'MUERTE EN TAILANDIA' de Joaquín Campos (reseña)

Acabo de leer el libro MUERTE EN TAILANDIA. LA VERDADERA HISTORIA DE DANIEL SANCHO Y EDWIN ARRIETA.

   Escrito por el sagaz poeta y escritor español Joaquín Campos, nacido el 28 de febrero de 1974 en Málaga, Andalucía, España. Aunque escribe colaborando para medios como El Confidencial, El Imparcial o La Razón (donde le hicieron una mala "jugada" muy fea, demostrando el poco nivel que hay en el periodismo actual), no es periodista, sino autodidacta, pues no posee estudios académicos. Al desconocer este dato he dado por hecho que era periodista, pero desde el principio me ha parecido un periodista muy inusual, demasiado bueno para ser cierto, de ahí que no pudiera salir de mi asombro a medida que leía (devoraba, mejor dicho) su libro, gracias al tratamiento implacable e indiscutible a mi juicio que le da al caso Sancho desde el principio, sin tonterías ni medias tintas. Ahora lo entiendo todo. No es periodista y por eso escribe un periodismo de tanta calidad.

   En realidad empezó su carrera literaria publicando una novela basada en hechos reales en 2014. A partir de ese momento publicó simultáneamente otra novela basada en hechos reales y el primer poemario en 2015. Pero el 9 de febrero de 2016 apareció un reportaje en la portada del periódico diario español El Mundo, tras entrevistar a Artur Segarra, presunto asesino de David Bernat. Gracias a ese reportaje, le fue encargada una investigación sobre el cercano y parecido caso Segarra, con asesinato y descuartizamiento también en Tailandia (Bangkok, para ser más exactos). Escribió un libro sobre el caso. Luego ha seguido escribiendo y publicando libros, la mayoría en pequeñas editoriales independientes, como Editorial Renacimiento (especializada en poesía y de mayor envergadura) o Editorial Sr. Scott Libros. A destacar los dietarios que empezó a publicar en 2021, donde reflexiona a fondo con la brillantez que le caracteriza sobre la industria y el mundo editorial, mediante su inconfundible (y renovador) estilo literario sincero, lúcido, agudo y descarnado.

   Mi ejemplar es una primera edición publicada en enero de 2025 por La Esfera de los Libros. Aunque ya he hablado sobre ella en alguna reseña anterior, repito que estamos ante una de las mejores editoriales en España y el mundo hispanoparlante, fundada en 2001 en Madrid y surgida como proyecto editorial del periódico diario El Mundo, pertenecientes ambas empresas a Unidad Editorial, un grupo español de medios de comunicación fundado en 2007 (aunque el accionista mayoritario que lo controla en la actualidad es el grupo italiano RCS MediaGroup).

   El libro tiene 237 páginas repartidas en 26 capítulos.

   Se trata, a partes iguales, de un ensayo, una crónica periodística y una investigación sobre el caso Sancho. No conocía al autor y tampoco sabía lo que esperar del libro, primero que encuentro sobre el mediático, polémico y desastroso caso de crimen real que sacudió a España hace apenas un año y medio, en gran parte debido a la familia de 2 generaciones de conocidos actores muy populares a los que pertenece el tristemente célebre asesino. 

   Este libro era una apuesta arriesgada, al desconocer a su autor. Diferente hubiera sido un libro de Vicente Garrido o Paz Velasco de la Fuente. Porque estamos ante un caso inusual, debido al tratamiento mediático horroroso que se le ha dado y no por lo dudoso o confuso que pudiera ser en principio, pues todo está más que claro en el caso Sancho. 

   Lo más sorprendente ha llegado al empezar la lectura y ver el enfoque que le daba el autor, yendo al grano, sin cortapisas, diciendo las cosas por su nombre y con una claridad meridiana, sin esconderse ni disfrazar el escabroso asunto con eufemismos o la ubicua corrección política de moda en la actualidad, para, presuntamente, no "ofender" a nadie. Y como suele suceder en estos asuntos de la infantilización social posmoderna, tratar a los adultos como si fueran niños pequeños solo consigue que la mayoría se comporten arreglo a la moda y, por descontado, cuanto más se intenta no "ofender", más se "ofende" el público por su propia cuenta. Nada nuevo bajo este "sol" identitario, siendo, eso sí, todo muy previsible en esos menesteres característicos de la psicología humana. 

   Pero el libro de Joaquín Campos marca un punto de inflexión y me ha dado a conocer a un refrescante escritor autodidacta ejerciendo un tipo de periodismo que se echa de menos, con una afilada y cruda pluma sincera, escribiendo una verdadera crónica periodística buena y fiable sobre el caso Sancho (que es lo que debe hacer el buen periodismo que se precie de serlo), sin dejar títere con cabeza (aunque siendo muy justo en sus valoraciones, excepto para quienes no les interesa la verdad y siguen queriendo acogerse a su inverosímil relato que no cuela ni como ficción barata), poniendo a cada protagonista de este triste drama de la vida cotidiana, el crimen como hecho que acompaña a la especie humana y la crónica de sucesos, en su sitio. 

   Es muy de agradecer algo así, por eso valoro mucho y en positivo este magnífico libro que le da un primer pistoletazo de salida al enfoque periodístico y literario del tóxico caso Sancho, lamentable en todas sus expresiones mediáticas (por parte de los medios amarillistas en la televisión, coronándose con la docuserie de la plataforma Max) hasta el momento. 

   Ya era hora de contar con un tratamiento del caso a lo Joaquín Campos. Aunque he descubierto que se trata solo de un aperitivo. Desde el principio pensé que era el primer libro escrito y publicado sobre el caso Sancho, pero en realidad (técnicamente hablando) estamos ante el segundo. El primero fue escrito y autopublicado en octubre de 2024 por el youtuber Triun Arts en Amazon, siendo, al parecer, el segundo libro más vendido. Por eso, Penguin Random House Grupo Editorial ha decidido publicarlo, casi a la par que el libro aquí reseñado. Pero eso es otra historia.

   Aunque es cierto que el libro no tiene una gran extensión, no es menos cierto que nada le falta. Los 26 capítulos abordan todas las claves del caso y es, según mi criterio, el libro perfecto para enterarnos bien del suceso criminal de manual más reciente y que afecta a España muy en negativo por el deplorable espectáculo circense y la cantidad de despropósitos que ha desatado. Pero este libro de Joaquín Campos lo aclara todo con brevedad, rapidez y contundencia, dejando las cosas muy claras desde el principio.

   En pocas palabras (relativamente) y para no destripar el imprescindible libro cual primera aproximación seria, rigurosa y fiable, nos enteraremos bien de los hechos (capítulo 2, páginas 22 a 38), de quién era en realidad Daniel Sancho Bronchalo (capítulo 6, páginas 57 a 69) o de quién era en realidad Edwin Arrieta Arteaga (capítulo 8, páginas 75 a 86), piezas clave de información si queremos discernir con lucidez entre tanto ruido mediático innecesario y que solo ha hecho (como siempre hace y no podía ser de otra manera) distorsionar la verdad y nublar nuestro propio juicio personal sobre el caso. 

   Pero no solo se detiene ahí el asunto ni mucho menos, sino que también conoceremos a fondo, en otros capítulos, a los abogados y/o representantes legales, junto a los familiares de ambas partes, victimario (presentado de forma injusta como si fuera la "víctima", de una insensible e infumable manera arrogante, despótica y despreciable) y víctima, donde el autor se explaya a gusto analizando cada comportamiento, cada detalle, con gran agudeza, aunque sin partidismos a favor ni en contra, sino contando los hechos objetivos, con ciertas apreciaciones subjetivas de cosecha propia. 

   A eso añadimos otros detalles significativos que deberás descubrir con la lectura del libro reseñado si te interesa o llama la atención lo más mínimo el caso Sancho, pero destacaré, por último, el análisis que hace el autor de la diferencia entre el tratamiento dado al caso por las televisiones, la prensa o la plataforma de streaming Max (perteneciente a Warner Bros. Discovery) y los youtubers, que han mostrado mucha mayor objetividad en general, demostrando así que los medios digitales internáuticos, sin tener ni una ínfima parte de los recursos, pueden ir más allá del decadente periodismo clásico o la ultratóxica televisión acaparada por los contenidos basura de la peor calidad y ofrecer contenidos de verdadera calidad.