Un espacio para verdaderos amantes de la lectura donde compartiré autores, editoriales, encuentros y lecturas de libros o cómics raros, especiales, instructivos y fuera del circuito editorial enfocado a lo comercial o literatura de masas (aunque siempre se colará alguna que otra cosa más convencional).
viernes, 22 de agosto de 2025
'¿Por qué dividimos entre interno y externo?' Análisis subjetivo de las reflexiones krishnamurtianas
jueves, 21 de agosto de 2025
'CREEPSHOW' de VV. AA. (reseña)
miércoles, 20 de agosto de 2025
'SANGRE BÁRBARA' de El Torres & Joe Bocardo & Manoli Martínez (reseña)
Acabo de leer el cómic SANGRE BÁRBARA. EDICIÓN SALVAJE.
Escrito por el reconocido guionista de historietas y escritor español Juan Antonio Torres García, nacido el 19 de julio de 1972 en Málaga, Andalucía, España. Es más conocido como El Torres. Ilustrado por Joe Bocardo, un fantástico ilustrador español nacido en 1980 en Cádiz, Andalucía, España. Ambos han colaborado juntos en algún que otro trabajo y de ahí su simbiosis perfecta a nivel artístico. Aunque en esta obra no ha podido participar, el dúo decidió que seguiría apareciendo en los créditos la artista visual y colorista española Manoli Martínez Laureano, nacida en 1973 en Barcelona, Cataluña, España.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en diciembre de 2023 por KARRAS COMICS, una muy interesante editorial española de Granada, dirigida por la editora Cristina Carrasco y especializada en cómics, que suele publicar cosas muy específicas y rarezas comiqueras para verdaderos amantes del noveno arte, definiéndose a sí misma, de manera escueta pero elocuente y evocadora (toda una declaración de principios), como: "Editorial de cómics sin complejos".
El cómic tiene 136 páginas repartidas en un prólogo, 4 capítulos numerados con números romanos y 2 epílogos. Es una edición especial limitada a 1.500 ejemplares que, hasta donde sé, creo que todavía no se ha agotado. Ahora sería, por tanto, el momento de adquirir un ejemplar de esta singularidad irrepetible, un cómic de coleccionista y a todo lujo, con las tapas duras y cosido a hilo.
Se trata de una rareza inusual y que sin duda deleitará a cualquier fan de la mejor creación a mi juicio del escritor estadounidense de principios del siglo XX Robert Ervin Howard (1906-1936): Conan de Cimmeria, también conocido como Conan el bárbaro. Para muchos, el mejor escritor pulp de la historia y no es de extrañar, pues fue el creador del fascinante subgénero de la fantasía épica conocido como espada y brujería. Para más información consultar este artículo del blog: 'CONAN de Cimmeria 1' de Robert E. Howard (reseña).
Recordar que Conan de Cimmeria, también llamado Conan el bárbaro, es uno de los principales personajes de ficción creados por Robert E. Howard en 1932 y que en principio tuvo un breve recorrido, pues su brillante y magnífico autor original falleció 4 años después de aparecer publicado el primer relato protagonizado por el que acabaría convirtiéndose en uno de los más memorables, legendarios y recordados personajes de la fantasía heroica, a mi juicio mucho más interesante que las creaciones de Tolkien o de cualquier otro autor emblemático de fantasía épica, en la mítica revista pulp estadounidense 'Weird Tales' (algo así como "cuentos raros", lo cual nos indica que el famoso Conan fue creado como una genuina rareza literaria), al suicidarse en la parte delantera de su vehículo disparándose un tiro en la cabeza, a los 30 años de edad. Una gran pena, la verdad, pero viendo objetivamente luego el recorrido que seguiría el popular e icónico personaje inmortal, de la mano de los autores que intentaron continuar extendiendo sus aventuras, básicamente por amor y devoción incondicional a esa fascinante creación de la más genuina rareza literaria, me parece que tal vez la temprana muerte voluntaria de Howard hizo que precisamente Conan de Cimmeria acabara siendo la inmortal creación que no solo trascendió a su creador, sino que ha "reencarnado" infinidad de veces (con mejor o peor fortuna) desde entonces, independizado de su creador, aunque, a decir verdad, a mi juicio, absolutamente ninguna de ellas se ha ni aproximado al peor relato de la creación original, a pesar de haber alguna que otra excepción (sí, como habrás podido imaginar, estás ahora mismo leyendo una reseña sobre una de esas poquísimas excepciones).
Veamos un poco más en detalle el asunto: cuando hablamos de Conan de Cimmeria o Conan el bárbaro, podríamos hablar simultáneamente de 4 productos diferentes.
El primero y único importante fue la serie de relatos y novelas cortas que su creador original, Robert E. Howard, escribió entre 1932 y 1936. La mayoría fueron publicadas en la revista pulp 'Weird Tales', pero otras no, publicándose años (incluso décadas) después en otros medios. Solo en 2002 una colaboración entre exégetas especializados en la obra de Howard y Conan en particular, consiguieron rescatar todos sus relatos y novelas cortas originales para crear, durante los siguientes años, una edición exhaustiva y definitiva en 3 volúmenes.
El segundo y nada importante fue toda la cantidad de autores enamorados del personaje y sus aventuras, que intentaron continuar, o bien terminando los relatos que Howard dejó a medias (con resultados desastrosos), o bien escribiendo relatos y novelas totalmente nuevas, ambientadas en la Era Hiboria, el ficticio tiempo y mundo salvaje, bárbaro y violento habitado por Conan. El problema es que esos trabajos acabaron convertidos en pastiches. Pastiche: "Imitación o plagio que consiste en tomar determinados elementos característicos de la obra de un artista y combinarlos, de forma que den la impresión de ser una creación independiente" (Real Academia Española). Pero no solo fueron pastiches, sino pastiches horribles en la mayoría de casos.
El tercero y que marcó un punto de inflexión en la cultura popular fue la adaptación que las 2 grandes editoriales estadounidenses del noveno arte (Marvel y DC) hicieron del personaje al mundo de la historieta, inaugurando colecciones específicas, con Conan de Cimmeria como protagonista, que dieron comienzo en 1970 y aunque en 2000 alcanzaron la cumbre definitiva (Marvel), todavía se siguen publicando, más bien recopilatorios y nuevas reediciones que historietas nuevas, dando una amplitud de tomos difíciles de coleccionar. El problema, al igual que sucedió con los pastiches literarios iniciales tras la prematura muerte del creador, es que no tienen nada (o tienen poco) que ver con el verdadero Conan de Cimmeria, cuya característica principal inequívoca es tener solo verdadera vida en manos de Howard, exceptuando, tal vez, las adaptaciones al noveno arte de muchos de los relatos originales.
El cuarto pero no último son las adaptaciones cinematográficas, a destacar las dos primeras, en la década de 1980, interpretadas por el actor que le pondría inequívoco rostro y comportamiento audiovisual a Conan de Cimmeria, el culturista profesional austríaco nacionalizado estadounidense Arnold Schwarzenegger, uno de los mayores iconos del cine de acción en las décadas de 1980 y 1990: 'Conan el Bárbaro' (John Milius, 1982) y 'Conan el Destructor' (Richard Fleischer, 1984). Ambas no se basan en el personaje original de Howard, sino en la distorsión incorrecta que proyectaron los cómics, dándole la equívoca y definitivamente errónea visión social que tiene el personaje en la cultura popular.
Pero... ¿Y qué sucede con SANGRE BÁRBARA?
Bueno, el cómic SANGRE BÁRBARA es una historia muy diferente que, sin duda (o con pocas dudas), han sabido apreciar todos (o casi todos) los verdaderos fanáticos de Conan, tanto los puristas (como servidor) que solo aman de verdad la creación howardiana original, como los que vienen (la aplastante mayoría por motivos editoriales obvios) de los cómics 'Conan el Bárbaro', 'La espada salvaje de Conan', o 'Conan Rey', por citar las 3 creaciones populares de Marvel Worldwide, Inc., más conocida como Marvel Comics. A mi juicio de total reticencia ante la adaptación howardiana al noveno arte, considero que, si bien Marvel se apartó por completo de la creación original para inventar un Conan muy diferente y descontextualizado (un Conan de pastiche literario nefasto a mi parecer), no obstante DC Comics intentó acercarse más a ese Conan howardiano original a partir de 2003, cuando se unió a las adaptaciones de la saga Conan según la interpretación del noveno arte, siendo infinidad de veces más fiel al original, aunque el dúo formado por el historietista y editor estadounidense de Marvel Roy Thomas, junto con el ilustrador británico Barry Windsor-Smith primero, sustituido después por el historietista estadounidense John Buscema (1927-2002), fueran los artífices de la verdadera popularidad distorsionada que alcanzaría su interpretación de Conan y la Era Hiboria, extendiéndose hasta las primeras adaptaciones cinematográficas, siendo el resto de los intentos un rotundo fracaso rechazado por crítica y público, incluso hasta cuando intentaron ser más fieles también a la creación howardiana original.
SANGRE BÁRBARA es una magnífica, maravillosa, inusual e irrepetible creación breve publicada originalmente por KARRAS COMICS en julio de 2021, donde se aplica ese refrán que afirma "lo bueno, si breve, 2 veces bueno". Nos dejó estupefactos a todos los auténticos amantes genuinos y fanáticos de Conan de Cimmeria, especialmente a los puristas howardianos más frikis, aunque yo, por desgracia, no llegué a las 3 primeras ediciones que, hasta donde sé, tuvo, pues, al parecer, se agotaron con rapidez. Esa edición original citada estaba escrita por El Torres, ilustrada por Joe Bocardo y coloreada por Manoli Martínez. El resultado de este pedazo trío de artistas colaborando fue una verdadera obra maestra que, bebiendo inequívocamente del dúo Thomas-Buscema y las creaciones comiqueras de Marvel, no se alejó un ápice de Robert E. Howard.
¿Cómo pudo suceder esto, la mayor rareza comiquera de la más alta singularidad? Pues porque El Torres es un auténtico fan friki absoluto de "Bob Dos Pistolas" (apodo que le puso su gracioso y divertido amigo H. P. Lovecraft a Robert E. Howard) y llevaba años y años rondándole por la cabeza crear algo de lo que su propio maestro y mentor estuviera orgulloso. A mi juicio me caben pocas dudas sobre que Howard no solo hubiera aprobado SANGRE BÁRBARA, sino que habría hecho suya y reivindicado esta historieta que contiene todos los elementos esenciales de la Era Hiboria, pero permeados por esos 89 años transcurridos desde que Robert E. Howard se marchara con Crom al otro lado de las gélidas montañas de su querida Cimmeria, para dejarnos aquí en plena soledad, aunque bien acompañados por su inmortal creación, con ese conflicto anidado en el corazón de todo ser humano desde que dio comienzo la historia y que, sin duda, recorre implícita y explícitamente esta breve historieta fascinante de Conan, más allá incluso de Conan: la dicotomía entre civilización versus barbarie. Esa es una de las grandes sorpresas que El Torres repite obsesivamente a lo largo del impresionante guion que... ¿Podría ser de otra forma?; con una rotunda y enérgica respuesta directa: no, no y no, pues la confrontación entre civilización versus barbarie fue la mayor obsesión en la corta vida de Howard, tomando siempre partido el genial, creativo e imaginativo autor tejano por la barbarie, sin pie a la duda, aunque nunca fue (y eso es lo más significativo) una concepción bárbara romantizada ni idealizada, como tal vez transmitieron los cómics de Marvel y las adaptaciones cinematográficas posteriores influenciadas por esas previas adaptaciones literarias al noveno arte, olvidando todos los temas esenciales de Howard.
¿Y cómo es capaz de llevar El Torres esa dicotomía a efecto, como ni siquiera el autor tejano original fue capaz de hacer en su momento?
Pues creando una de las interpretaciones surgidas especialmente tras la muerte de Howard y las reinterpretaciones que se han hecho del Conan de Cimmeria poshowardiano: un hijo, llamado como él, Conan, pero totalmente diferente a él, Conan el bárbaro, para así representar la escenificación más clara y obvia, que casi seguro, repito por segunda vez, "Bob Dos Pistolas" hubiera aprobado, regocijándose en ella (seguro que está feliz junto a Crom en lo alto de su montaña, riendo y aplaudiendo por esta excelente idea), entre civilización, Conan hijo, el príncipe Conan de Aquilonia y barbarie, Conan padre, el envejecido y cansado pero todavía poderoso, fuerte, así como "genio y figura" rey Conan de Cimmeria, que desea renunciar a su trono de Aquilonia.
Pero todavía es mejor si cabe el asunto, pues no solo se escenifica una breve (como lo mejor de este cómic, que es absolutamente todo según yo lo veo) pero intensa, evocadora y simbólica lucha legendaria al final, cual escenificación arquetípica elocuente del mayor asunto que ocupó la también breve pero intensa vida de Howard, la dicotomía civilización versus barbarie, deleitando a cualquier fan de la mejor creación howardiana en un enfrentamiento inesperado pero regocijante, tanto por su intensidad como por su resolución final, sino que esa misma dicotomía encarna en 2 personajes diferentes y estratégicamente enfrentados a muerte, uno masculino, protagonista, el otro femenino, secundario, aunque fieles ambos a las creaciones howardianas detalle a detalle, sin decantarse El Torres, como tampoco se decantó Howard, por el manido cliché de héroes superheroicos impolutos y defensores del mayor bien, ni villanos ultramalvados y retorcidos partidarios deliberados del peor mal, cuya mejor representación literaria en la fantasía épica está encarnada por las creaciones tolkienianas. Sin olvidar en ningún momento que El Torres nada hubiera conseguido si no llega a tener esa simbiosis con Joe Bocardo y su capacidad para trasladar su visión a la dimensión visual, la gran diferencia abismal entre la literatura y el noveno arte.
Desde el principio hasta el final (es importante y muy esencial el prólogo escrito por el emblemático escritor español de literatura de género Rodolfo Martínez) acudimos a una declaración de amor friki por parte de El Torres hacia su maestro y mentor Robert E. Howard, repitiendo el popular comienzo de la cita de las crónicas nemedias con la que, a su vez, da comienzo el primer relato que protagonizó Conan de Cimmeria en 1932, para terminar desviándose hacia una novedad. A mi juicio este primer acto es de una maestría aplastante, pues representa la perfecta unión armoniosa entre la creación howardiana literaria, los también literarios pastiches intermedios alejados y la creación comiquera posterior totalmente ajena.
Nada más finalizar la perfecta historieta definitiva a mi parecer (pues tiene la unión coherente de todos los elementos howardianos y comiqueros desvinculados, que nadie antes ni después ha sabido crear), de una manera inesperada y que traspasa la ficción para permear la realidad en el guiño definitivo a Howard y sus creaciones, mediante una conexión sorprendente en la última página, que está insinuada ya en la primera, tropezamos con el primer epílogo de un grande entre los grandes del noveno arte en España, el maravilloso Paco Hernández, escritor e historietista español, que no deja pie a la duda. Y por último, el segundo epílogo, de El Torres, donde entenderemos los motivos e importancia de esta edición especial en blanco y negro que, si te gusta lo más mínimo el tema aquí tratado, deberías agenciarte cuanto antes, pues es muy probable que llegues tarde si esperas, aunque solo sea un poco más.
martes, 19 de agosto de 2025
El misterio de la nota (un breve relato basado en hechos reales)
domingo, 17 de agosto de 2025
'MENTE EN SILENCIO' de Jiddu Krishnamurti (reseña)
Acabo de leer (por enésima vez) el libro MENTE EN SILENCIO.
Escrito por el conferenciante y pensador hindú Jiddu Krishnamurti, nacido el 11 de mayo de 1895 en Madanapalle, Andhra Pradesh, India y fallecido el 17 de febrero de 1986 en Ojai, California, Estados Unidos debido a un cáncer de páncreas.
La trayectoria y el pensamiento de este iconoclasta y disruptivo personaje no tiene equivalencias de tipo alguno (atención a la afirmación) en toda la historia de la humanidad a mi parecer. Según lo ve servidor Krishnamurti fue el ser humano que mejor y con mayor lucidez y discernimiento ha entendido la cuestión humana a nivel global e integral, aunque destacando sus certeros análisis sobre el comportamiento, la conducta, el pensamiento, la mente y sobre todo el funcionamiento de las ideologías (religiosas, filosóficas, políticas) o la subjetividad creyente que nos caracteriza como especie. A mi juicio no es posible entender la condición humana y el funcionamiento de la sociedad sin haber entendido previamente, de manera correcta y amplia, el pensamiento krishnamurtiano, aunque más bien diría las reflexiones mayéuticas que propuso este señor en infinidad de conferencias y diálogos con todo tipo de interlocutores, a lo largo de 57 años.
Su particularidad más singular fue no ser nada ni nadie a nivel alguno, lo cual es de gran elocuencia según yo lo veo: ¿Quién, si no, podría haber entendido la verdadera y genuina estructura del condicionamiento mental subyacente, que alguien poco o nada condicionado por una sociedad que presuntamente "educa" a sus individuos desde la infancia, aunque mejor diríamos que adoctrina a sus individuos para que sean productivos y reproduzcan una cantidad de tradiciones y creencias, determinadas por cierta serie de estándares cuando menos dudosos?
La vida de Krishnamurti fue apasionante y difícil de creer si no hubiera sido real, pues, al menos hasta donde sé, no he conocido otro caso igual, claro ejemplo de que la realidad muchas veces supera con creces a la ficción. Nacido en el seno de una familia hindú de brahmanes (la casta sacerdotal y única valorada muy por encima de sus posibilidades en la clasista radical sociedad hindú) venidos a menos, en decadencia, pasó su infancia bordeando la pobreza. La condición personal de niño absorto en su mundo interior y sin dotes intelectuales de tipo alguno le llevó a ser considerado por el entorno como un "retrasado" mental (en términos de la época). Pero hay un detalle en su mejor, exhaustiva y más amplia biografía de todas las que se escribieron, KRISHNAMURTI. BIOGRAFÍA (Editorial Sirio, Málaga, 1990), de la escritora, activista cultural hindú y amiga personal de Krishnamurti Pupul Jayakar (1915-1997), que da que pensar: su madre, Jiddu Sanjeevamma, que murió cuando él tenía apenas 10 años de edad, decidió parir a su enésimo hijo en el recinto de la vivienda, donde, de acuerdo con las creencias religiosas hinduistas de las que eran muy devotos ambos progenitores, no se podía dar a luz por ser un recinto sagrado dedicado a la adoración de la divinidad o las divinidades elegidas (ya que la India es un mundo aparte y muy complejo a nivel religioso, bastante difícil de entender para la monolítica mentalidad occidental en lo religioso). No obstante aquella mujer insistió tanto que el marido y la familia acabó accediendo. De hecho, el nombre que le puso (pues fue elección de la madre), significa algo así como "encarnación de Krishna", teniendo en cuenta que Krishna es uno de los personajes heroicos mitológicos y divinidad muy importante en la India, algo parecido a Jesucristo para los cristianos (avatar o encarnación del dios Vishnu). Ella creía con seguridad y firmeza que su hijo había nacido con una "misión" espiritual importante. Los estudios biográficos, destacando el citado más arriba, indican que existía una creencia generalizada en la hipotética capacidad "mediúmnica" de Sanjeevamma, que, al parecer, también se creía que había "heredado" el hijo protagonista de esta reseña.
Cuando Krishnamurti estaba a punto de cumplir los 14 años de edad, en abril de 1909, fue descubierto en una playa privada de Adyar, Chennai, Tamil Nadu, India, junto a su hermano Nitya, por uno de los más influyentes miembros de la sede principal que tenía la Sociedad Teosófica allí.
La Sociedad Teosófica es una organización espiritual de tipo esoterocultista, fundada el 17 de noviembre de 1875 en Nueva York, Estados Unidos, por la polémica escritora y ocultista ucraniana Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), el coronel estadounidense Henry Steel Olcott (1832-1907) y el abogado irlandés William Quan Judge (1851-1896). Es más conocida como teosofía. A pesar de su nombre y catalogación no tiene relación alguna con la verdadera teosofía, hoy catalogada como teosofía cristiana para distinguirla de la Sociedad Teosófica, originada en los siglos XVII y XVIII en el seno del cristianismo protestante alemán, como alternativa a la reforma luterana, siendo su figura más destacada el zapatero y místico alemán Jakob Böhme (1575-1624).
La verdadera teosofía original era una postura cristiana protestante centrada en el conocimiento directo de la naturaleza de la divinidad, así como del origen y el propósito de la creación, siendo fiel a la etimología de la palabra en griego. En cambio la Sociedad Teosófica simplemente se apropió del concepto para reinterpretarlo de una manera errónea, siendo un batiburrillo sincrético de doctrinas, escuelas u orientaciones filosóficas, espirituales y esoterocultistas descontextualizadas, para acabar dando prioridad a una interpretación occidentalizada del hinduismo y sobre todo del budismo, a la que se llamó "budismo esotérico", aunque no tenía nada que ver con el verdadero budismo. Durante la segunda mitad del siglo XX varias organizaciones y/o sectas de corte esoterocultista siguieron el mismo camino, influenciadas por la Sociedad Teosófica, a destacar el Movimiento Gnóstico Cristiano Universal del colombiano Víctor Manuel Gómez Rodríguez (1917-1977), que operaba bajo el pseudónimo Samael Aun Weor, o la Nueva Acrópolis del argentino Jorge Ángel Livraga Rizzi (1930-1991).
Bueno, pues Krishnamurti fue descubierto por el escritor y muy influyente, aunque polémico (debido a su presunta pedofilia) miembro teosófico británico Charles Webster Leadbeater (1854-1934), mano derecha de la mayor líder de esta organización antes de caer prácticamente en el olvido, la escritora y activista por los derechos de la mujer Annie Besant (1847-1933). Y... ¿Cómo pudo ser descubierto Krishnamurti por Leadbeater en una playa privada que pertenecía a la sede hindú principal de la Sociedad Teosófica? Porque el padre, Jiddu Narayaniah, funcionario público de profesión, se convirtió, a pesar de su hinduismo ortodoxo, en miembro de la Sociedad Teosófica desde 1906, consiguiendo un empleo en la citada sede, donde se trasladó a vivir, junto a sus hijos, en 1907.
Leadbeater afirmaba que tenía capacidades "mediúmnicas". Su más extravagante, pero popular en esos mundillos, afirmación, era que podía ver el "aura" que presuntamente, de acuerdo con ciertas creencias espirituales y esoterocultistas, rodea a los seres vivos. Tras encontrarse con Krishnamurti en aquella playa privada, dijo que jamás había visto nada igual, pues el alma de aquel muchacho adolescente estaba "libre de todo egoísmo", según sus propias afirmaciones. Parece ser que en realidad, debido a su inequívoco comportamiento, sentía atracción pedófila por los chicos adolescentes. Informó de inmediato a Besant, la líder, pues según su relato (¿podría tener algo de cierto, viendo la trayectoria posterior del personaje protagonista de esta reseña?) ese muchacho pobre, sucio y considerado "retrasado" mental, había venido a cumplir una "misión" espiritual de gran trascendencia. Como una de las creencias principales de la cofundadora y líder teosófica Madame Blavatsky, así como luego de los herederos de la Sociedad Teosófica, era que existía una hipotética "jerarquía" de "Maestros Ascendidos" (el término correcto en aquella época era "Mahatmas"), esperaban la llegada de un instructor mundial de rango espiritual muy elevado (cuasi la encarnación de una divinidad) y por eso, debido a la gran influencia de Leadbeater sobre Besant, se decidió proclamar al adolescente Krishnamurti como el "vehículo" del "Maestro del Mundo", una creencia mesiánica presente en religiones como el hinduismo (Kalki Avatar) y el budismo (Maitreya). Para ello se creó una suborganización teosófica llamada la Orden de la Estrella de Oriente en 1911, con la intención de difundir el presunto "mensaje" de Krishnamurti que, en realidad, escribía Leadbeater y otros miembros.
Pero a medida que nuestro protagonista dejaba atrás la adolescencia y culminaba su juventud, empezó a dudar de todo, dándose cuenta de que era una fabulación ilusoria creyente que, en no pocos casos, especialmente con la cofundadora y primera líder, rozaba el engaño y un flagrante fraude. A partir de 1922 vivió una especie de "despertar" espiritual similar a la creencia hindú en el ascenso de la kundalini (un tipo de "energía" espiritual que recorre la columna vertebral, de acuerdo con esa creencia). Sus dudas aumentaron en los siguientes 7 años, hasta que el 3 de agosto de 1929, mientras tenía lugar uno de los campamentos de verano en Ommen, Overijssel, Países Bajos, donde la Sociedad Teosófica tenía una fuerte presencia, especialmente la Orden de la Estrella de Oriente, Krishnamurti dio una magistral charla legendaria titulada 'La verdad es una tierra sin caminos', donde decidió disolver la suborganización y rechazar tanto su rol "mesiánico" como su pertenencia a la Sociedad Teosófica. Todo el mundo se quedó estupefacto. Nadie supo asimilar muy bien lo que había sucedido, en especial Annie Besant, ya anciana y un tanto senil, que falleció 4 años después sin entender nada.
A partir de ese momento, Krishnamurti se dedicó el resto de su longeva vida a dar conferencias y tener diálogos con todo tipo de interlocutores (personalidades públicas variopintas del mundo de las artes, la filosofía, la religión, la política y las ciencias, así como personas anónimas de todo el mundo), donde la característica principal era algo parecido al método socrático o mayéutica, es decir, la indagación mediante preguntas que eluden una respuesta cerrada, para que cada interlocutor u oyente encuentre la respuesta por sí mismo, en estado de autoexploración interna. Las reflexiones que proponía eran muy críticas con las creencias, los hábitos, las tradiciones y las costumbres. Sus análisis de la realidad individual y social se caracterizaron por una lucidez metacognitiva inusual que jamás he visto en ningún otro ser humano, pues todos solemos hablar desde una posición ideológica concreta que nunca (o rara vez) se cuestiona a sí misma en lo esencial. Por descontado que, al menos hasta donde conozco, tampoco nadie ha hecho lo que él hizo, sino todo lo contrario: ¿Renunciar a un rol de autoridad máxima, especialmente en el contexto religioso?
Durante una década, entre la segunda mitad de 1995 y la primera mitad de 2005, Krishnamurti fue mi lectura principal recurrente. Sin duda ha sido la mayor influencia personal a todos los niveles con diferencia. Pero él no era escritor, sino conferenciante. Por tanto la aplastante mayoría de sus libros son transcripciones de las charlas y los diálogos, exceptuando los 2 diarios. La mejor edición a mi juicio es: Diario I. Edición renovada (Kairós, Barcelona, 1999) y Diario II. El último diario (Kairós, Barcelona, 1999).
Mi ejemplar es una primera edición publicada en abril de 2022 por Editorial Kairós, una de las editoriales españolas independientes, longevas, así como más importantes y significativas en la publicación de libros especializados en espiritualidad seria y sobre todo orientalismo, fundada en 1964 en Barcelona por el ingeniero, filósofo y escritor español Salvador Pániker Alemany (1927-2017). En la actualidad está dirigida por su hijo Agustín Pániker, editor y escritor español especializado en la cultura hindú. Aunque también publica cosas bastante dudosas y cuestionables (como los libros del polémico líder sectario hindú Osho [1931-1990]), no obstante se trata de una editorial con seriedad, rigurosidad y de la mayor confianza si te interesa la espiritualidad o el orientalismo, alejada de los libros nueva era sin criterio, como los que publica Ediciones Obelisco, Editorial Sirio o Ediciones Ishtar Luna-Sol (lo cual no significa que no publiquen cosas muy interesantes y serias), con todo tipo de pseudociencias infundadas y teorías conspirativas infumables. Por encima, en nivel de seriedad rigurosa a mi juicio, estaría Editorial Trotta (en orientalismo y religiones) o Ediciones Atalanta (en espiritualidad), pero pocas más. Por debajo estaría el Grupo Gaia, que incluye los sellos Gaia Ediciones, Arkano Books, Dojo, Neo Person y Rigden, a medio camino entre Kairós y Obelisco o Sirio. La edición original en inglés fue publicada en 2019, lo cual significa que estos escritos permanecieron 33 años guardados tras la muerte del autor.
El libro tiene 366 páginas repartidas en un prólogo explicativo, un prefacio, 3 partes con 60 capítulos en total y una mención a las fundaciones Krishnamurti.
Se trata de la mayor rareza literaria genuina y única en la producción bibliográfica relacionada con Jiddu Krishnamurti, pues a diferencia de la aplastante mayoría de libros publicados bajo su autoría, está compuesto por 60 capítulos que salen de los escasos escritos que el protagonista de esta reseña escribió de su puño y letra, aunque fueran diálogos. Esto es una anomalía inusual en el "canon" krishnamurtiano, pues casi todos sus libros (exceptuando los dos diarios que ya mencioné y poco más) son transcripciones de las grabaciones en audio de sus intervenciones, tanto en charlas y debates surgidos en el contexto de esas charlas, como en diálogos con interlocutores. El mayor valor a mi juicio, como experto lector de la mayoría de libros que se han traducido al castellano (los mejores según mi experiencia son los de Editorial Kairós), reside en las reflexiones personales de su puño y letra, subrayando los capítulos con marcador amarillo (aunque parezca verde claro) como se ve en las fotografías que hay más arriba. Ahí es donde te puedes acercar al pensamiento krishnamurtiano y ver por ti mismo la singularidad, lucidez y discernimiento de este ser humano sin parangón, lo mejor que ha dado la especie humana a mi parecer.