Acabo de leer el libro EL GRAN CUANDO. LONDRES ETERNO.
Escrito por el insuperable escritor británico y mejor guionista de cómics de toda la historia Alan Moore. Para más información dirígete aquí: Alan Moore o el genio de Northampton.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en febrero de 2025 por Nocturna Ediciones en la colección NOCHES NEGRAS. Nocturna Ediciones es una de las mejores editoriales españolas independientes, de Madrid, especializada en literatura de género: fantasía, ciencia ficción y terror. Suelen publicar a autores que, a pesar de haberse convertido en (o ya ser) emblemáticos, escapan un tanto del mercado editorial más comercial. La primera edición original en inglés fue publicada en octubre de 2024 como THE GREAT WHEN. A LONG LONDON NOVEL, por Bloomsbury Publishing, una editorial británica independiente, de Londres, fundada en 1986 y que se ha hecho muy conocida en el Reino Unido por la publicación de novelas literarias de ficción. Su mayor reconocimiento lo obtuvo al finalizar la década de 1990, tras publicar las obras de literatura fantástica escritas por J. K. Rowling sobre Harry Potter, cuya publicación dio comienzo en 1997. Lleva acompañando al genio de Northampton en su reconversión a escritor prácticamente desde el principio.
Recordemos que, a pesar de su primer libro publicado en el lejano 1996, Alan Moore no volvió a publicar nada más a nivel literario y fuera de su ámbito profesional como guionista de cómics hasta 2 décadas después, cuando terminó de escribir y salió a la venta su monumental novela JERUSALÉN en 2016, que llevaba una década escribiendo. Aunque, no obstante, eso no significa que no hubiera escrito nada más antes, pues desde la década de 1980, cuando se hizo famoso gracias a su maestría comiquera, ya escribía relatos cortos.
Al principio el Grupo Planeta (que publicó en exclusiva las primeras ediciones traducidas al castellano de sus irrepetibles trabajos para la industria del cómic) mantuvo la exclusiva de traducción y publicación con la faceta de escritor que empezó a desarrollar, como primera tentativa seria, el genio de Northampton (a pesar de que la primera edición de su primer libro La voz del fuego no salió a la venta hasta 2006 en España), pero desde abril de 2023 es Nocturna Ediciones la que ha decidido hacerse con la exclusiva, al parecer, de su literatura y la fascinante reinvención madura del enorme Alan Moore como escritor, el deseo de su vida cumplido al dar comienzo la séptima década de vida, ahí es nada, exactamente cuando la mayoría piensa en retirarse jubilándose. En cambio, el genio de Northampton ha encadenado ya 3 obras literarias seguidas desde hace una década y está cumpliendo con su declaración de intenciones, pues, tras pasar 3 décadas enfrentado con vehemencia virulenta a la industria del cómic, declaró en 2017 que se retiraba definitivamente para dedicarse a su gran pasión y así ha sido, cumpliendo con sus principios y afirmaciones. En realidad quería retirarse mucho antes, pero al final se alargó por motivos financieros (ya que la depredadora industria del cómic le usurpó sus derechos de autor, dejándole en un estado precario).
El libro tiene 396 páginas sin índice, repartidas en una especie de introducción titulada 'EN UN PRINCIPIO LA MÚSICA', 8 capítulos numerados con letras y título, una especie de epílogo titulado 'EL VIEJO DEL FINAL' y los siempre imprescindibles y necesarios alanmooreanos agradecimientos. Digo imprescindibles y necesarios porque nos ayudan a contextualizar y entender muchas cosas, tanto sobre el estilo y la pluma, como el contenido, las influencias y los motivos.
Se trata de una magistral novela inclasificable, donde entra la fantasía, la mitología, la psicogeografía, la magia, el ocultismo, la literatura, la bibliofilia, el terror, el suspense, lo oscuro e incluso la novela negra imbricada de tal manera con todo lo demás que llega hasta la quintaesencia final, durante el octavo y último capítulo, del asesinato perfecto, inesperado y toda una sorpresa por su veracidad, elegancia, brillantez y culminación plausible, siguiendo la lógica alanmooreana de sus ideas y que, a mi juicio, hoy por hoy ha superado cualquier obra anterior, incluyendo su primera novela de verdad, JERUSALÉN.
Con mucha claridad asistimos al cambio evolutivo como escritor y en este caso novelista del genio de Northampton donde, a pesar de seguir manteniendo su esencia particular, pues no quiere ponerle las cosas fáciles a sus lectores, huyendo de historias, narraciones, personajes y tramas facilonas que solo aporten un poco de entretenimiento sin más, no obstante ha sabido combinar estilos, depurar su escritura y destilar cuasi alquímicamente sus complejas y fascinantes ideas sin parangón, para meternos en una historia concreta que pronto se desdobla en una multiplicidad de historietas, personajes muy complejos, narrativa cambiante para sumergirnos en 2 mundos paralelos pero totalmente distintos y la especialidad alanmooreana única y exclusiva que nadie domina ni se acerca al genio de Northampton, incluyendo a otros genios menores en estas mismas cuestiones, como sería el caso del también británico escritor Neil Gaiman: la creación de toda una mitología propia, complejísima, donde nos podemos perder con facilidad si no tenemos una mínima referencia sobre las pasiones, gustos, influencias e ideas alanmooreanas.
El protagonista es un joven adolescente en la recta final, a sus 18 años de edad, que vive en el mundo retratado impecablemente por Alan Moore en esta magistral novela como nadie ha hecho: el Londres de 1949. Han pasado 4 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial y los británicos siguen recuperándose de aquella durísima posguerra, pues recordemos la situación histórica: la Segunda Guerra Mundial fue el mayor conflicto militar bélico de toda la historia de la humanidad hasta el momento actual. Estuvieron implicadas la mayor parte de naciones a nivel mundial entre 1939 y 1945. Hubo más de 100 millones de militares movilizados en estado de guerra total. También fue el conflicto bélico más mortífero de toda la historia. Los expertos calculan que murieron entre 50 y 70 millones de personas, es decir, el 2,5 % de la población en ese momento. Inglaterra y Londres en particular quedó totalmente destruida por los bombardeos nazis de la Luftwaffe, la fuerza aérea integrante de la Wehrmacht o fuerzas armadas de la Alemania nazi. Así que retratar una estampa literaria de aquella época no es nada fácil debido a la distancia histórica y el tiempo transcurrido, pero Alan Moore lo consigue en esta obra maestra, sintiéndonos allí enseguida.
A medida que avance la lectura de los extensos capítulos (tienen una media de 40 páginas como mínimo cada uno) nos sumergiremos en el Londres de la posguerra como si estuviéramos allí, pero llegado el momento, el genio de Northampton nos hará partícipes de sus ideas, fantasías profundas, imaginaciones fértiles, filosofía de vida y amplitud de miras. Para entender tanto esta novela en particular como toda su obra en general será necesario que entendamos primero una de sus ideas más personales y que él cataloga como "Ideaespacio" (siguiendo las traducciones de sus escritos más filosóficos y reflexivos, que son escritos dispersos en forma de ensayos y que ha publicado casi en exclusiva, agrupándolos en un par de volúmenes, la editorial española La Felguera durante la década anterior).
Casi como una reinterpretación muy personal y alanmooreana del platonismo (en referencia a las especulaciones del filósofo griego Platón y sus seguidores posteriores), a su juicio existe una especie de "lugar" abstracto e indefinible al que Alan Moore llama "Ideaespacio", donde se supone que la imaginación y los pensamientos toman forma antes de volverse reales, es decir, materiales. De todas sus obras, escritos y ensayos, donde mejor plasmó en realidad esta peculiar idea tan sui géneris es en la serie de cómic PROMETHEA, con ilustraciones de J. H. Williams III y que se publicó originalmente en 32 números entre 1999 y 2005. Esta creencia alanmooreana esencial está presente en su trabajo literario, ya ensayada hasta cierto punto en el segundo tomo de la citada novela JERUSALÉN, pero no será hasta EL GRAN CUANDO que el genio de Northampton decida explorarla a fondo, como nunca había hecho antes (a pesar de sus tentativas). Y así será cómo, entendiendo al menos su pensamiento y especulación esencial sobre "Ideaespacio", entenderemos mejor el lugar fantástico pero extraño e inusual que le da título a esta novela.
Al principio la novela puede resultar equívoca y darnos una falsa impresión errónea, especialmente si somos lectores que ya hemos intentado leer otras obras anteriores de Alan Moore, como La voz del fuego o particularmente JERUSALÉN. Repitiendo lo que ya dije antes, el genio de Northampton espera de nosotros un nivel mínimo de exigencia literaria y no que seamos unos vagos y perezosos lectores a nivel intelectual, que leen únicamente por inercia y les gusta todo fácil, masticado y digerido, con historias, personajes y tramas simplistas, anodinas y banales. Por eso nos lleva al límite y mete constantes guiños tanto literarios, como históricos, esoterocultistas, artísticos, políticos o culturales y contraculturales. Entre sus intenciones está que no nos acomodemos y decidamos indagar por nuestra cuenta para descubrir los entresijos en los que nos ha metido. Por tanto es muy fácil perderse si no estamos acostumbrados a leer con un nivel mínimo de exigencia literaria y una mente abierta e inquisitiva que le "pique" la curiosidad y quiera descubrir cosas nuevas hasta ese momento desconocidas. Pero también es necesario entender otro aspecto importante de la pluma alanmooreana y es su pasión por un retorcido humor negro que nos pone a prueba. Y para ello suele usar un recurso literario surrealista que, de repente, distorsiona la narración y nos desorienta, pues quiere que nos mezclemos con una retórica conceptual pintoresca que "estire" un poco nuestras neuronas, muy visual pero alucinatoria, para que alteremos así nuestro estado de conciencia y en un recurso literario cercano a la idea zen de koan (acertijos contradictorios e irresolubles para suspender el uso de la lógica y el raciocinio), busca que nos podamos sumergir en la narración posterior con una serie de conceptos e ideas que traemos subconscientemente desde el principio de la lectura. A pesar de haber intentado este recurso tan suyo desde siempre, no obstante en la novela ahora reseñada lo ha llevado hasta un nivel de maestría que a mi juicio nunca antes había conseguido. Ahí vemos la madurez literaria del genio de Northampton, pues si bien la especie de introducción cumple esta función, no nos podemos dejar llevar a engaño ni equívoco, pues el primer capítulo cambia completamente el tercio narrativo y nos sumerge en una novela aparentemente normal, aunque con las características alanmooreanas todo el tiempo presentes: trama fascinante que nos atrapa, personajes muy complejos pero absorbentes, guiños literarios específicos y otra de las más fundamentales características que también presenta, define y desarrolla la pluma de Alan Moore: la psicogeografía hecha literatura.
La psicogeografía es una disciplina filosófica y especulativa cuyas ideas principales afirman que hay una estrecha asociación directa entre los lugares geográficos o el urbanismo habitado y los estados del ánimo, las emociones y los comportamientos que tenemos. El genio de Northampton no solo es un firme defensor y activo seguidor de esta disciplina, sino amigo íntimo de uno de los mayores referentes actuales que reinterpretaron la psicogeografía, el escritor y cineasta galés Iain Sinclair. A grandes rasgos, la psicogeografía sinclairana y alanmooreana se fundamenta en la idea axiomática de que el lugar habitado es el epicentro del mundo y representa todo tu mundo e historia personal, de ahí que debamos indagar y conocer a fondo ese lugar. Uno de los mayores psicogeógrafos en España es el editor y escritor Servando Rocha, fundador de La Felguera.
Todas sus obras, relatos cortos y las 2 novelas que ha publicado hasta el momento Alan Moore, están escritas en clave psicogeográfica, explorando a fondo su ciudad natal y de residencia hasta hoy, a lo largo de toda su vida: Northampton. Pero ahora ha decidido sumergirse en Londres y a lo largo de toda esta novela reseñada recorreremos y conoceremos a fondo Londres desde la perspectiva no solo psicogeográfica, sino más alanmooreana del "Ideaespacio". Esa es la clave del título, pues el Gran Cuando (Great When en inglés) hace referencia al "otro Londres", Gran Londres (Long London en inglés) o Londres Eterno, que pertenecería al "Ideaespacio" y sería, como veremos, un Londres más luminoso y real que el oscuro Londres conocido, más todavía sabiendo que estamos transportados en el tiempo al Londres de 1949, todavía traumatizado por la destructiva Segunda Guerra Mundial.
Por eso, cuando menos lo esperamos y mientras huye de sus perseguidores, nos meteremos junto al protagonista en ese Gran Londres, entrando inesperadamente en el Gran Cuando, en la página 107, CAPÍTULO DOS, que no por casualidad se titula PASEO POR LONDRES. La narración, por tanto, cambiará, pasando de estar derecha la impresión a estar en cursiva y se extenderá durante 9 páginas así, hasta que el protagonista vuelva al Pequeño Londres de la realidad cotidiana. Pero no solo existe el cambio en la impresión tipográfica del libro, sino que también se altera el contenido de la narración, para que nos situemos en ese "otro Londres" de fantasía, imaginación, metáforas, mitos alanmooreanos como los que nadie crea y alteración total del espacio, del tiempo o de la materia. Cuando el protagonista vuelva a este reverso de la realidad londinense deberá adaptarse de nuevo, como si naciera por primera vez y nosotros, en consecuencia, también deberemos hacerlo. A partir de entonces estos cambios de perspectiva, narración e impresión tipográfica estarán presentes unas cuantas veces más, mientras los capítulos suceden y la historia se va complicando, añadiendo más personajes con altos niveles de complejidad, tanto por parte del Pequeño como del Gran Londres. Esas complejidades nos llevarán a una combinación magistral entre personajes basados en personas que existieron realmente y personajes meramente salidos de la imaginación del autor, cosa que deberá descubrir el lector. Pero de los imaginarios no solo está presente la imaginación del genio de Northampton sino la influencia de sus autores referenciales y fetiches para él, pues pocos escritores son tan agradecidos con sus maestros literarios influyentes como Alan Moore.
Por último decir que no podría estar más feliz y contento (la primera y única vez en mi vida, pues odio las series o sagas de novelas y creo no haber leído ni una al completo) por la decisión que ha tomado el genio de Northampton, ya que esta novela pretende ser el comienzo de una serie o saga de novelas sobre el Londres Eterno (o Long London en inglés). EL GRAN CUANDO es únicamente la primera novela de, espero, muchas, muchas más. ¡Larga vida a Alan Moore, el genio de Northampton, para que pueda deleitarnos con otras tantas exquisiteces literarias sin parangón sobre el Londres Eterno!