Escrito por el reconocido escritor estadounidense especializado en novelas de misterio, suspense y ciencia ficción Blake Crouch, nacido el 15 de octubre de 1978 en Statesville, Carolina del Norte, Estados Unidos. Se licenció en Filología Inglesa y Escritura Creativa en 2000. Aunque publicó su primera novela en 2004 y una segunda al año siguiente, no se dio a conocer de verdad hasta 2012, cuando publicó el primer volumen de la exitosa trilogía Wayward Pines. A partir de esta trilogía se han adaptado varias de sus obras a la televisión y ahora el cine, llegando a su última novela más reciente, la aquí reseñada, que, parece ser, será adaptada a la gran pantalla por la productora de Steven Spielberg, Amblin Partners.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en octubre de 2024 por NOCTURNA EDICIONES, de Madrid, España, en la colección NOCHES NEGRAS.
El libro tiene 353 páginas en total, repartidas en tres partes con 15 capítulos numerados, un epílogo y los agradecimientos.
Se trata de una novela de suspense y acción, con un muy buen trasfondo de ciencia ficción estilo "futuro cercano" (near future), centrado casi exclusivamente en la ingeniería genética y sus posibilidades potenciales, aunque se enfoca más en reflexiones filosóficas especulativas sobre el ser humano y la inteligencia mejorada mediante biotecnología. Tanto el argumento como el trasfondo biotecnológico es creíble y absorbente, percibiéndose el nada fácil trabajo que habrá hecho el autor para informarse bien, haciéndonos reflexionar bastante sobre varios aspectos candentes y de actualidad que nos afectan a todos, tanto a nivel tecnológico y sus dilemas morales, como también a nivel climático y ecológico en segundo término. Lo que no me ha gustado tanto es el desarrollo de la trama, centrada en la acción hollywoodiense trepidante que, imagino, será lo demandado y consumido ahora por los potenciales lectores, aunque a mí no me llama nada la atención. Aquí vemos cómo han cambiado los tiempos, cuando una buena novela debe parecerse más a una sincopada experiencia cinematográfica cliché y demasiado manida, aunque nunca agote la necesidad del público de repetir lo mismo un millón de veces, antes que a buena literatura (o lo que es lo mismo, la buena literatura pausada y reflexiva queda supeditada a otra experiencia cinematográfica más, aunque sea leída). Este impedimento no quita que Blake Crouch sea un excelente escritor con dos décadas de oficio y ejerza ese, su oficio, con maestría, como sucede a mi juicio con esta, su última novela. Aprovecha para leerla ya (en consonancia con los acelerados tiempos que vivimos) antes de que estrenen la adaptación al séptimo arte y acaben de joderte la novela del todo.
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