé por experiencia propia. No hay nada que lamente más y me produzca mayor tristeza que recibir esta noticia. Lo siento de corazón por usted y su irreparable pérdida. Ojalá encuentre aquí algo de ese consuelo casi imposible de encontrar ante tamaña pérdida. Si puedo servirle o serle útil en algo más no dude en contactarme: anonimosinnombre133@gmail.com. El agradecimiento es recíproco, pues usted salvó este blog hace unos meses cuando decidí por primera vez dejarlo en serio y manifestó aquel comentario gracias al cual decidí seguir adelante.
EliminarLe doy las gracias de corazón, he sentido su comentario cercano y sentido, le leo siempre y cada día reviso si hay nuevas entradas, espero poder seguir haciéndolo por mucho tiempo.
EliminarEn humildad eres un fuera de serie, tiktok tendría que reinventarse para merecer tenerte entre suscriptores, pero tengo que darle las gracias pues hoy en día es una ventana al mundo y si voy a encontrar joyas así, siempre compensará. Me cuesta leer autoediciones, en mi experiencia, or la calidad de su contenido, pero si apoyo cualquier intento, por eso hablo de tu humildad. ¡Eres un grande!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario. Bueno, lo de TikTok es comprensible a mi juicio, ya que el único contenido que subo es de promoción y ni siquiera le dedicó ni un minuto. No sé si la conoces pero hay una tiktoker literaria brutal, que es lo más de lo más: @cenobeita. Se llama Bea. Hace un trabajo impresionante. Por otra parte, lo de las autoediciones. Mira que lo he intentado y lo sigo intentando. Me da una pena terrible por los autores y su ilusión de ser escritores, pero no hay manera. Supongo que será la costumbre de leer libros con un trabajazo de edición por detrás.
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