Escrito por el enigmático (y del cual solo he podido encontrar información muy escueta, al menos de momento) pero admirable escritor de género y bajista estadounidense Matt Dinniman, de Gig Harbor, Washington, Estados Unidos. No he sido capaz de encontrar más datos sobre su vida y eso que he invertido un buen rato buscando.
Atención a este significativo autor de culto sin duda, pues a mi juicio la creación que da comienzo con el libro ahora reseñado marca uno de esos puntos de inflexión histórica en la literatura de ciencia ficción, renovándola por completo.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en julio de 2025 por NOVA, sello editorial de Penguin Random House Grupo Editorial, que en realidad empezó como una colección especializada en literatura de género (ciencia ficción y fantasía en especial) dentro de Ediciones B, hace 30 años aproximadamente. Por el tiempo esta colección se convirtió en un referente de la mayor calidad en la publicación de literatura de género, rivalizando con Minotauro (sello editorial del Grupo Planeta). A partir de 2017, tras la adquisición de Ediciones B (la división literaria del Grupo Zeta en realidad, cuyo mayor pilar era Ediciones B), NOVA dejó de ser una colección dentro de esa editorial y pasó a convertirse en un merecido sello por derecho propio.
Lo único que echo mucho de menos en este cambio es la desaparición de las imprescindibles introducciones o prólogos que escribía Miquel Barceló García (1948-2021). Nada hubiera deseado más en esta vida que CARL EL MAZMORRERO empezara con una de las invaluables introducciones y estudio preliminar del grandísimo Miquel Barceló, pero con gran pena en mi corazón no puede ser desde hace 4 años, cuando todos los lectófilos aficionados a la ciencia ficción perdimos al mayor erudito español; este gran maestro sin el cual no se puede entender igual la literatura de ciencia ficción. Así que te mereces un homenaje y ser conocido, Miquel, en este blog. El próximo artículo va dedicado a ti por tanto y por todo lo que nos diste con la generosidad que te caracterizaba, grandísimo maestro erudito de la ficción científica (aunque nos hemos acostumbrado a la mala traducción llamada ciencia ficción).
El libro tiene 462 páginas repartidas en una dedicatoria, una cita, 47 capítulos únicamente numerados (aunque algunos llevan subcapítulo), el epílogo, la primera parte del material adicional y los agradecimientos.
Vuelvo a repetirlo en voz alta y casi gritando (aunque sin escribir en mayúsculas que, según alguna convención internáutica, es equivalente a gritar, como queda patente en el libro): ¡esto es un hito literario (a mi parecer) de los que suceden una vez en cada generación como mucho! Son las 23:24 horas del martes, 22 de julio de 2025. Hoy está más claro que el agua que me acostaré a dormir bien tarde, pues no es posible dejar la reseña para mañana. Todavía no salgo de mi asombro y eso que acabo de terminar su lectura hace un rato; el rato que llevo escribiendo de inmediato esta reseña antes de que se me olvide algo importante que decir (algo quimérico y casi imposible, pues tiene tanto a todos los niveles que no sé ni por donde empezar). Así que vayamos por partes y empecemos por el principio, arreglo a la forma de reseña que parece haber cogido expresión propia en este blog literario.
Se trata de una inclasificable novela de ficción científica o ciencia ficción, como solemos decir comúnmente en España, que se sale por todos los sitios, revolucionando una serie de ideas que en las últimas 2 décadas se han usado de una manera u otra, volviéndose un explotado lugar común, tal vez demasiado manido por su éxito comercial, pero nunca llevándolas a este nivel. Para catalogar personalmente una novela de ciencia ficción como obra maestra debe contener toda una serie de características, así como cumplir no pocos requisitos que son decimonónicos para el género, el más destacable de los cuales a mi parecer lo clava el autor superventas Brandon Sanderson cuando afirma que "la fantasía no trata sobre el pasado y la ciencia ficción sobre el futuro. Tratan sobre ahora".
Por ese motivo no es lo mismo leer a los autores considerados maestros universales de la literatura de ciencia ficción que escribieron en la segunda mitad del siglo XX, que leer a los autores actuales capaces de captar y clavar esta época. Y si bien Ernest Cline ya fue un importante punto de inflexión hace 14 años con su espectacular debut sorprendente titulado READY PLAYER ONE, un pedazo de novela buenísima a mi juicio y disfrutable para toda la gente que habita el planeta tierra ahora, partiendo de 3 premisas fundamentales (videojuegos, realidad virtual y nostalgia ochentera), con el trasfondo literario distópico a nivel político y social sin el que la ciencia ficción no sería casi nada, no obstante Matt Dinniman va mucho, pero que mucho más lejos de lo que se atrevió a llegar Cline.
Los que sin duda hemos llegado tarde somos los españoles e hispanoparlantes, pues el fenómeno mundial desatado en Estados Unidos y los países anglosajones por Matt Dinniman con 'DUNGEON CRAWLER CARL', el título original de esta columpiada sin nombre, imposible de catalogar porque desborda cualquier etiqueta que intentemos ponerle, empezó en 2020, ningún año mejor para dar comienzo a un fenómeno así y por tanto hay, parece ser, hasta donde he podido contar, un total de 6 novelas publicadas. ¿6 novelas en el lustro transcurrido? Sí, la verdad es que nos hemos quedado muy pero que muy muy muy rezagados. Supongo que Penguin no ha querido arriesgarse con algo tan fascinante pero extraño, extremo, loco, desproporcionado, divertidísimo (aunque no hay concepto superlativo inventado lo suficientemente exagerado como para catalogar lo divertido que es a mi parecer), satírico, cínico, brutal, cruel, despiadado, regocijante y un interminable etcétera, hasta no estar seguro del todo, desistiendo en sus largas y evasivas con este inmenso proyecto hasta que ha visto con evidencia lo que hay en el resto del mundo, mientras nosotros nos hemos quedado desde la pandemia en el paleolítico literario de la ciencia ficción.
La novela empieza arrasando con todo desde las primeras páginas, no en una distopía terrestre sino en un apocalipsis de origen alienígena biológico pero desconocido en principio, que luego se ira develando complejo y muy amplio. Este apocalipsis provocado lo arrasa todo (no solo en nuestro planeta) de una manera curiosa y ya extrema, muy radical pero divertida desde el principio. Cero compasión. Cero empatía. Alienígenas con un grado de cinismo y sarcasmo elevado a la enésima potencia. Todo llevado al límite más extremo imaginable y rebasado, evidentemente, con Inteligencia Artificial o IA.
Del apocalipsis alienígena cósmico pasamos, en un instante sincopado y casi imposible de asimilar, a un brutal videojuego de rol masivo en línea, organizado como un programa de telerealidad galáctica sin fronteras, pero también a una escala cósmica inimaginable. ¿Cómo puede ser eso? La novela te sumerge en ello y te lo va explicando Dinniman a medida que te metes a fondo en el videojuego con Carl (el joven protagonista) y la Princesa Dónut (la karsashiana gata persa de su ex novia y fascinante coprotagonista de la que es imposible no enamorarse).
A partir de aquí es imposible contarte nada más porque no es posible hablar sobre ello sin tener la experiencia de lectura, inmersión absorbente y vivencia directa. Nunca jamás una novela ha conseguido, según mi opinión, transmitir las sensaciones de un videojuego como este acontecimiento literario sin parangón, derivado, por primera vez, en una necesaria saga que no se percibe como cualquier cansina saga, algo que odio, rechazo y repudio, pues hace años que es casi misión imposible poder disfrutar una buena novela de ciencia ficción y ya, al querer sacarle rendimiento económico a todo las editoriales, para acabar forzando y estropeando algo interesante e incluso bueno, que con una novela quedaría zanjado a la perfección. Este caso es diferente, una anomalía diría yo, al ser imposible zanjar la cuestión en una sola novela y ver con evidencia obvia la necesidad de más novelas para poder explorar los niveles del videojuego que conforma el trasfondo argumental, escenario y desarrollo de una desmesurada crítica a todas las reconocibles modas de la actualidad, con un sentido del humor muy difícil de mantener a ese nivel.
Aunque una crítica lícita que ha tenido la novela es volverse repetitiva hacia la recta final, personalmente a mí no me lo ha parecido, pues precisamente su mayor gracia y característica, según mi experiencia lectora con ella, es transmitir la sensación y vivencia de estar jugando a un videojuego de rol en vivo totalmente inmersivo, como nunca había tenido con anterioridad, lo cual implica detenerse en los abundantes detalles para vivenciar toda la narrativa de una forma no forzada, sino orgánica, natural, detallada, entendiendo que la literatura convencional nos haya acostumbrado a otra cosa diferente y por tanto, pueda generar la sensación de volverse repetitiva.
Lo mejor de todo es la satírica crítica caricaturesca cínica y sarcástica del mundo humano en la actualidad, sin dejar títere con cabeza: el capitalismo; el consumismo; el divismo; el narcisismo; la obsesión por los seguidores, las visitas o las reproducciones; el especismo; la telerealidad; la ludificación; los colectivos identitarios; la polarización política; etcétera.
Que casualidad que estaba en el careful, después de haber leído la reseña, había ido a comprar unas alitas, y sin querer he pasado por la sección de libros y quien iba a pensarlo, tenían dos ejemplares, uno de los cuales no tengo ni idea de cómo ha ido a parar a la cesta y luego ha pasado por caja, total que cuando he llegado a casa y estaba colocando las cebolletas he visto que estaba ahí, al final de la bolsa. Que cosas
ResponderEliminarJajajajajajajajajaja. Me troncho y me parto y me mondo y me revuelco por el suelo. Qué hijo de puta el libro de los cojones, se te ha colado en la cesta. Muy buena esa, sí señor. Has sido elegido para vivir uno de los momentos más locos y divertidos de los últimos tiempos. Prepárate, pues la que se te viene encima no es poca broma. Te ha seleccionado para el apocalipsis terrestre. Agárrate donde puedas. Ya verás el videojuego en el que te va a meter el muy desgraciado. Cuidado con elegir el momento de lectura adecuado porque esta vez sí que te vas a quedar sin risa y no aquella vez en Pénjamo cuando íbamos borrachísimos y me puse en plan monólogo loquísimo y a tú primo le petó la cabeza y nos dejó más tirados que la una, Bro.
EliminarJoder Bro no me asustes que aquella vez acabamos bañándonos en lejía
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