'LA VIDA IMPOSIBLE' de Matt Haig (reseña)

Dedicado a mi amigo Moí

"Gracias, tío, por estar siempre ahí y apoyar este blog incondicionalmente, que empezó con mucha ilusión aunque sin pretensiones de tipo alguno. Es un placer contar con tu presencia, dedicación de una porción de tu tiempo de vida a leer lo que escribo y tomarte luego la molestia de comentar las entradas con educación, respeto, deferencia e incluso admiración desinteresada"

" A veces, los seres más cercanos a ti se convierten en los mayores desconocidos. A veces, los mayores desconocidos se pueden convertir en los seres más cercanos a ti"

"Me emocionó mucho que, tras escribir un artículo sobre Alan Moore que pretendía mostrar la importancia de su faceta como escritor y no como guionista de cómics, que es por lo que la mayoría de aficionados lo conoce, dijeras que a mí ya me considerabas tu amigo. No dudes de que tomé tus palabras muy en serio y hasta hoy has demostrado que no me equivocaba. Gracias por existir. Este va por ti, amigo mío"

PD: Espero que los Reyes Magos te traigan muchos regalos, como el mágico regalo que me han traído a mí al descubrirme, utilizándote a ti, a Matt Haig

Acabo de leer el libro LA VIDA IMPOSIBLE.

   Está escrito por el periodista y maravilloso escritor británico Matt Haig, nacido el 3 de julio de 1975 en Sheffield, South Yorkshire, Inglaterra. Se ha especializado en libros para niños y novelas para adultos, que suelen enmarcarse en el género de la ficción especulativa, aunque también ha publicado ensayos de no ficción. A partir de 2020 recibió muy buenas críticas en general por su novela de fantasía LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE.

   Hasta hace pocos meses desconocía a Matt Haig. Cuando un lector de este blog que usa el nombre virtual Moí en su perfil de Blogger recién creado comentó en una entrada que ya me consideraba su amigo debido al contenido tratado, visité su perfil para ver si daba alguna información sobre él o sus gustos y así poder conocerle más. Entonces vi que le gustaba la lectura y los deportes, la película 'Cadena perpetua' de 1994 (una de las mejores y más literarias obras maestras cinematográficas a mi juicio, basada en una novela corta de 1982 escrita por el autor referente de la literatura de terror Stephen King), la música rock (ahora mismo estoy, casualmente, escuchando en bucle la canción 'Cielo hermético' de Fito & Fitipaldis, aunque llevo un tiempo flipando con la versión en castellano de 'Chop Suey!' de SOAD que adaptó el irrepetible Nico Borie) y la novela LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE de Matt Haig como libro favorito.

   Puse atención e indagué un poco para descubrir quién era ese gran desconocido autor británico que me estaba perdiendo, debido a la poca literatura de ficción que leo, pues enseguida me percaté que se trataba de alguien exquisito, con buen gusto y mejor pluma. Pocos días antes de Navidad encontré en la librería Atenea su última novela y la compré. Si no hubiera sido por la referencia de Moí en su perfil de Blogger, creo que difícilmente hubiera prestado atención a Matt Haig, pues la cantidad de libros que se publican al año es inmensa (más de 87.000 en España, según Ismael Gálvez Clavijo, en el sector editorial desde 2008) y tanto el tiempo para leer como el dinero para comprar, limitado. Así que, gracias de nuevo, amigo Moí, por descubrirme a este magnífico escritor británico.

   Mi ejemplar es una primera edición publicada en septiembre de 2024 por AdN (Alianza de Novelas), el sello editorial principal del Grupo Anaya dedicado a la publicación de literatura de ficción. El Grupo Anaya empezó en 1959 como Ediciones Anaya. Su enfoque inicial estaba centrado en el mundo educativo. Poco a poco se irá consolidando como Grupo Editorial, al adquirir sellos prestigiosos como Ediciones Cátedra (en 1973), Editorial Tecnos (en 1981) o Alianza Editorial (en 1989). Desde 2004 pertenece al Grupo Editorial Hachette Livres, una de las 3 empresas pertenecientes a la multinacional de comunicaciones francesa Hachette.

   El libro tiene 404 páginas repartidas en una dedicatoria, 2 citas (una literaria, la otra musical), 121 capítulos sin numerar, cuyos títulos nos indican el desarrollo del breve capítulo, 4 correos electrónicos (2 al principio y 2 al final), una carta escrita en una tarjeta y los agradecimientos. Como el libro no tiene índice he contado los capítulos a mano, así que por la cantidad podría haberme equivocado algo en la cifra.

   Se trata de una preciosa novela fantástica que rebosa optimismo; un whitmaniano canto a la vida, a sus maravillas y encantos, así como a las posibilidades ilimitadas que pasan a nuestro lado y nos podemos estar perdiendo debido a esas costumbres y hábitos automatizados que nos impiden salir del estrecho punto de vista en el que nos encontramos metidos todo el tiempo (junto con un profesado amor del autor por Ibiza).

   Empecé la lectura en plenas navidades, un día después de Navidad, de buena mañana, caminando por la mota del río Segura. A pesar de ser un soleado día corría el aire y por tanto hacía suficiente frío como para volver pronto. Leí solo hasta la página 69 antes del regreso a casa y continuar con las celebraciones navideñas. No lo pude retomar hasta ayer. 

   Aunque muy interesante, la historia todavía estaba en la introducción del personaje protagonista, el trasfondo y la trama: una ex profesora de matemáticas jubilaba, de 72 años, que recibe una insólita herencia totalmente inesperada: una casa en la isla española de Ibiza. Pertenecía a una ex compañera de trabajo a la que prácticamente no llegó a conocer, de ahí su extrañeza. A partir de ese momento se embarca en un viaje a la isla ibicenca que le empuja a salir de su zona de confort y características personales, marcadas por una tragedia familiar y ciertas circunstancias que le impiden disfrutar de la vida plenamente, siendo un impecable arquetipo literario que nos muestra esa característica típicamente humana: vivir absorbidos en la total subjetividad de nuestro yo, con sus hábitos, costumbres y creencias, lo cual funciona cual filtro que limita ver la inmensa belleza de las ilimitadas posibilidades a nuestro alrededor. Entonces sucede algo insólito que le da un giro total a la novela, a partir de la página 105, cuando conoce a un misterioso personaje que la llevará a un inesperado e insólito viaje de autodescubrimiento jamás visto, como respuesta a la pregunta principal que la protagonista se hace desde el momento de su llegada a la isla. 

   Lo más sorprendente a mi juicio ha sido la capacidad que tiene Haig de transmitir en palabras escritas la inefabilidad de lo que cataloga muy adecuadamente como La Presencia. Un estado de conciencia plenamente consciente de todas las cosas que a nivel personal experimenté durante la tarde y la noche del 5 de julio de 2012 tras ingerir una pequeña dosis de LSD-25. Esa manifestación literaria se plasma de la manera más perfecta que yo haya leído en el capítulo 'Yo era vida', entre las páginas 175 y 178. Pero sin duda, lo que me parece más significativo de la novela es que nos enseña cómo funciona de verdad la empatía en otro ejercicio literario impecable, no muy lejos del capítulo citado, entre las páginas 190 y 193, titulado 'El incidente de la cabra'. Aparte de esto, la novela también es una profunda reflexión, a veces implícita, a veces explícita (especialmente hacia la recta final), sobre el poder limitante y lastrante de la culpa, así como la liberación que representa renunciar a ella.

   El título de la novela es un guiño metaliterario del autor, pues hace referencia a un libro ficticio escrito por uno de los personajes principales en la novela y que sirve como catalizador que precipita el desarrollo de la trama. Pero no es la única metaliteratura que hay, pues casi toda la novela es una comunicación autobiográfica de la protagonista, escrita a un antiguo alumno suyo, aunque en realidad el autor se está comunicando con nosotros, sus lectores, para hacernos exactamente el mismo regalo que reciben los tres personajes aceptados por La Presencia.

   Los capítulos están estructurados de una manera que facilita mucho la lectura y la conexión inmersiva, pues cada título introduce e indica lo que sucederá a continuación para que tengamos un vislumbre "precognitivo", pero sin estar desocultado el contenido. Rara vez un capítulo supera las 10 páginas, situándose alrededor de las 4 o 5. Incluso algunos solo contienen una frase contundente o que repite lo mismo que dijo el título, captando esta epoca virtual de la comunicación en 140 caracteres, pero no con la banalidad frívola de las redes sociales, sino con la maestría de un gran escritor que ha desarrollado su propia voz y estilo literario. El caso más extremo está en un capítulo cuyo contenido es únicamente el título.

   Esta novela es algo mucho más allá de un simple producto editorial para el entretenimiento. No estamos ante una sencilla novela literaria ingeniosa y pensada para convertirse en el siguiente superventas exitoso de Matt Haig que intente emular a LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE (o ir más allá incluso), aunque eso sea lo que (ojalá) acabe pasando (y le llegué a millones de personas en todo el mundo). Es un artefacto literario polifacético y multidimensional de esos que te cambian la vida y te hacen replantearte todas las cosas en relación a cómo vemos la vida con nuestras costumbres y todo lo que nos estamos perdiendo. Cumple los requisitos indispensables para que un servidor, en su humilde opinión de aficionado a la lectura, la considere una verdadera obra maestra.

"Yo creo que, si quieres la verdad, si quieres llevar una vida plena y consciente, tendrías que encaminarte hacia la posibilidad, hacia el misterio y el movimiento, hacia el viaje o el cambio, porque, cuando encuentras la universalidad que engloban, te encuentras a ti mismo. Encuentras a ese yo que está en continuo movimiento. Llegas en el acto de marcharte. De mantenerte siempre abierto a la posibilidad de que todas las cosas sencillas que nos decimos a nosotros mismos podrían ser erróneas"

Matt Haig 

LA VIDA IMPOSIBLE (AdN, Madrid, 2024)

Página 230