lunes, 28 de julio de 2025

Jacobo Grinberg Zylberbaum (1946-¿1994?)

Pocos seres humanos me parecen tan fascinantes a lo largo de la historia como el doctor Grinberg.

   A mi juicio no solemos encontrar muchas personas como él, a lo sumo una pequeña porción en cada generación.

   ¿Conoces las ideas, el trabajo, las aportaciones y la excelencia e integridad humana del doctor Grinberg?

   Si la respuesta es negativa, entonces ahora es el momento perfecto para conocer una de las aventuras más fascinantes que sucedieron en las 2 últimas décadas del siglo XX, debido al ingente esfuerzo por preservar la memoria de uno de los más singulares seres humanos que ha dado nuestra especie. Este esfuerzo se lo debemos principalmente (aunque no en exclusiva) a la artista musical mexicana Estusha Grinberg Arditti, única hija del doctor Grinberg, gracias a la colaboración con Penguin Random House Grupo Editorial, al cual le estoy muy agradecido, pues ha decidido inaugurar la justa y muy necesaria Biblioteca Jacobo Grinberg, donde todos los lectores españoles e hispanoparlantes podemos recuperar su apasionante trabajo, a través de una serie de libros que llevaban muchos años injustamente descatalogados. Así que muchas gracias, Estusha, por preservar intacta la memoria de tu padre a lo largo de las 3 décadas más difíciles de vuestra vida y a Penguin, pues así podemos leer y estudiar el trabajo del maravilloso Jacobo, 35 años después de haber sido escrito, como si fuera actual y recién salido de imprenta, pues aunque parezca sorprendente, es totalmente actual y vigente, más todavía si cabe que en aquel remoto pasado, al menos según mi parecer.

   Pero... ¿De quién y de qué hablamos cuando hablamos del doctor Grinberg?

   Jacobo Grinberg Zylberbaum nació el 12 de diciembre de 1946 en Ciudad de México, Estados Unidos Mexicanos y desapareció el 8 de diciembre de 1994, 4 días antes de cumplir su 48 aniversario. Es (o fue) un psicólogo y escritor mexicano doctorado en neurofisiología, cuyos trabajos e investigaciones, debido a la amplitud heterodoxa de miras que alcanzó, desembocaron en una serie de problemas, confrontaciones, acusaciones y rechazos por parte de la comunidad científica, aunque, técnicamente hablando, nunca dejó de usar el método científico aplicado a sus áreas de especialidad e interés: el cerebro y la creación de la realidad.


   Sus ambiciones profesionales y propuestas personales desbordaron las limitaciones, prejuicios y lugares comunes de la investigación psicológica y neurofisiológica rigurosa de su época pero, a diferencia de otros eminentes investigadores científicos en el campo de la psicología (como Timothy Leary [1920-1996]) o la medicina (como Andrija Puharich [1918-1995]), que también intentaron ampliar su limitado campo de acción inicial desde el método científico pero luego se distanciaron por completo, el doctor Grinberg nunca renunció a esa investigación científica rigurosa, aunque sus decisiones, opiniones y elecciones le granjearan una intensa hostilidad por parte de la comunidad científica, rechazando con vehemencia sus hipótesis y planteamientos.

   Su historia es la fascinante historia de un investigador "prometeico" que encarna el arquetipo humano de la curiosidad y la imperiosa búsqueda del conocimiento profundo sobre nuestra "naturaleza" psíquica, marcada desde la infancia por una vivencia familiar traumática que condicionaría, al parecer, el desarrollo de su mediana aunque productiva vida y la misteriosa desaparición nunca resuelta hasta hoy que, según interesantes, sabias y significativas reflexiones de su ex esposa Lizette Arditti, muy probablemente esté relacionada de muchas maneras con ese trauma, que fue la prematura muerte de su madre, Estusha Zylberbaum, debido a un tumor cerebral, cuando el doctor Grinberg tenía apenas 10 años de edad, así como la disfuncional relación que estableció a partir de entonces en sus vínculos afectivos con las mujeres.

   Aquella misteriosa y jamás resuelta desaparición truncó una brillante y prometedora carrera académica de investigación en la cumbre, que nunca sabremos, por tanto, hasta dónde podría haber llegado, aunque las indicaciones parecían apuntar hacia un lugar inequívoco, a partir de una elección personal tomada por el doctor Grinberg que, desde ese momento, levantó todas las suspicacias y el cuasi unánime rechazo por parte de la comunidad científica.

   Al comienzo de su educación académica y carrera profesional el futuro doctor Grinberg se convirtió en un prometedor estudiante ortodoxo, que derivó en un investigador riguroso y aplicado en psicología, aceptando únicamente los experimentos controlados. Pero corría el final de la década de 1960 y con apenas 22 años de edad despertó en el joven Jacobo una imperiosa necesidad de libertad acorde a los tiempos que corrían y su juventud.

   Lo primero fue adherirse a un grupo sionista, derivado de sus orígenes: la familia tanto paterna como materna estaba compuesta por inmigrantes judíos procedentes de Europa del Este que habían huido del nazismo, refugiándose en México. Emigró a Israel para establecerse como trabajador agrícola en un kibutz (comuna agrícola israelí). En el grupo sionista conoció a su futura esposa Lizette Arditti, con la cual tuvo a su única hija Estusha (en honor a la madre fallecida) Grinberg Arditti, nacida en 1971. Hace años que es una conocida artista musical, cantante y compositora mexicana, heredera de los derechos de autor y figura clave en la preservación del trabajo literario y legado de su padre.

   Según Lizette Arditti, Jacobo Grinberg era un gran lectófilo de los nuestros, así como muy intelectual. Un año después volvió a México, donde el padre había rehecho su vida, teniendo descendencia con otra mujer. Ese hermanastro, llamado Ari Telch Benforado, nacido en 1962, es un reconocido actor mexicano de cine y televisión. 

   Parece ser que durante aquella breve estancia en Israel entró en contacto por primera vez con las enseñanzas cabalísticas que, junto con otras tradiciones religiosas y espirituales, formarían parte de su ensanchamiento cognitivo del mundo, en una amplitud de intereses heterodoxos o relegados a los márgenes de la investigación científica, siendo, por tanto, apropiados y/o reclamados por las pseudociencias (destacando la parapsicología). Poco a poco, entre esos intereses que implicaban el budismo e investigaciones exhaustivas controladas sobre la meditación o los diversos estados de conciencia, incluyendo los estados alterados, destacó el shamanismo.

   Fue precisamente su insistente y profundo interés por el estudio riguroso del shamanismo usando la metodología científica lo que marcó el verdadero punto de inflexión en la vida tanto profesional como personal del doctor Grinberg,  en positivo y especialmente en negativo, pues si bien ya se encontraba en el punto de mira de la comunidad científica debido a sus heterodoxos intereses nada bien vistos por los colegas de profesión, decidió dar el más arriesgado paso al jugarse toda la credibilidad científica que le quedaba a una única carta, apostando por la defensa de Pachita como un fenómeno real, genuino y verdadero. Ese acto le llevó al descrédito final y el rechazo por parte de la comunidad científica. Pero... ¿De qué estamos hablando?

   Pachita fue el pseudónimo de una media (llamada incorrectamente médium, pues médium es plural y media es singular), curandera y "cirujana psíquica" mexicana cuyo nombre real era Bárbara Guerrero (1900-1979). El doctor Grinberg la conoció en la década de 1970, durante los últimos años de vida de la aclamada y popular curandera mexicana ya anciana. El tipo de curanderismo ejercido por Pachita se llama "cirugía psíquica" y ahí es donde llegaron los verdaderos problemas para el doctor Grinberg, pues se trata de una práctica pseudocientífica muy bien estudiada a fondo por la comunidad científica, evidenciando que es un fraude médico absoluto basado en trucos ópticos de prestidigitación, mediante los cuales se genera la ilusión de aparatosas intervenciones quirúrgicas fraudulentas donde se usan tejidos animales de tipo residual y sangre falsa, para dar la sensación de que se han realizado intervenciones reales. El origen de esta práctica se remonta a la década de 1940 en el seno de ciertas comunidades espiritistas de Filipinas, extendiéndose una década después a otras comunidades también espiritistas en Brasil.

   No obstante, a pesar de saber el doctor Grinberg que la "cirugía psíquica" era un fraude, afirmó que no pudo encontrar motivo para presuponer que Pachita también lo era, autoconvenciéndose de estar ante un fenómeno genuino y verdadero, que estudió a fondo, no solo defendiendo la veracidad, sino escribiendo un libro y tomando partido en defensa de Pachita, algo propio de su integridad personal pero impropio de la comunidad científica, que debe ser neutral y no partidaria a nivel personal. 

   Evidentemente para el resto de esa comunidad Pachita era un fraude en toda regla. Entonces, el doctor Grinberg quiso encontrar una explicación, tras investigar a la popular curandera durante todo un año y determinar que no había encontrado motivo para el fraude, decidiendo plantear una hipótesis a la que llamó teoría sintérgica, que intenta explicar la creación de la realidad como una simbiosis de relación entre el continuo espacial de energía y la interacción del cerebro con ese continuo, escribiendo un escueto libro de 100 páginas, publicado originalmente en 1990, donde expone la conclusión principal de sus investigaciones. Por descontado que la teoría sintérgica fue rechazada por la comunidad científica. Lo cual no significa que debamos también rechazarla de antemano sin haberla estudiado previamente, pues a mi juicio es apasionante lo que propone.


   Pero el trabajo de investigación siempre riguroso que llevó a cabo el doctor Grinberg y su equipo en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) no se redujo solo a una simple hipótesis, sino que implicó otras áreas y aspectos muy interesantes, destacando el llamado potencial transferido (transferencia de potencial en el cerebro). Su intención era el estudio de temas descartados por la comunidad científica, destacando la posibilidad de telepatía, con la aplicación del método científico en ensayos bajo condiciones controladas, a través de un laboratorio instalado por él en la UNAM al finalizar la década de 1970. 

   Esas investigaciones se prolongaron hasta el 8 de diciembre de 1994, día en el que desapareció misteriosamente sin dejar rastro. La desaparición empezó a ser investigada por las autoridades en mayo de 1995, pero nunca se pudo resolver. Debido a la extraña desaparición pocos meses después de la mujer que por entonces era su esposa, María Teresa Mendoza, en principio se determinó que debía ser responsable o al menos estar involucrada en su desaparición. Tiempo después el agente policial encargado de la investigación del caso Grinberg, Clemente Padilla, propuso una estrafalaria teoría conspirativa cuasi hollywoodiense y fue relegado del caso. En la actualidad sigue sin resolución, aunque lo más probable por lógica es que, desgraciadamente, el doctor Grinberg fuera asesinado e hicieran desaparecer su cuerpo. Es muy interesante e instructivo el documental de Prime Video 'EL SECRETO DEL DOCTOR GRINBERG' (Ida Cuéllar, 2020) donde hay una amplia cantidad de entrevistas y se trata la figura y el trabajo del protagonista de este artículo a fondo, incluyendo la misteriosa desaparición.


   A mi juicio lo más importante y apreciable que aportó a nivel objetivo Jacobo Grinberg Zylberbaum fue el desenmascaramiento involuntario del antropólogo (que nunca ejerció como tal) y muy popular escritor contracultural al principio, aunque reconvertido luego en un arquetípico líder sectario nueva era peruano, nacionalizado estadounidense Carlos Castaneda (1925-1998), que escribió una serie de libros fraudulentos, donde hizo pasar una serie de ficciones literarias excelentemente escritas al principio (luego la cosa cambió por completo a medida que Simon & Schuster explotaba el fenómeno comercial superventas), como un pseudoshamanismo que al principio el doctor Grinberg estudió con seriedad e interés, pero luego se desmarcó al descubrir el fraude impostor de Castaneda, agudizado por los conflictos personales con el líder sectario de comportamiento inequívoco, cuyo argumento angular y axiomático se basaba en un fraude en toda regla, aunque usado como estrategia literaria comercial por una amplia cantidad de autores nueva era referenciales. Si te interesa el tema y quieres saber más, visita este artículo en el mismo blog: Análisis crítico de la primera obra castanediana, concepto a concepto.

jueves, 24 de julio de 2025

Miquel Barceló García (1948-2021)

Uno de los aspectos más populares de la llamada literatura de género es la ficción científica, que en España se conoce como ciencia ficción, una mala traducción etimológica del término inglés science fiction, abreviado sci-fi (también escrito SciFi algunas veces).

   La ficción científica o ciencia ficción nació como género literario propio en la década de 1920, aunque antes hubo precursores evidentes, al menos desde el siglo XVII, intensificándose en el XIX, destacando a escritores importantes como el francés Jules Verne (1828-1905) o el británico Herbert George Wells (1866-1946). El término science fiction fue acuñado e inventado concretamente en 1926 por el editor y escritor estadounidense de origen luxemburgués Hugo Gernsback (1884-1967), en el contexto de las revistas y la llamada literatura pulp. El premio de entrega anual más importante de la literatura de género (ciencia ficción, fantasía y terror) se llama Premio Hugo en honor a su nombre. Pronto pasó a convertirse en un género artístico que permeó toda la cultura popular, destacando los cómics y el cine. Pero en realidad no se volvió muy popular hasta la década de 1950, cuando una serie de escritores importantes se dedicaron a escribir íntegramente sobre el género, aunque sucedió una curiosidad: se consideraba algo marginal y de poca calidad, incluso entretenimiento para adolescentes, algo muy parecido a lo que sucedió con los cómics, antes de convertirse y valorarse como noveno arte, gracias al trabajo del historietista estadounidense Will Eisner (1917-2005). Los 3 grandes maestros universales de la literatura de ficción científica reconocidos unánimemente son Robert A. Heinlein (1907-1988), Arthur C. Clarke (1917-2008) e Isaac Asimov (1920-1992).

   El interés masivo y la gran popularidad experimentada por la ficción científica en la década de 1950 se debió en realidad a la cantidad de avances científicos y sobre todo tecnológicos que se implementaron en las sociedades desarrolladas tras el final de la Segunda Guerra Mundial. A partir de entonces nos volvimos "contemporáneos del futuro" con rapidez, experimentando cambios acelerados a medida que pasaban las décadas, alcanzando un punto de inflexión en la década de 2000. 

   Pero no obstante eso no hizo que la ficción científica como género literario por derecho propio fuera correctamente valorada en la literatura, dejando una sensación amarga o en todo caso agridulce en los autores que decidieron acabar especializándose en ella. El caso tal vez más emblemático fue el de Philip K. Dick (1928-1982), uno de sus mayores referentes entre 1952 (cuando empezó a escribir en serio) y 1982 (cuando falleció prematuramente), que pasó sus 3 décadas como escritor profesional buscando dejar la ciencia ficción para escribir una obra de literatura "seria" y pasar a formar parte de los escritores literarios "de verdad". Todos los intentos que tuvo fueron rechazados por los editores y al final solo quedó una obra importante terminada, Confesiones de un artista de mierda (Valdemar, Madrid, 1992), que si bien escribió en 1959 no fue publicada hasta 1975, cuando ya era un autor consolidado, muy valorado e incluso premiado dentro de la ciencia ficción.

   Aunque hay una amplia cantidad de posibilidades y escenarios explorados por la ficción científica, en el trasfondo se trata siempre de una literatura especulativa que desarrolla argumentos imaginarios proyectados por norma general en un futuro cercano o lejano, aunque también puede hacerlo en no pocas ocasiones hacia el pasado. Los temas recurrentes suelen hacer referencia a especulaciones tecnológicas avanzadas pero casi nunca se remiten a una intención futurológica, es decir, de intentar plasmar un adelanto de lo que viene o podría ser y suceder en el futuro. La aplastante mayoría de la ficción científica se fundamenta en mostrar los miedos, ansiedades y temores del momento actual en el que se escriben los libros o se ruedan las películas del género. Aunque también es posible entrever advertencias de lo que podría pasar, con la intención de evitarlo, como sucedió con las opiniones que tenía el protagonista de este artículo sobre el género.

   Aunque no hay consenso entre los especialistas estudiosos del género sobre una definición genérica aceptable, sí se considera en general que la ficción científica o ciencia ficción se refiere a historias ficticias que tratan sobre el impacto de los avances tanto científicos como tecnológicos proyectados especulativamente en el futuro o el pasado, aunque muchas veces también suceden en un presente alternativo diferente (destacando la ucronía) afectando a la cultura y la sociedad a nivel político (destacando la utopía si es un mundo mejor y la distopía si es un mundo peor, aunque la distopía predomina con mucha diferencia). 

   La ficción científica o ciencia ficción suele ser catalogada por períodos o etapas a nivel histórico. En cada uno de esos períodos se han desarrollado temas o cuestiones candentes y/o predominantes en la época. A grandes rasgos se acepta la siguiente cronología: Edad de Oro (1938-1950); Edad de Plata (1951-1965); Nueva Ola (nacida entre 1965 y 1972 como el período de mayor experimentación literaria); ciberpunk (nacido en la década de 1980); postciberpunk (nacido en la década de 1990); subgéneros contemporáneos (steampunk, biopunk, solarpunk, retrofuturismo).

   Entonces, tras un repaso rápido pero necesario para contextualizar, llegamos al quid de la cuestión: el protagonista de este artículo.

   Miquel Barceló García nació el 30 de noviembre de 1948 en Mataró, Barcelona, Cataluña, España y falleció una semana antes de su 73 aniversario, el 23 de noviembre de 2021 en la misma localidad. Fue un eminente científico en el sector de la ingeniería aeronáutica, la informática y la energía nuclear a nivel profesional, así como profesor universitario en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).


   Debido a su afición desde la infancia por la literatura de género, se convirtió en uno de los mayores expertos y eruditos españoles de la ficción científica. Tanto fue su eminencia en este aspecto que en 1987 empezó como editor de la recién fundada Ediciones B (la editorial principal del Grupo Zeta, un grupo de medios de comunicación ya extinto, fundado en 1976 por el empresario español Antonio Asensio Pizarro [1947-2001], heredera del catálogo literario de Editorial Bruguera [1910-1986]) dirigiendo la colección Nova, fundada por él.

   La importancia de Miquel Barceló como experto y erudito de la ciencia ficción en España es de gran relevancia. Fue uno de los encargados de consolidar y dar la seriedad merecida a la literatura de género, en concreto la ficción científica a la que dedicó gran parte de su vida con dedicación, sensibilidad, amor, mucha seriedad y erudición. 

   La colección Nova se convirtió por los años en una de las referentes principales más significativas del mundo editorial, publicando no solo a los autores y obras más vanguardistas y de calidad, sino llevando prólogos introductorios escritos por Miquel Barceló, cuya característica principal era un erudito estudio preliminar que contextualizaba tanto la obra publicada como al autor, incluyendo estudios comparativos dignos de un ensayo académico especializado aunque breve. Eso hizo que la colección tuviera un alto valor y también que la ficción científica se revalorizara, cambiando la percepción de "baja" literatura para el entretenimiento juvenil que se había tenido durante varias décadas. Miquel Barceló fue sin duda el adalid español en el cambio de percepción y valoración sobre la ciencia ficción, así que no se podría entender bien la madurez y consolidación del género sin su comprometido trabajo riguroso. Que desde finales de 2021 las obras publicadas por aquella colección tan importante no lleven los prólogos introductorios de Miquel Barceló es una lamentable pérdida invaluable aunque inevitable. No hay sustitución posible para la gran persona, erudición y amor devocional por la ficción científica que fue Miquel Barceló.

   Entre sus mayores logros se cuenta el impulso para la fundación del Premio UPC, concedido desde 1991 anualmente (aunque en los últimos años la cosa ha cambiado). El emblemático autor británico referencial en la literatura de género Brian W. Aldiss (1925-2017) llegó a afirmar que se trataba del premio europeo con mayor prestigio en la ciencia ficción.

   Actualmente NOVA ya no es una colección de Ediciones B sino un sello editorial por derecho propio, desde que Penguin Random House Grupo Editorial compró Ediciones B en abril de 2017. Sin duda y junto a Minotauro se trata de una de las editoriales más importantes en la literatura de género. Por tanto nunca podemos olvidar los lectófilos aficionados a la literatura de género, especialmente la ficción científica o ciencia ficción, que el fundador e impulsor de NOVA cuando solo era una colección secundaria de Ediciones B fue el gran Miquel Barceló García, figura clave en la consolidación de la ciencia ficción en España y los países hispanoparlantes.

   Aunque también escribió un par de novelas en colaboración con el traductor y escritor español Pedro Jorge Romero, en realidad lo más destacable y relevante que escribió fue CIENCIA FICCIÓN. GUÍA DE LECTURA (Ediciones B NOVA, Barcelona, 1990) reeditada como CIENCIA FICCIÓN. Nueva guía de lectura (Ediciones B NOVA, Barcelona, 2015). Este libro es fundamental y de lectura obligatoria si te interesa lo más mínimo la ficción científica o ciencia ficción.

miércoles, 23 de julio de 2025

'CARL EL MAZMORRERO' de Matt Dinniman (reseña)

Acabo de leer el libro CARL EL MAZMORRERO.


   Escrito por el enigmático (y del cual solo he podido encontrar información muy escueta, al menos de momento) pero admirable escritor de género y bajista estadounidense Matt Dinniman, de Gig Harbor, Washington, Estados Unidos. No he sido capaz de encontrar más datos sobre su vida y eso que he invertido un buen rato buscando.


   Atención a este significativo autor de culto sin duda, pues a mi juicio la creación que da comienzo con el libro ahora reseñado marca uno de esos puntos de inflexión histórica en la literatura de ciencia ficción, renovándola por completo.

   Mi ejemplar es una primera edición publicada en julio de 2025 por NOVA, sello editorial de Penguin Random House Grupo Editorial, que en realidad empezó como una colección especializada en literatura de género (ciencia ficción y fantasía en especial) dentro de Ediciones B, hace 30 años aproximadamente. Por el tiempo esta colección se convirtió en un referente de la mayor calidad en la publicación de literatura de género, rivalizando con Minotauro (sello editorial del Grupo Planeta). A partir de 2017, tras la adquisición de Ediciones B (la división literaria del Grupo Zeta en realidad, cuyo mayor pilar era Ediciones B), NOVA dejó de ser una colección dentro de esa editorial y pasó a convertirse en un merecido sello por derecho propio.


   Lo único que echo mucho de menos en este cambio es la desaparición de las imprescindibles introducciones o prólogos que escribía Miquel Barceló García (1948-2021). Nada hubiera deseado más en esta vida que CARL EL MAZMORRERO empezara con una de las invaluables introducciones y estudio preliminar del grandísimo Miquel Barceló, pero con gran pena en mi corazón no puede ser desde hace 4 años, cuando todos los lectófilos aficionados a la ciencia ficción perdimos al mayor erudito español; este gran maestro sin el cual no se puede entender igual la literatura de ciencia ficción. Así que te mereces un homenaje y ser conocido, Miquel, en este blog. El próximo artículo va dedicado a ti por tanto y por todo lo que nos diste con la generosidad que te caracterizaba, grandísimo maestro erudito de la ficción científica (aunque nos hemos acostumbrado a la mala traducción llamada ciencia ficción).

   El libro tiene 462 páginas repartidas en una dedicatoria, una cita, 47 capítulos únicamente numerados (aunque algunos llevan subcapítulo), el epílogo, la primera parte del material adicional y los agradecimientos.

   Vuelvo a repetirlo en voz alta y casi gritando (aunque sin escribir en mayúsculas que, según alguna convención internáutica, es equivalente a gritar, como queda patente en el libro): ¡esto es un hito literario (a mi parecer) de los que suceden una vez en cada generación como mucho! Son las 23:24 horas del martes, 22 de julio de 2025. Hoy está más claro que el agua que me acostaré a dormir bien tarde, pues no es posible dejar la reseña para mañana. Todavía no salgo de mi asombro y eso que acabo de terminar su lectura hace un rato; el rato que llevo escribiendo de inmediato esta reseña antes de que se me olvide algo importante que decir (algo quimérico y casi imposible, pues tiene tanto a todos los niveles que no sé ni por donde empezar). Así que vayamos por partes y empecemos por el principio, arreglo a la forma de reseña que parece haber cogido expresión propia en este blog literario.


   Se trata de una inclasificable novela de ficción científica o ciencia ficción, como solemos decir comúnmente en España, que se sale por todos los sitios, revolucionando una serie de ideas que en las últimas 2 décadas se han usado de una manera u otra, volviéndose un explotado lugar común, tal vez demasiado manido por su éxito comercial, pero nunca llevándolas a este nivel. Para catalogar personalmente una novela de ciencia ficción como obra maestra debe contener toda una serie de características, así como cumplir no pocos requisitos que son decimonónicos para el género, el más destacable de los cuales a mi parecer lo clava el autor superventas Brandon Sanderson cuando afirma que "la fantasía no trata sobre el pasado y la ciencia ficción sobre el futuro. Tratan sobre ahora". 

   Por ese motivo no es lo mismo leer a los autores considerados maestros universales de la literatura de ciencia ficción que escribieron en la segunda mitad del siglo XX, que leer a los autores actuales capaces de captar y clavar esta época. Y si bien Ernest Cline ya fue un importante punto de inflexión hace 14 años con su espectacular debut sorprendente titulado READY PLAYER ONE, un pedazo de novela buenísima a mi juicio y disfrutable para toda la gente que habita el planeta tierra ahora, partiendo de 3 premisas fundamentales (videojuegos, realidad virtual y nostalgia ochentera), con el trasfondo literario distópico a nivel político y social sin el que la ciencia ficción no sería casi nada, no obstante Matt Dinniman va mucho, pero que mucho más lejos de lo que se atrevió a llegar Cline.

   Los que sin duda hemos llegado tarde somos los españoles e hispanoparlantes, pues el fenómeno mundial desatado en Estados Unidos y los países anglosajones por Matt Dinniman con 'DUNGEON CRAWLER CARL', el título original de esta columpiada sin nombre, imposible de catalogar porque desborda cualquier etiqueta que intentemos ponerle, empezó en 2020, ningún año mejor para dar comienzo a un fenómeno así y por tanto hay, parece ser, hasta donde he podido contar, un total de 6 novelas publicadas. ¿6 novelas en el lustro transcurrido? Sí, la verdad es que nos hemos quedado muy pero que muy muy muy rezagados. Supongo que Penguin no ha querido arriesgarse con algo tan fascinante pero extraño, extremo, loco, desproporcionado, divertidísimo (aunque no hay concepto superlativo inventado lo suficientemente exagerado como para catalogar lo divertido que es a mi parecer), satírico, cínico, brutal, cruel, despiadado, regocijante y un interminable etcétera, hasta no estar seguro del todo, desistiendo en sus largas y evasivas con este inmenso proyecto hasta que ha visto con evidencia lo que hay en el resto del mundo, mientras nosotros nos hemos quedado desde la pandemia en el paleolítico literario de la ciencia ficción.

   La novela empieza arrasando con todo desde las primeras páginas, no en una distopía terrestre sino en un apocalipsis de origen alienígena biológico pero desconocido en principio, que luego se ira develando complejo y muy amplio. Este apocalipsis provocado lo arrasa todo (no solo en nuestro planeta) de una manera curiosa y ya extrema, muy radical pero divertida desde el principio. Cero compasión. Cero empatía. Alienígenas con un grado de cinismo y sarcasmo elevado a la enésima potencia. Todo llevado al límite más extremo imaginable y rebasado, evidentemente, con Inteligencia Artificial o IA.

   Del apocalipsis alienígena cósmico pasamos, en un instante sincopado y casi imposible de asimilar, a un brutal videojuego de rol masivo en línea, organizado como un programa de telerealidad galáctica sin fronteras, pero también a una escala cósmica inimaginable. ¿Cómo puede ser eso? La novela te sumerge en ello y te lo va explicando Dinniman a medida que te metes a fondo en el videojuego con Carl (el joven protagonista) y la Princesa Dónut (la karsashiana gata persa de su ex novia y fascinante coprotagonista de la que es imposible no enamorarse).

   A partir de aquí es imposible contarte nada más porque no es posible hablar sobre ello sin tener la experiencia de lectura, inmersión absorbente y vivencia directa. Nunca jamás una novela ha conseguido, según mi opinión, transmitir las sensaciones de un videojuego como este acontecimiento literario sin parangón, derivado, por primera vez, en una necesaria saga que no se percibe como cualquier cansina saga, algo que odio, rechazo y repudio, pues hace años que es casi misión imposible poder disfrutar una buena novela de ciencia ficción y ya, al querer sacarle rendimiento económico a todo las editoriales, para acabar forzando y estropeando algo interesante e incluso bueno, que con una novela quedaría zanjado a la perfección. Este caso es diferente, una anomalía diría yo, al ser imposible zanjar la cuestión en una sola novela y ver con evidencia obvia la necesidad de más novelas para poder explorar los niveles del videojuego que conforma el trasfondo argumental, escenario y desarrollo de una desmesurada crítica a todas las reconocibles modas de la actualidad, con un sentido del humor muy difícil de mantener a ese nivel. 

   Aunque una crítica lícita que ha tenido la novela es volverse repetitiva hacia la recta final, personalmente a mí no me lo ha parecido, pues precisamente su mayor gracia y característica, según mi experiencia lectora con ella, es transmitir la sensación y vivencia de estar jugando a un videojuego de rol en vivo totalmente inmersivo, como nunca había tenido con anterioridad, lo cual implica detenerse en los abundantes detalles para vivenciar toda la narrativa de una forma no forzada, sino orgánica, natural, detallada, entendiendo que la literatura convencional nos haya acostumbrado a otra cosa diferente y por tanto, pueda generar la sensación de volverse repetitiva.

   Lo mejor de todo es la satírica crítica caricaturesca cínica y sarcástica del mundo humano en la actualidad, sin dejar títere con cabeza: el capitalismo; el consumismo; el divismo; el narcisismo; la obsesión por los seguidores, las visitas o las reproducciones; el especismo; la telerealidad; la ludificación; los colectivos identitarios; la polarización política; etcétera.

lunes, 21 de julio de 2025

Se cumple el primer aniversario de este blog

 Dedicado a toda mi gente lectófila


Hoy, hace un año, se me ocurrió una idea por la que nunca hubiera apostado ni un céntimo. Evidentemente ya sabes, si estás leyendo esto, a lo que me refiero. Y si no lo hubiera apostado es debido a las amplias experiencias anteriores con el blogging que tuve entre las primaveras de 2009 y 2020.

   ¿Un nuevo blog? ¿En 2025? ¿Después de estar sin crear ni escribir un solo blog desde mediados de 2020? ¿Encima creado y escrito con el teléfono "inteligente"? 

   Sinceramente la idea en principio no me pareció ni buena ni atractiva ni mucho menos seductora. 

   Todo vino derivado inesperadamente por un percance que jamás hubiera imaginado ni adivinado a dónde terminaría conduciéndome. Ese percance estaba relacionado con el proyecto que llevaba en marcha desde el jueves, 6 de abril de 2023: una especie de "pódcast" (por llamarlo de alguna forma) en Spotify, llamado al principio 'BIBLIOFILIADICTIVA', luego 'encuentros bibliófilos' y por último 'encuentros literarios', donde hablaba de libros, autores, librerías, películas, todo relacionado con la literatura y/o la lectura. También leía en voz alta escritos amanuenses, sin descansos, sin interrupciones, incluyendo errores de lectura, sonidos de fondo u otros percances técnicos, pues solo usaba el micrófono de teléfonos "inteligentes" Samsung de gama media o baja (pues si bien me gasto 1.000 euros en libros que considero inteligentes de verdad con los ojos cerrados y en una sentada, jamás me los gastaría en un teléfono presuntamente "inteligente" o cualquier otra cosa). Eso implicó locuras (que ahora no haría ni "harto de vino") como pasar grabando audios de 6 horas. ¿Crees sinceramente que alguien escucharía ni una sola vez un audio de un "notas" hablando 6 horas de sus gilipolleces subjetivas? Yo no (y los datos de reproducciones, que son la "sacrosanta" autoridad de este tiempo, pues tampoco). Pero al menos estaba cómodo y a gusto, sintiendo que había encontrado mi lugar. Entonces... ¿Qué pasó? Pues algo que te sonará seguro: una maniobra de "ingeniería" lampedusiana (cambiarlo todo para que nada cambie, derivado de El Gatopardo [Anagrama, Barcelona, 2019], la única novela escrita por el escritor italiano Giusseppe Tomasi di Lampedusa [1896-1957], una obra maestra de la literatura publicada originalmente en italiano en 1958) aplicada a la tecnología. Cambiaron toda la plataforma de pódcast para en realidad no cambiar nada en esencia, pero ese cambio impidió que pudiera seguir subiendo audios. Bueno, en realidad sí se subían pero luego no se procesaban, por tanto me quedé sin el proyecto en algún momento de julio de 2024. Dejé el último contenido subido para que se actualizara cada 15 días hasta su autoextinción reciente.

   Frustrado por la situación y el inconveniente, llegó la ocurrencia a mi cabeza: ¿Y si intento volver a retomar el blogging? Al principio lo barajé con suspicacia, pero tras dejarlo ahí "madurando" unos días en suspenso, decidí seguir adelante el domingo, 21 de julio de 2024.

   Al principio sucedió lo mismo que con todos los proyectos de blogging anteriores: iba sin orientación de tipo alguno, pero con una idea clara, ya explorada en Spotify: compartir mi pasión por la lectura y los libros desde mis capacidades personales y "profesionales", es decir, la opinión subjetiva. Porque si a lo largo de mi cincuentena recién cumplida tuviera que definir mi "profesión" sería lector de libros. Pero, según mi madre y el resto de la sociedad, viendo cómo hemos montado el tinglado humano (que no me apasiona mucho que digamos), eso, en todo caso, es un "hobby" (repudio los anglicismos, pero reproduzco lo que decía mi madre y otros voceros de la sociedad), una afición. Pues sí, no digo que no, será una afición pero es a lo que me dedico. Por eso difícilmente leerás otro blog como este, pues se necesita dedicación plena, primero para leer los libros y luego para escribir una reseña que me parezca mínimamente decente. Y eso solo lo puede hacer alguien que se dedique íntegramente a ello. ¿Quién puede hacerlo? Y mejor todavía: ¿Quién lo hace?

   Y, bueno, aquí estamos con un año a cuestas ya. Casi nada la broma. Así que tras haber soltado el discurso protocolario que he alargado en el tiempo lo máximo posible (la verdad es que no me apetecía este acto de autoengrandecimiento chabacano, por eso son las 21:55, rozando casi el final de este primer aniversario), vienen los dos descubrimientos para esta celebración, por orden de publicación, en la librería Atenea de Orihuela.

   Lo primero, un pedazo de cómic sobre la Segunda Guerra Mundial, con un trabajazo de investigación histórica a mi juicio exhaustiva (creo haber leído algún que otro libro sobre el tema), y unas ilustraciones tan logradas que pocas veces he visto, totalmente contextualizadas y absorbentes, además en blanco y negro. Me he enamorado al instante de este cómic.

   Pero lo más interesante a mi parecer es una celebración sin rareza literaria alguna, sino todo lo contrario: lo último de uno de los más grandes escritores y académicos patrios de nuestra cervantina lengua, volviendo de la manera más apasionante al motivo principal por el cual nuestra maravillosa lengua se llama la lengua de Cervantes. Me refiero al grande entre los grandes Antonio Muñoz Molina.

   Aunque la verdadera celebración viene al final y son los agradecimientos.


Mi mayor agradecimiento para ti, J. Antonio, que apareciste el primero, esporádicamente entre el 7 y el 13 de octubre de 2024 comentando por primera vez en este blog sobre el último libro de Yuval Noah Harari y alguna cosa más. Luego volviste a las "sombras" (donde mejor se está, como atestigua la comunidad que sustenta con sus visitas regulares este blog) para reaparecer gratamente con la biografía de RAW, el 26 de mayo de 2025 y te has quedado al descubierto, comentando con regularidad. Por descontado que aprecio muchísimo esa labor, eligiendo este blog entre la locura de contenido que hay en el gibsoniano ciberespacio, además de valorar lo que reseño, lo que escribo, incluso lo que fotografío. Si continúo en mis momentos bajos y desmotivados es, sin duda, por ti en gran parte. Tienes un lugar no solo en esta comunidad, donde tu voz es importante para mí, sino en mi literario y lectobibliófilo corazón, empapelado con el sánchezdragoniano negro sobre blanco.

   Mi mayor agradecimiento para ti, Moí, que apareciste el segundo comentando algo así como que a mí ya me considerabas tu amigo por haber escrito un artículo sobre Alan Moore, el 20 de octubre de 2024. A partir de ahí estuviste varios meses comentando a menudo y apoyando por tanto este blog, hasta que las vicisitudes de la vida cotidiana, el trabajo y todo lo demás te absorbieron del todo y desapareciste el 9 de marzo de 2025. Estés donde estés espero que te vaya genial. Siempre tendrás un lugar en mi recuerdo y corazón.

   Mi mayor agradecimiento al periodista y escritor español Carlos H. Vázquez, autor del libro A un gancho de la gloria (Efe Eme, Valencia, 2024) que se tomó la molestia de enviarme un correo electrónico personalizado para agradecerme la reseña que escribí sobre su magnífico libro.

   Mi mayor agradecimiento para usted, Centauro, porque en el momento más bajo y dudoso por parte de servidor, agradecí aquel comentario del 6 de mayo de 2025. Si este blog ha seguido adelante desde entonces (tras tomar una firme decisión de cierre y abandono) ha sido gracias a usted y el sentimiento tan sincero que me transmitió. Espero que le vaya muy bien allá donde esté y que este blog o su reinvención, si acaso lo lee todavía, siga siendo de su agrado.

   Y por último mi mayor agradecimiento para ti, Bro, mi Bro (ya sabes que eres el único al que le doy ese trato especial, tan lejano a la moda actual de la cual tan alejados estamos ambos, pues ya nos tratábamos con esa deferencia mucho antes de que se convirtiera en lo que es hoy) Rio Trankilo, por tanto y por todo, que excede con mucho este blog:

  1.    Gracias por haber sido mi literario amigo íntimo en el mundo real, no solo compartiendo lecturas, sino facilitándome descubrimientos literarios que llevo y siempre llevaré "tatuados" a "fuego y sangre" en todo mi ser.
  2.    Gracias por haber leído y apoyado con deferencia y verdadera sinceridad tan difícil de encontrar, sin importar la calidad ni la objetividad, todo lo que he escrito a lo largo de un cuarto de siglo, fueran dietarios amanuenses, fueran relatos poéticos, fueran blogs, no importa.
  3.    Gracias por apoyar este blog desde el principio, unas veces "ocultado en las sombras invisibles", otras veces "desocultado en la claridad visible". 

sábado, 19 de julio de 2025

Un inesperado descubrimiento sorprendente y resonante desde el principio

Bitácora arriesgada de una lectura inesperada


Viernes, 18 de julio de 2025.

19:54.


Hace aproximadamente una hora he decidido empezar la lectura de la última y reciente novedad editorial que he descubierto esta mañana. La publicación original y lanzamiento a la venta tuvo lugar hace 8 días, el jueves, 10 de julio de 2025. Por tanto os traigo una primicia en exclusiva, mi gente lectófila.

   Serían más o menos las 11:00 o cerca cerca, cuando he llegado a la librería Atenea de Orihuela. Desde hace casi una semana la ciudad orcelitana capital de la Vega Baja está celebrando las anuales fiestas populares de moros y cristianos. Con todos los comercios cerrados desde el día anterior, pensaba que hoy tampoco habría nada abierto, pero mi mujer ha llamado por teléfono, anunciándome la literaria "buena nueva": "Mi amor, Atenea abre hasta mediodía". Así que, tras hacer un recado, he pasado por la librería.

   Y entonces lo he visto, allí, en un apartado de las novedades: CARL EL MAZMORRERO. Había varios ejemplares. Solo el título, por experiencia, ha despertado la primera resonancia en mí. Sin duda, el acompañamiento del diseño de la portada también ha sido de ayuda, decantando el libro hacia una posibilidad. Después ha venido la siguiente comprobación necesaria: ¿Qué editorial lo publica? NOVA. Perfecto. Vale. Genial. La colección de Ediciones B dedicada a la literatura de ciencia ficción y fantasía que, tras ser comprada por Penguin Random House Grupo Editorial, se convirtió en un sello editorial propio. Mejor no podía ir el asunto, pues Penguin a través de NOVA siempre publica la mejor ciencia ficción vanguardista y actual del momento, en competición con Minotauro, el sello dedicado a lo mismo pero por parte del Grupo Planeta. Y ya solo quedaba el final: leer la contraportada. Ahí el asunto se ha decantado definitivamente, haciendo coincidir todas las resonancias: esta novela de ciencia ficción la tengo que leer.


   La resonancia principal y directa a nivel lectófilo intuitivo que he tenido ha sido Ernest Cline y su obra maestra, así como ópera prima, READY PLAYER ONE (Ediciones B, Barcelona, 2011), que leí un par de años después, en primera edición, publicada también en NOVA cuando todavía era una colección de Ediciones B, disfrutando como hacía casi una década en aquel momento, que no disfrutaba de la literatura de ciencia ficción, tras descubrir la obra completa de Philip K. Dick (1928-1982), las gozadas delirantes de Fredric Brown (1906-1972), las especulaciones retorcidas de Norman Spinrad, las fascinantes creaciones de Brian W. Aldiss (1925-2017) o la imaginación postcyberpunk desbordante de Neal Stephenson. Cline hizo que volviera a la literatura de ciencia ficción disfrutando con el solipsismo delirante de siempre, pero actualizando los temas mucho más cercanos al presente y nuestras vivencias juveniles, como los videojuegos, guiños constantes a la cultura popular ochentera (década de 1980) y la realidad virtual llevada hasta el extremo, en un futuro cercano distópico pero plausible y bastante reconocible.

   También he identificado resonancias cinematográficas y literarias, destacando la primera película que ha venido a mi mente: 'The Running Man' (Paul Michael Glasser, 1987), interpretada por Arnold Schwarzenegger y basada libremente en la adaptación de una novela de Stephen King, que guionizó Steven E. de Souza, titulada en España 'Perseguido'. Y por descontado todos los productos creados en torno a ese argumento, empezando por BATTLE ROYAL (Booket, Barcelona, 2013) de Koushun Takami (publicada originalmente en japonés en 1999), que se convirtió en toda una sensación, un hito y un fenómeno literario superventas debido a la polémica que generó, siendo la fuente de inspiración original para LOS JUEGOS DEL HAMBRE (RBA, Barcelona, 2008) de Suzanne Collins, que derivó en una trilogía y las adaptaciones cinematográficas posteriores, hasta convertirse el trasfondo en un cliché de la ciencia ficción tanto leída como audiovisual hasta hoy, con la serie coreana de Netflix 'El juego del calamar' (Hwang Dong-hyuk, 2021-2025).

   Aunque todo esto solo han sido conexiones iniciales subjetivas y sesgadas que hace la mente o el cerebro o vaya usted a saber qué. Por eso he mantenido la intriga esperando la llegada de la tarde y que el acuciante sol con su abrasiva temperatura descendiera de su trono incandescente de puro fuego y me permitiera salir a caminar en la fase crepuscular.



Sábado, 18 de julio de 2025.

21:08.


A punto de anochecer, he leído las primeras páginas (hasta la 27) y estoy sorprendido. La dependienta que me ha atendido esta mañana ha hecho un comentario fortuito de gran significado cuando ha visto lo que me llevaba, con la pertinente cuestión al final, como siempre suele hacer: "ya me contarás qué tal está la novela cuando vuelvas por aquí". El comentario fortuito hacía referencia a cierta persona conocida suya que ya la ha leído, con esta conclusión: "me ha dicho que no ha parado de reír desde el principio hasta el final". He levantado una ceja suspicaz: "¿Qué? ¿Un intento de comedia tronchante con esas temáticas de ciencia ficción? ¡Eso si que es tenerlos bien puestos y un tremendo riesgo!". La verdad es que Douglas Adams (1952-2001), a pesar de lo gracioso e ingenioso que era escribiendo, no es lo que diríamos un autor que me hizo excesiva gracia ni tampoco me tronché con sus peculiares creaciones. Será a lo mejor que, exceptuando a los Monty Python, no capto el humor británico del todo (pues Tom Sharpe [1928-2013] tampoco me hizo nunca ni pizca de gracia y eso que leí no pocas cosas suyas). Pero aquí estamos ante un autor estadounidense cuyo humor, a pesar de ser también anglosajón en origen, creo que sí me hace bastante gracia. Pero... ¿En una ciencia ficción como la propuesta? Bueno, parece ser que las suspicacias han saltado por los aires en las páginas 26 y 27, cuando el protagonista se mete en la mazmorra y empiezan a desbloquearse logros cual videojuego, con un nivel de sátira, ironía, cinismo y malicia que todavía estoy "partiéndome la caja" de la risa y no he podido continuar. Pero ni siquiera hace falta llegar ahí, pues lo que pasa desde la segunda o tercera página es una burla tan cínica y satírica al excepcionalismo humano, el capitalismo más depredador y la forma en que tratamos a los animales o el planeta, que no puedes parar de troncharte por lo evidente, obvio y ridículo que lo muestra este claro maestro sin parangón de la sátira, que era hasta hoy un desconocido Matt Dinniman para servidor, en un contexto de ciencia ficción que permite ver las evidencias gracias a las distancias del contexto, tan reconocible y cercano como extraño, lejano y ajeno.



Viernes, 18 de julio de 2025.

21:40.


Ahora sí, casi ya de noche me está siendo muy difícil terminar el capítulo en esta vía verde sin iluminación, así que continuaré cuando llegue a casa. Menuda aventura tronchante creo que me espera por delante si el autor sigue así y además, al investigar un poco he descubierto que se trata de una saga con unos 4 o 5 o más libros por delante, pues esta idea de CARL EL MAZMORRERO dio comienzo en 2020 originalmente en inglés y parece ser que se trata de un fenómeno superventas que de momento sigue en marcha.



Sábado, 19 de julio de 2025.

0:30.


¡Se me pasa la hora de dormir y no puedo parar! Sí, aquí estoy enganchado de nuevo, tras jugar unas partidas al Conecta 4 con mi mujer cuando he vuelto de la caminata, acostado en la cama, muerto de sueño pero desternillado de la risa con el primer reto al que se está enfrentando Carl El Mazmorrero y un goblin ingeniero incel de nivel 3. Sí, como lo oyes. Literalmente: "Ingeniero goblin. Nivel 3. Ingenieros, los incels de la cultura goblin. Les cuesta mucho conseguir pareja, lo que hace que siempre estén muy enfadados. Si hay mujeres en tu grupo, las atacarán primero" (página 29). Así se las gasta el Matt Dinniman este, joder. Es buenísimo no, lo siguiente. Me voy a dormir "calentito" pero no del calor sino de la risa. Esta vez sí puedo afirmar por las risas que llevo a cuestas en las primeras 35 páginas, que se trata de un autor desopilante. No me quiero ni imaginar lo que pasará si continúa así las 462 páginas. Supongo que bajará un poco el ritmo, pues veo complicado que pueda mantener un ritmo como este más de 400 páginas, pero tampoco me sorprendería. No hay introducción, no hay prolegómenos, no hay contextualización, no hay calentamiento ni preliminares... Matt Dinniman va al grano desde la primera página. ¡Menudo fichaje, Penguin! Enhorabuena, de verdad.

viernes, 18 de julio de 2025

Érase una vez en... Alemania

Exactamente hoy, hace un siglo, las librerías de Alemania amanecieron ofreciendo una novedad editorial que sellaría el destino de todo el pueblo germano.

   No, esto no es una película de Tarantino, sino algo más real que la realidad misma. Agárrate como (y donde) puedas, pues empieza un alucinante viaje al fondo de la política, las ideas, las creencias, los sesgos cognitivos, las teorías conspirativas, el totalitarismo o la violencia extrema, desmedida y sin sentido, motivada por el nefasto hecho de que los sentimientos, las emociones y la desinformación predominen sobre el razonamiento, meditar pausadamente las cosas y la información veraz.

   ¿Quién dijo aquello de que la pluma es más poderosa que la espada?

   Bueno, aunque el periodista, escritor y político británico Edward Bulwer-Lytton (1803-1873), primer barón Lytton, se quería referir a algo más bien simbólico y metafórico (una metonimia en realidad, es decir, el cambio semántico por el cual se denomina un concepto con otro nombre, mediante un tipo de relación entre ambos), en alguna ocasión, como la citada aquí, algunas veces la palabra escrita moviliza a la gente de tal manera que acaba "traspasando" el negro sobre blanco para volverse peligrosamente real, pues, por norma general, toda utopía en lo ideal acaba convertida en una distopía en lo real. Y eso es exactamente lo que sucedió en este caso.

   El 18 de julio de 1925 los escaparates de las librerías alemanas ofrecían de venta al público un libro titulado Mein Kampf, que significa Mi Lucha en alemán (y así sería traducido al castellano años después hasta hoy, en todas las ediciones y reediciones, tanto completas como incompletas, que ha tenido).


   Aquel libro era en realidad la primera parte del manifiesto político dictado a su escriba por un ex militar austríaco de bajo rango (cabo) que había participado en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), combatiendo en el ejército alemán, país que acabaría siendo derrotado. Cuando se publicó el libro, ese irrelevante, oscuro, sombrío y fanático ex militar, con un pasado juvenil anterior a la Gran Guerra muy precario, bordeando casi la indigencia, hacía 6 años que se había reconvertido accidentalmente en político. Un político que empezó en la nada, pero en ese momento histórico crucial ya estaba destacando, al ganar con rapidez el favor, el apoyo, el voto y la conversión de no pocos alemanes, aunque las cosas en el momento de la publicación del primer volumen de Mein Kampf eran poco halagüeñas y más bien inciertas para este político, que apenas 2 décadas después se convertiría en el villano hollywoodiense, literario y real, a nivel mundial arquetípico, por derecho propio y (de)"méritos" sobrados  (aunque todavía y para no poca gente sigue siendo un "héroe", como es inevitable en el mundo humano).

   A estas alturas ya sabrás que estamos hablando, evidentemente, del político, dictador totalitario y genocida austríaco nacionalizado alemán Adolf Hitler (1889-1945), fundador del NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, por sus siglas en alemán) y del nacionalsocialismo (régimen e ideología política dictatorial de característica totalitaria y valores ultraconservadores, aunque de tendencia revolucionaria, que gobernó Alemania desde el 30 de enero de 1933 hasta el 8 de mayo de 1945, tras la rendición incondicional de la Alemania nazi), abreviado nazismo, responsable de la Segunda Guerra Mundial y la Shoá u Holocausto judío (aunque también fueron exterminadas sistemáticamente diversas minorías étnicas y religiosas, así como enemigos políticos).

   Uno de los mayores errores equívocos perpetuado por todos los sitios es catalogar y/o equiparar al nazismo con el fascismo, para aplicar la ya banalizada y descontextualizada etiqueta de "fascismo" a cualquier posición política que percibamos como enemiga o contraria a nuestras propias creencias, perdiendo así el valor original riguroso, histórico y verdadero del asunto, que no es baladí.

   Históricamente hablando el fascismo es un régimen e ideología política exclusiva, dictatorial y ultraconservadora, pero también revolucionaria, como el nazismo, que surge en Italia, gobernándola entre 1922 y 1945. Fue fundado por el político, militar y dictador italiano Benito Mussolini (1883-1945), a través del Partido Nacional Fascista (1925-1943) y el Partido Fascista Republicano (1943-1945). Aunque ambas ideologías políticas totalitarias se aliaron, especialmente en la Segunda Guerra Mundial, la respuesta es no; el nazismo alemán no fue un tipo de fascismo, sino un régimen político propio e independiente, que a nivel ideológico compartió algunas ideas con el fascismo italiano, pero también divergió en otras de no poca importancia, como la ideología antisemita y racista, por poner un significativo ejemplo.

   ¿Y qué pasó con el libro Mein Kampf? Hagamos un análisis literario superficial (ahora no tengo un ejemplar a mano para leerlo y reseñarlo, aunque lo haya leído un par de veces en mi trayectoria lectobibliófila).

   Aunque fue desde el principio atribuido a Adolf Hitler, en realidad Hitler no lo escribió, sino que lo dictó. El verdadero escriba fue su secretario personal en ese momento, el militar y político alemán Rudolf Hess (1894-1987), uno de los principales miembros del NSDAP desde el principio. Fue dictado y escrito durante la reclusión penitenciaria de Hitler, Hess y otros miembros del partido nazi, entre el 1 de abril y el 20 de diciembre de 1924, tras un golpe de estado fallido que tuvo lugar en los días 8 y 9 de noviembre de 1923 en Múnich, Baviera, Alemania.

   El libro es claramente un arduo, burdo, farragoso y mal escrito manifiesto político propagandístico que cuesta no poco de leer (teniendo en cuenta los 2 volúmenes es un libro de casi 800 páginas), por eso la mayoría de ediciones están incompletas, al menos las traducidas al castellano, donde Hitler plasma su programa político, así como las ideas que sustentaban gran parte de lo que luego terminaría siendo el nazismo, destacando su opinión prejuiciada, sesgada y conspiranoide de los judíos y el comunismo, tras su ascenso al poder como canciller de Alemania 8 años más adelante, después de pasar una turbulenta etapa donde el NSDAP ascendía en las elecciones, para luego descender, oscilando así hasta llegar al gobierno, tras el aprovechamiento de la situación crispada, polarizada y de crisis a todos los niveles. 

   Pero lo más destacable del libro (o del recuerdo que me ha dejado el libro) a mi juicio es la subjetiva presentación cuasi heroica que hace Hitler de su lucha política, cual justificación del título, intentando usar una retórica tradicionalista de corte épico, como imitación de las grandes gestas literarias medievales que, podría haber quedado incluso bien de contratar a un gran escritor, pero que con el mediocre oficinista lacayo Hess a la máquina de escribir, quedó un bodrio infumable y que, por descontado, poca gente leyó al completo, pues literariamente dejaba mucho que desear.

   No obstante, aunque la primera edición del libro se vendió con mucha lentitud (obviamente, ya que era un truño de ensayo que combinaba la teoría política con la autobiografía, en forma de vehemente y furibunda diatriba subjetivista radical), tras acceder Hitler al poder a principios de 1933 las ventas se dispararon, vendiendo un millón de ejemplares aproximadamente y de manera estable, hasta la caída de la Alemania nazi en 1945, aunque no fue por motivos literarios, como ya vimos, sino por el estado de excepción política y militar que representó el nazismo (por ejemplo, se regalaba un ejemplar a las parejas que se casaban), ya que el libro se convirtió en la "biblia" del nazismo. Se estima que fueron editados unos 12.400.000 ejemplares del Mein Kampf, lo cual supone ser el mayor libro superventas de toda la Alemania nazi después de la 'Biblia'. Esto implica que el Mein Kampf fue una de las principales fuentes de ingresos, reportándole a Hitler unos 12 millones de marcos de la época aproximadamente.

   El libro fue publicado originalmente por Franz Eher Nachfolger GmbH, más conocida como Eher Verlag, la editorial principal del NSDAP, dedicada a la publicación de libros y periódicos. Aunque fue fundada por el editor Franz Eher (1851-1918) el 2 de diciembre de 1901, tras su muerte fue adquirida por el NSDAP el 17 de diciembre de 1920. Al principio Hitler quería titularlo algo así como Cuatro años y medio de lucha contra las mentiras, la estupidez y la cobardía, pero el militar y político alemán Max Amann (1891-1957), uno de los fundadores del NSDAP y director de Eher Verlag en ese momento, propuso, al parecer, Mi Lucha.

   El primer volumen del Mein Kampf tenía 400 páginas y valía 12 reichsmark cuando salió a la venta el 18 de julio de 1925. El segundo volumen no saldría a la venta hasta el 11 de diciembre de 1926. 4 años después se publicó la primera edición barata y completa, con los dos volúmenes.

   La primera traducción al castellano corrió a cargo de la Editorial Araluce de Barcelona, que sacó a la venta una edición reducida e incompleta de 355 páginas, pero autorizada por Eher Verlag, en 1935.

   Tras la Segunda Guerra Mundial el libro fue incautado y prohibido en Alemania y se destruyeron la mayoría de los 12 millones casi y medio de ejemplares impresos, quedando solo unos pocos cientos de miles. Desde entonces el libro ha oscilado entre la prohibición y la permisividad, según el país, siempre y cuando sean ediciones comentadas para matizar, pero de todas formas, como es comprensible, desata todo tipo de reacciones encontradas. En España es posible encontrar ediciones con facilidad, a pesar de que el Código Penal prohíbe este tipo de contenidos por considerarse incitación al y delito de odio. De hecho personalmente he tenido al menos 3 ejemplares de ediciones diferentes, siempre marginales, siempre residuales, la aplastante mayoría de veces con el libro incompleto y/o mal editado. La única manera de asegurar una buena edición es a través de editoriales neonazis y eso ya no es tan fácil de conseguir, pues son marginales y suelen operar en una semiclandestinidad para evitar problemas legales.

   La primera edición original en alemán que vi en mi vida del Mein Kampf fue en una pequeña pero popular librería de viejo en Alcoy, Alicante, Comunidad Valenciana, España. De esto hace 30 años. Era una edición especial en alemán de 1933, encuadernado el ejemplar en tapas duras. Llevaba el sello del NSDAP en cada página. Valía 25.000 pesetas (unos 150 euros). Evidentemente jamás lo compré, pues en aquella época estaba lejos de la disposición de ese dinero, pero entendí y viví por primera vez en mi vida la fascinación de la bibliofilia.

   Hoy la primera edición del primer tomo difícilmente baja de los 4.000 euros, siendo uno de los libros más raros, complicados y caros de conseguir, solo a la altura de un verdadero bibliófilo o un devoto neonazi dispuesto a invertir ese dinero.

miércoles, 16 de julio de 2025

'los DIABLOS' de Joe Abercrombie (reseña)

Acabo de leer el libro los DIABLOS.

   Escrito por el llamado y reconocido con motivos de sobra "rey de la fantasía oscura", el magnífico e irrepetible escritor británico especializado en literatura fantástica Joseph Edward Abercrombie, nacido el 31 de diciembre de 1974 en Lancaster, Lancashire, Inglaterra, Reino Unido. Graduado en psicología en la Universidad de Manchester, desde bien pronto se volvió un adicto jugador de videojuegos, lo cual ha quedado reflejado con evidencia en su pluma, la forma de escribir que tiene y el desarrollo de sus fascinantes novelas. Antes de su plena dedicación a la literatura fantástica fue editor cinematográfico, trabajando para una empresa de posproducción televisiva, aspecto que también se nota en sus novelas, con pulso y acción muy cinematográfica.

   Hoy por hoy Abercrombie es uno de los autores de literatura fantástica más valorados del mundo debido a una amplia trayectoria profesional como escritor referencial (la primera novela fue publicada en 2006), dando a imprenta unas 3 trilogías superventas y varias novelas sueltas ambientadas en los peculiares e imaginativos mundos de fantasía oscura que ha creado (incluyendo también novelas juveniles, una de las cuales le aportó un premio Locus, el tercero en importancia dentro de la literatura de género). 

   Lo que escribe no es literatura fantástica convencional y por su calidad excepcional, así como complejidad y extensión, suelen ser más difíciles de leer sus novelas, pero cuando hemos empezado no es posible parar, quedando atrapados en la lectura. Sin duda este maravilloso autor ya queda entre los referentes universales de la literatura fantástica de todos los tiempos, con un estilo y narrativa propia, así que cualquier novedad editorial que da a imprenta es importante no perdérsela.

   Mi ejemplar es una primera edición publicada en mayo de 2025 por Alianza editorial (perteneciente al Grupo Anaya) en su emblemática colección RUNAS, especializada en fantasía, ciencia ficción y terror.

   Os pido disculpas, mi gente lectófila, pues compré este ejemplar reseñado el viernes, 6 de junio de 2025, dos semanas después de salir a la venta, pero me fui distrayendo con otras cosas y no prestando la suficiente atención ni dedicándole el tiempo exclusivo que necesita Abercrombie por definición y eso me ha retrasado hasta no poder daros una de las grandes exclusivas, como me gusta hacer, siendo, al parecer, complicado encontrar una primera edición.

   El libro tiene 799 páginas repartidas en 4 partes tituladas, con unos 73 capítulos en total (si mal no he contado) también titulados y los agradecimientos. El curioso detalle al final son unas láminas en papel satinado y a todo color de los personajes protagonistas, con un estilo artístico en las ilustraciones que simula la época retratada.

   Se trata de una obra maestra apabullante al estilo abercrombiano único e irrepetible, marca de la casa Lord Grimdark (pseudónimo virtual que usa el autor, haciendo referencia al subgénero literario al que pertenece casi toda su obra, abreviación de oscuridad siniestra en inglés), donde el renombrado "rey de la fantasía oscura" vuelve a demostrar su inagotable capacidad para crear un nuevo mundo regido por su forma de reimaginar la fantasía oscura, renovándola otra vez. Como dice elocuentemente el escueto y último pero certero comentario del ingenioso y agudo Alberto Chicote en la contraportada: "¡Lo ha vuelto a hacer! Cuando parecía que no se podía ir a más, Abercrombie, lo ha vuelto a hacer". Se puede decir más alto pero no más claro.

   Aunque no hay ni un ápice irreconocible y mucho menos decepcionante, que no sea el mejor Abercrombie en estado puro, no obstante desde el principio me costó empezar y sumergirme en la historia, debido a su radical giro tan peculiar y disruptivo que "explota" las cabezas de sus lectores asiduos, pues el contexto cambia radicalmente y pasa de unos mundos fantásticos asimilables a periodos históricos antiguos pero bastante desdibujados e imaginativos, a una especie de Edad Media cristiana muy reconocible pero totalmente cambiada en la jerarquía católica de la Ciudad Santa, gobernada por mujeres y en la jerarquía ortodoxa de Troya, gobernada por hombres. El equivalente a Jesucristo también es mujer (la Salvadora se llama) y algún detalle más que excede esta reseña antes de pasar del aperitivo dado al banquete literario que viene; un festín de argumento, personajes corales (destacando con diferencia a mi juicio los femeninos), aventuras, intriga, suspense, traiciones, violencia, giros inesperados, figuras y elementos comunes de la fantasía épica insertados en un contexto inesperado que sorprende, o escenas de lucha y enfrentamiento que parecen una cosa y luego son otra, manteniéndonos en vilo todo el tiempo, para llevarnos al límite y luego dejarnos suspirar y tomar un poco de aire durante varios capítulos hasta la siguiente embestida abercrombiana a nuestro cerebro, dejándonos con ganas de más.

   Si ya has leído algo de Lord Grimdark y por tanto conoces la pluma de Abercrombie, pues a continuar con esa genialidad que le caracteriza, en una reinvención que se sale de lo convencional a lo que nos tiene acostumbrados en el continente pero no en el contenido. Si no has leído nada de Lord Grimdark y por tanto desconoces la pluma de Abercrombie, ahora es el momento perfecto de iniciarte y empezar desde el principio, conociendo a la perfección a esta "mala bestia" de la literatura fantástica y la oscuridad siniestra que jamás te dejará indiferente, aprovechando al máximo los 23,95 euros más que merecidos que invertirás en esta obra maestra.