Acabo de leer el libro PALABRAS AMABLES Y UNA PISTOLA CARGADA. AUTOBIOGRAFÍA DE UN DELICUENTE PROFESIONAL.
Escrito por el magnífico escritor y ex atracador británico Noel "Razor" Smith, nacido el 24 de diciembre de 1960 en Londres, Inglaterra, Reino Unido y que pasó media vida en la cárcel (o reformatorios antes de su mayoría de edad, durante sus primeros 50 años). Entró por primera vez en el sistema penitenciario británico en 1977, cuando todavía no había cumplido los 17 y no fue excarcelado definitivamente hasta 2010, a punto de cumplir los 50, con periodos breves de libertad condicional o en fuga.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en mayo de 2024 por una de las indiscutibles mejores editoriales españolas independientes de la actualidad: Sajalín editores, de Barcelona. Este libro es el número 59 de su mejor colección, titulada 'al margen'. Por descontado que el propio nombre de la colección hace el mayor honor literal a lo prometido. Sajalín editores es una de esas emblemáticas editoriales actuales que siguen preservado el gusto por la mejor literatura, edición cuidada de máxima calidad (papel, corrección, encuadernado cosido a hilo, impresión), autores para paladares muy selectos y publicación de libros irrepetibles, casi imposibles de encontrar en otras editoriales, si exceptuamos a DIRTY WORKS y poco más. Una editorial para verdaderos amantes de la lectura que buscan cosas exquisitas difícilmente publicadas en el circuito más comercial o que desea vender libros como churros. No obstante lo dicho, hablamos de la edición traducida al castellano, pues originalmente este libro fue publicado en inglés hace dos décadas exactas (sí, en 2004) por Penguin Books. Desconozco si tuvo una edición anterior por aquella época, pero si la tuvo yo no me enteré.
El libro tiene 623 páginas (sin incluir el puñado de páginas finales con fotografías y la página de agradecimientos) repartidas en 27 capítulos con título pero sin numerar.
Se trata de la mejor autobiografía de un delincuente profesional (atracador en particular, pero también violento al máximo, especializado en las peleas con navaja, de ahí su apodo delicuencial) que he leído en toda mi vida con diferencia. Este libro es el claro ejemplo a mi juicio de cómo se escribe una verdadera obra maestra imperecedera y sin rival. No serán pocos los ex delincuentes y convictos (como era su caso en el momento de escribir y publicar la edición original en inglés) o ex convictos que han usado el recurso literario de la autobiografía, pero... ¡Ah, amigo! Cualquiera que se precie puede escribir un libro, especialmente si su trayectoria despierta el morbo o la curiosidad del público y el negocio editorial ve una posibilidad de enriquecerse, pero de ahí a escribir un buen libro hay un abismo de diferencia. Ya ni hablemos de escribir una obra maestra. Y... ¿Por qué afirmo tan a la ligera que este libro lo es? Hay varios motivos de peso. El primero y principal es la inusual sinceridad descarnada del autor. No se esconde ni tampoco esconde lo que decidió hacer libremente con su vida. Es casi imposible encontrar un testimonio como el suyo, sin victimismos, sin dramatismos, sin justificaciones espurias, sin mentiras flagrantes, sin intentar venderte la moto con la intención de camelarte para que te congracies con él o lo juzgues más benevolentemente. El segundo es la capacidad literaria talentosa a más no poder que tiene el ejercicio de su pluma para contarte el funcionamiento interno del sistema penitenciario británico que hubo entre 1977 y aproximadamente 2003, cuando concluye el libro. Ese talento literario es la capacidad para que tú no estés leyendo la experiencia en un libro mientras tienes una cómoda vida muy diferente (básicamente en libertad), sino para que estés viviendo y sufriendo y experimentando toda la marabunta de emociones extremas y sentimientos encontrados que te provoca la vida al límite del atracador y más al límite si cabe del convicto encarcelado, es decir, para que te pongas en su lugar y seas él por unos momentos, volviendo luego a tu vida cotidiana. Eso es lo que, literalmente, hace la buena literatura imperecedera de verdad y para eso se necesita algo más que tener la intención de escribir un libro donde contar tu vida y distraer al lector un rato con tus gilipolleces más o menos interesantes. PALABRAS AMABLES Y UNA PISTOLA CARGADA te impide tener un momento de relax o desconexión. Y por último, el tercero es el mismo motivo por el que solo una autobiografía podemos considerarla una obra maestra según yo lo veo: porque no se lee como una aburrida autobiografía más sino como una trepidante novela de ficción donde la realidad supera con creces a esa misma ficción. Aunque seguiremos la vida del autor desde su nacimiento e infancia, hasta el momento actual de la escritura (cuando tiene 42 años y está viviendo los últimos siete encarcelado), pasando por los comienzos de su vida delincuencial y lo más importante, sus largas estancias en todo tipo de cárceles, no obstante, en realidad no parece en momento alguno que estemos leyendo una autobiografía, sino la novela de suspense y true crime más auténtica, sincera y apasionante que jamás se ha escrito. Pero a diferencia de la marabunta descontrolada de emociones y sentimientos por los que hemos pasado viviendo en las auténticas cloacas de nuestras "civilizadas" sociedades en apariencia, al terminar la intensisíma lectura no nos quedamos con un mal sabor de boca, debido a la inusual actitud mostrada por el brillante y maravilloso autor en todo momento. En fin, una de las mayores obras maestras literarias que he leído en toda mi vida, especialmente dentro de los géneros de autobiografía, suspense y true crime. Si tuviera que puntuar este libro de cero a diez rompería por necesidad el medidor para darle un veinte mínimo.
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