Pronto me enamoré profunda y sinceramente de los libros y la lectura, quedando atrapado en su mundo (sus mundos), y aunque al principio solo fueron un vehículo para conseguir otros objetivos, antes de cumplirse la primera década tomaron el protagonismo por sí mismos y absorbieron mi vida hasta convertirme en un lectobibliófilo.
Me convertí en un acérrimo lector de libros impresos en papel (todos los intentos por una conversión digital han sido fallidos y un rotundo fracaso estrepitoso) y desde entonces no he podido parar de leer ni dedicarme a otra cosa (aunque he tenido varios intentos por dejar la lectura un breve periodo, influenciado por etapas vitales concretas que, al poco tiempo, fueron otro rotundo fracaso estrepitoso, volviendo a mi "elemento", como diría sir Ken Robinson [1950-2020]).
Por descontado que un lectófilo empedernido como yo ha tenido unas cuantas bibliotecas personales privadas (que han oscilado entre los 500 y los 3.000 libros) a lo largo de estos 30 años, ninguna de las cuales ha sobrevivido al paso del tiempo, la falta de un espacio vital estable donde guardar amplias cantidades de libros y también la necesidad de sentirme libre para "reiniciarme" y empezar de cero con todo en mi vida. Pero a medida que he dejado atrás la treintena y he pasado (de sobra y en exceso) la "crisis de los cuarenta", mi vida también ha ido cambiando y la madurez que me lleva a dar comienzo la cincuentena ha traído una estabilidad mental, emocional y afectiva donde, parece ser que también se incluye un proyecto de hogar estable desde el pasado verano donde, por fin, he conseguido encontrarle un espacio seguro a mi última biblioteca personal privada, creada principalmente a lo largo de 2024. Luego se verá con evidencias muy obvias cuando la muestre por aquí al detalle.
Al principio almacenaba los libros a la manera clásica y tradicional de clasificarlos en cualquier biblioteca (pública o privada) y librería (exceptuando las de segunda mano, a veces y según ciertos contextos concretos, como la venta ambulante): en estanterías, con los libros puestos "de pie". Pero desde hace dos décadas no me gusta nada esa manera y empecé a "ordenar" mis libros apilándolos "acostados", formando "torres", o bien sobre el suelo, o bien sobre alguna superficie (cama, mesa, armario). Aunque solo una vez lo hice con una biblioteca personal centrada únicamente en la literatura de ciencia ficción, tampoco me ha gustado nunca la forma de clasificar los libros por temas, que es como suelen clasificarse en cualquier biblioteca pública y librería. Pero nunca llegué a tener una verdadera biblioteca personal privada bien ordenada según mis verdaderos gustos, la mayoría de veces debido a situaciones de precariedad e inestabilidad, especialmente en los espacios vitales habitados. Así que, por fin, llegó el momento (como todo llega en la vida si sabemos esperar con paciencia). Y simultáneamente llegó también el momento de compartirlo contigo.
Por inercia tenía todos los libros desperdigados en nuestro último hogar reciente, al que entramos mi mujer y un servidor a vivir de alquiler el 1 de agosto de 2024. Primero tocaba hacernos al piso y alcanzar una estabilidad. Poco a poco se fue decantando todo entre noviembre y diciembre, encontrando la habitación adecuada, tras probar un par, el 7 de diciembre de 2024. Precisamente era en esa habitación donde habían estado de manera provisional los libros desde el 1 de agosto. Entonces decidimos que el lugar perfecto era la habitación donde había residido anteriormente, primera nada más entrar a la vivienda. Dejé allí todos mis libros recientes, sin ordenar. Y durante diciembre fue cogiendo un inconfundible olor único a papel impreso, ese olor que dejan los libros acumulados por cientos o miles en un espacio cerrado. Pero nunca había experimentado nada igual hasta el momento, así que ese mismo olor me "hablaba" en su lenguaje lectobibliófilo, diciéndome algo así: "ha llegado el momento de establecer tu primera biblioteca personal privada de verdad". Las navidades se echaron encima y el asunto tuvo que esperar. Y cuando entrábamos en la recta final de enero, empezó el proceso de creación. Veámoslo todo al detalle.
Primera presentación desordenada de mi última biblioteca.
Domingo, 26 de enero de 2025.
Segunda presentación agrupada parcialmente según el orden que tendrá mi biblioteca, es decir, por fechas de publicación.
Lunes, 27 de enero de 2025.
Primera fase de la biblioteca definitiva.
Libros publicados entre 1925 y 1934.
Libros publicados entre 1973 y 1979.
Libros publicados entre 1980 y 1989.
Libros publicados entre 1990 y 1999.
Libros publicados entre 2001 y 2009.
Libros publicados entre 2010 y 2019.
Segunda fase de la biblioteca definitiva.
Libros publicados en 2020.
Libros publicados en 2021.
Libros publicados en 2022.
Tercera fase de la biblioteca definitiva.
Libros publicados en 2023.
Cuarta fase de la biblioteca definitiva.
Libros publicados entre enero y junio de 2024.
Libros publicados entre julio y noviembre de 2024.
Donde firmó para heredarla amigo
ResponderEliminarMe has animado a tener orden en mis libros que soy un pieza
Que grande eres tío
Esta va a ser para ti, queridísimo amigo mío, sin ninguna duda. Tu presencia en los comentarios me motiva a seguir escribiendo. Es el primer blog que no abandono a los 6 meses, en gran parte gracias a saber que siempre estás ahí. Algún día vienes a hacerme la visita a Orihuela y nos conocemos en persona y te llevas todo lo que quieras, ya te digo que sí. En mejores manos no podrá estar jamás. Me alegro de que te animes a poner orden en tus libros. Yo es la primera vez en 30 años que lo consigo y estoy muy contento.
EliminarTío gracias por tus palabras
ResponderEliminarAhora parece que me toca estar un tiempo fuera por lo del curro
Me gusta leer todo lo que subes siempre que puedo
Eres un grande y un sabio