jueves, 25 de julio de 2024

Un pseudodescubrimiento en la librería Atenea



Son las 18:03 del jueves 25 de julio de 2024 y acabo de salir de la librería Atenea de Orihuela, donde no puedo decir que haya hecho un nuevo descubrimiento literario bibliófilo por una sencilla razón: ya tenía visto el libro que me acabo de comprar desde hace una semana, la última vez que fui por allí. En ese momento me tocaba tomar una decisión y la decisión que finalmente tomé dejaba este libro fuera. Pero corridos unos días y tras presentarse la oportunidad he decidido comprarlo. Se trata de El planeta de los hongos. Una historia cultural de los hongos psicodélicos (Anagrama, Barcelona, 2024) de Naief Yehya (autor que desconozco por completo).


   Aunque el libro es barato (18,90 euros) todavía me ha salido más barato (16,90 euros) porque tenía un descuento acumulado. Es muy breve, apenas 212 páginas. Solo tiene un gran inconveniente nefasto: las tapas son de papel. Esta idea, que algunas editoriales han puesto de moda, como Libros del Kultrum (que por otra me fascina y es una de mis favoritas) tendrá sus motivos que acepto, pero es un sin vivir para los maniáticos obsesivos como un servidor, pues enseguida se estropean y envejecen fatal, con gran rapidez. Pero, bueno, en realidad puede más el contenido que el continente, por tanto he decidido comprarlo.

   He aquí un ejemplar de esos libros que llamo 'asegurados sin riesgo'. Me explico: 1. Es un ensayo; 2. Está publicado por ANAGRAMA (una de las mejores editoriales del mundo hispanoparlante) en la colección ARGUMENTOS (la colección especializada en ensayos que, como indica su web "[...] se recogen los más significativos autores contemporáneos en variadas disciplinas: crítica literaria, lingüística, sociología, antropología, ciencias políticas, psiquiatría, economía, etc., dando cierta prioridad a aquellas temáticas y corrientes de pensamiento más heterodoxas [...]") y 3. Trata uno de los temas que más me fascinan desde 1997: los psicodélicos o enteógenos. Ahora solo falta ver que tal es la pluma del autor, pero viendo la brevedad, los énfasis y el índice tan amplio, seguramente lo voy a leer de un tirón con ímpetu devorador, pues lo más motivador para mí ha sido el enfoque mckennaniano resonante desde el principio de la contraportada, lo cual no significa que el autor sea partidario ni siquiera afín a las excentricidades de McKenna, pero el hecho de resonar a uno de mis autores favoritos en psicodelia en general y triptaminas en particular, ya ha sido suficiente para despertar mi completo interés y atención.

   El último detalle a destacar es el particular olor que la librería Atenea le impregna a sus libros, supongo que salido del ambientador que usan. Voy caminando a casa mientras no puedo parar de oler sus páginas (en lugar de leer, que sería lo apropiado) embriagado, con una ebria euforia y el ataque de felicidad que me proporcionará en breve el comienzo de la lectura de este psiconáutico libro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario