jueves, 26 de junio de 2025

'EL GRAN REINICIO Y LA GUERRA POR EL MUNDO' de Alex Jones (reseña)

Acabo de leer el libro EL GRAN REINICIO Y LA GUERRA POR EL MUNDO. THE GREAT RESET.

   Escrito por el popular pero altamente polémico presentador radiofónico estadounidense Alexander Emerick Jones, más conocido como Alex Jones, nacido el 11 de febrero de 1974 en Dallas, Texas, Estados Unidos. Asociado estrechamente a las ideologías políticas ultraconservadoras de nuevo cuño en Norteamérica (conocidas como neoconservadores, abreviados "neocon") y sobre todo al fenómeno originado hace 3 lustros y que se conoce como "alt-right" o "derecha alternativa", es aclamado y seguido por la mayoría de supremacistas blancos (un fenómeno político extremo y fundamentalista ultraconservador estadounidense que promueve el racismo segregacionista de los estados sureños confederados previos a la Guerra de Secesión [1861-1865] o Guerra Civil estadounidense, a través de la cual se abolió la esclavitud hace un siglo y medio, adoptando también posiciones neofascistas y especialmente neonazis simpatizantes en su ideología política) como referente principal en los medios de comunicación afines. 

   Su trayectoria profesional dio comienzo pocos años después de terminar la formación académica en 1993, tras finalizar la graduación en una escuela secundaria pública de Austin, la ciudad de Texas donde ha residido la mayor parte de su vida desde la infancia. Esto significa que no tiene estudios académicos ni se especializó en nada. 3 años después, en 1996, dio comienzo su prolífica pero siempre dudosa y polémica carrera como presentador radiofónico, donde ha creado espacios web muy lucrativos como InfoWars o su programa más conocido, 'The Alex Jones Show'. 

   Esa trayectoria es muy elocuente, debido al referente principal en el que se ha convertido a nivel ideológico para una parte de la población estadounidense, pues su verdadera formación es autodidacta y empezó en plena adolescencia leyendo un libro del periodista conservador Frederick Gary Allen (1936-1986), cuyos libros exponían la popular teoría conspirativa del "Nuevo Orden Mundial" o "NOM" repetida desde la década de 1990 cual cliché por todos los teóricos de la conspiración, sin salirse de una línea argumental, independientemente de la ideología política profesada (que siempre oscila entre ambos extremos del eje izquierda-derecha o progresistas [llamados liberales en Estados Unidos] y conservadores). 

   Aunque hay variantes específicas, la teoría conspirativa del "NOM" argumenta en el trasfondo lo mismo: existe una malévola "conspiración" interna y oculta entre banqueros y políticos (apoyados por las grandes corporaciones y los medios de comunicación) para dominar, controlar, subyugar y esclavizar a la población. La fantasiosa manera especulativa de hacerlo en la fértil imaginación de estos teóricos sería a través de una red de "sociedades secretas" donde destacarían 2 grupos: masones e illuminati por una parte y el Club Bilderberg, el CFR (Consejo de Relaciones Exteriores, por sus siglas en inglés) o la Comisión Trilateral por otra parte, incluyendo a partir de ahí toda organización que se les ocurra o les parezca sospechosa, para atar cabos en la construcción de la teoría conspirativa con la afirmación de que todas (absolutamente todas) las instituciones están, o bien creadas o bien controladas por estos organismos privados, incluyendo la ONU, la OTAN, la UE, la OMS, etcétera.

   Esto es un asunto de la más alta gravedad y tiene nombre: se llama difamación. 'Difamación: Acción y efecto de difamar' (Real Academia Española). Sinónimos: descrédito, desprestigio, calumnia, denigración, maledicencia, injuria, ultraje, vilipendio, oprobio, insulto, deshonra. 'Difamar: desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama' (Real Academia Española).

   ¿Por qué todo (o casi todo) lo que escriben los teóricos de la conspiración es difamación por definición? Porque la mayoría de veces escriben, piensan, hablan y actúan de la misma forma: afirmando ideas y planteamientos subjetivos sin fundamento, que nunca van más allá de meras especulaciones copiadas y calcadas entre un autor y otro.

   Para muestra un significativo botón: en la página 18 del libro aquí reseñado el autor dice: "En el arte de la persuasión, esto se conoce habitualmente como la dinámica problema-reacción-solución". Esta idea la usará varias veces más hacia los capítulos finales del libro. No volverá a ella hasta la página 179, donde la retomará explicándola más detalladamente: "Utilizaron una crisis para promover una agenda de larga data. Esto es lo que he denominado <Problema. Reacción. Solución>. Ocurre un problema, por ejemplo, una pandemia. El Gobierno encierra a todos en sus casas y les arrebata su modo de vida normal. La gente tiene miedo y quiere tranquilidad. Las élites globales ofrecen entonces una solución que resulta más invasiva que el problema original". 

   Aparte del dudoso, torticero y subjetivo análisis que el autor hace del supuesto "método" o estrategia de manipulación a la que ahora cataloga como "Problema. Reacción. Solución" y no "problema-reacción-solución" igual que hizo al principio, es que en un primer momento (página 18) afirmó que procedía del "arte de la persuasión" y hacia la recta final del libro (página 179) sugiere que él lo denomina así, dando a entender que es una invención de cosecha propia (sin especificar lo que dijo antes sobre la hipotética procedencia del "arte de la persuasión"). Como ya habrás podido imaginar o sospechar, evidentemente ni procede del presunto "arte de la persuasión" ni mucho menos lo ha inventado Alex Jones. La procedencia es, hasta donde he podido rastrear, de otro autor emblemático y consolidado, cuyos libros son enciclopedias de todas las teorías conspirativas imbricadas en un argumento, esta vez sí, de cosecha propia, aunque también se le atribuye al filósofo, lingüista y activista político estadounidense Noam Chomsky, otro autor cuyos libros e ideas, desde que se dedica al análisis crítico de la política estadounidense hace décadas, es muy subjetivo, altamente especulativo y proconspiranoide. Me refiero al ex futbolista, ex locutor deportivo y escritor británico David Icke. 

   De hecho, el argumento de la supuesta estrategia de manipulación "problema-reacción-solución" está desarrollado al detalle en los libros de David Icke, aunque exactamente igual que el explicado por Alex Jones en su libro aquí reseñado; el problema reside en que los libros de Icke donde lo explica están escritos y publicados hace entre una década y un cuarto de siglo. 

   He aquí cómo funciona el mundo de las teorías conspirativas, apropiándose siempre de los argumentos de otros autores rivales competidores en el mismo negocio, pero casi nunca citando las fuentes originales, para autoatribuirse los argumentos. Icke lo hizo, entre otros, con Zecharia Sitchin (1920-2010) en su época, un popular autor de pseudohistoria y teorías conspirativas, cuyos planteamientos están obsoletos y rebatidos desde hace años, demostrándose que las traducciones e interpretaciones hechas por él eran erróneas, tanto de textos antiguos como de piezas arqueológicas, aunque empezó a publicar sus libros 2 décadas antes que Icke. El libro decimonónico y más significativo a mi juicio para ver las evidencias con obviedad entre lo argumentado por Icke y lo argumentado por Jones es El despertar del LEÓN. La humanidad nunca más de rodillas (Ediciones Obelisco, Rubí, 2012).

   Evidentemente esto nadie lo puede saber de entrada si no hace lecturas comparativas, por eso es tan importante leer de todo si queremos formarnos una opinión propia lo más objetiva posible, pues una cosa es leer a un autor teórico de la conspiración (cuyos argumentos están desarrollados con unos sesgos radicales elegidos selectivamente para convencer a sus lectores menos críticos y por tanto más proclives a creer en sus argumentos sin contrastar ni verificar) y otra muy distinta es leer a varios autores de las mismas teorías y comparar sus argumentos. Si lo hacemos, tomándonos esa pequeña molestia, enseguida veremos que unos copian y calcan de otros anteriores e incluso paralelos esos argumentos esgrimidos, llegando hasta el plagio más burdo y descarado, con la misma actitud deshonesta: no citar las fuentes originales consultadas y autoatribuirse falaz y falsamente el argumento como si fuera de cosecha propia. Por eso, lo primero al leer libros de autores cuya especialidad esté centrada en escribir sobre teorías de la conspiración, es no fiarnos jamás de lo que argumentan a priori, especialmente cuando sus argumentos son afirmaciones que pretenden pasar por verdades evidentes y objetivas, cuando solo son especulaciones subjetivas e interpretaciones infundadas. De ahí que sea necesario contrastar esos puntos de vista con otros parecidos, pero también contrarios y sacar una valoración con la cual hacer el balance. No conozco mejor libro para entender correctamente las teorías conspirativas que SOCIOLOGÍA DE LAS TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN (Editorial Síntesis, Madrid, 2023) del sociólogo, docente y escritor español Alejandro Romero Reche.

   Es curioso el asunto de Alex Jones y las afirmaciones que repite cual "loro" vocero de las conspiranoias más actualmente populares en su libro, pues se presenta (y también es presentado por la editorial) como un cuasi héroe popular, abanderado de la verdad y defensor de la libertad contra un mundo injusto, siendo aquel que "[...] desmiente las falacias de la narrativa oficial de los globalistas con un análisis inigualable que lo ha llevado a convertirse simultáneamente en el hombre más comentado y más censurado de la radiodifusión" (página 265), "[...] para buscar la verdad y exponer las mentiras científicamente diseñadas de los globalistas y su objetivo final de esclavizar a la humanidad" (página 266). Pero lo mejor es el final: "Alex Jones posee tres rasgos que los globalistas han trabajado incansablemente para erradicar de las masas con el fin de crear una subclase permanente: ser un hombre culto, tener buena memoria y preocuparse por los demás" (página 267). ¿Es todo esto verdad? ¿Se está hablando objetivamente de Alex Jones? ¿Acaso es cierto que Alex Jones "desmiente falacias de la narrativa oficial" o simplemente se dedica a crear falacias de su propia narrativa "alternativa", es decir, noticias falsas? ¿Acaso es cierto que Alex Jones "busca la verdad y expone las mentiras científicamente diseñadas" o lo que hace es, a grandes rasgos, lo contrario? ¿Será cierto eso de que Alex Jones es "un hombre culto, tiene buena memoria y se preocupa por los demás"?

   Uno de los rasgos inequívocos de todos los teóricos de la conspiración, creadores de noticias falsas y gente que decide dedicar parte de su vida a odiar, acosar, insultar, faltar al respeto, injuriar, calumniar, difamar o simplemente provocar reacciones virulentas en los demás ("trolear" se le llama ahora) para divertirse o lo que sea, es reclamar constantemente la presunta injusticia que representa la censura y que alguien con bastante más discernimiento, sentido común y madurez les ponga límites a su irresponsable y dañino comportamiento. Alex Jones, por descontado, no podía evitar hacer hincapié en ello, pero... ¿Acaso ha hecho algo para ser "el hombre más comentado y más censurado de la radiodifusión" o todo se reduce a una verdadera "conspiración globalista" que quiere silenciar sus valientes opiniones en pro de los derechos humanos, las libertades individuales y el respeto ajeno así como la dignidad de las personas? Bueno, en lugar de quedarnos con las opiniones infundadas y basadas en valoraciones muy subjetivas para ensalzarlo o denigrarlo sin más, veamos los hechos objetivos, que parece haber olvidado selectiva pero convenientemente tanto el propio autor como la editorial que le publica.

   En realidad Alex Jones ha sido juzgado legalmente y condenado en varias ocasiones por calumnias, injurias y difamación, provocando un daño objetivo pero innecesario a las familias que han sufrido desgracias muy propias de Estados Unidos (en gran parte debido a la popularidad acrítica con la que se acepta el pensamiento conspiranoide en Norteamérica, junto con el fácil acceso a las armas de fuego), como los tiroteos en escuelas públicas por parte de asesinos en masa. El caso más obvio es el de la masacre de la Escuela Primaria de Sandy Hook acaecida el viernes, 14 de diciembre de 2012 y que analicé en un artículo anterior de reflexión relacionado con Alex Jones: Reflexiones especulativas sobre las teorías conspirativas: ¿En qué mundo vivimos?

   Si bien es cierto que el 7 de junio de 2024 Alex Jones aceptó liquidar sus bienes para pagar los más de 1.000 millones de dólares que les debe a las víctimas de la masacre en concepto de daños y perjuicios, no obstante y hasta el momento actual parece ser que todavía no ha pagado ni un centavo (a menos que lo haya hecho recientemente), pero sigue enriqueciéndose gracias a sus lucrativos negocios empresariales, asociados y/o relacionados con su actividad radiofónica (aunque ahí no puedo hablar mucho, pues he comprado su libro, lo he leído y estoy reseñándolo, lo cual es apoyar su negocio, aunque también es apoyar mi propio blog, pues pocos temas dan tanta cancha para escribir y especular como las teorías conspirativas y Alex Jones). También ha recibido acusaciones y denuncias por parte de ex empleados suyos, relacionadas ambas con antisemitismo, racismo y acoso sexual, tanto a hombres como a mujeres. Pero, bueno, vayamos un poco más "al grano" de esta reseña.

   Mi ejemplar es una primera edición publicada en mayo de 2025 por Ediciones Obelisco, editorial proclive a publicar los libros de autores dedicados a la difusión de las teorías de la conspiración (en su catálogo figura la obra completa de Zecharia Sitchin, la mayoría de las obras de David Icke y autores referenciales como A. Ralph Epperson, uno de los primeros autores emblemáticos que escribieron sobre el "NOM"). La edición original en inglés fue publicada en 2022.

   El libro tiene 270 páginas repartidas en 10 capítulos numerados con números arábigos y titulados, acerca del autor y los agradecimientos.

   Personalmente como lector que ha leído (ahora muy poco) a unos cuantos autores y libros sobre teoría de la conspiración, Alex Jones es bastante deficiente y malo como escritor a mi juicio, especialmente al lado de un David Icke, no digamos de Zecharia Sitchin, aunque los 2 citados tienen (en el caso de Icke) o tenían (en el caso de Sitchin) bastante más oficio que Jones en lo literario. Pero tampoco es un mal libro para lo que suelen ser este tipo de libros, pues me ha sorprendido gratamente el trabajo hecho por Jones, bastante inusual y solo ese hecho ya lo "salva" en relación a otros libros dentro del mismo contexto que nunca se han tomado las molestias que sí se ha tomado Jones en este, analizando de maneras bastante exhaustivas varios libros de sus enemigos ideológicos, aunque luego las conclusiones e interpretaciones que saca sean tan especulativas e infundadas que en realidad a mi criterio, no tengan ningún valor ni se puedan tomar en serio a nivel intelectual.

   Para empezar, como no podía ser de otra forma en una narrativa literaria conspiranoide, tirando del cliché-comodín más manido, Alex Jones busca a un protagonista "villano" de la "conspiración" actual, que da título al libro: "El Gran Reinicio", que podríamos abreviar con el acrónimo "EGR". Ahora ya pasó un tanto la moda del "Nuevo Orden Mundial" o "NOM", lo cual significa que puede estar en el trasfondo argumental (al fin y al cabo es lo mismo a nivel argumental, solo cambian los conceptos) pero no en el título ni la trama. 

   Ese "villano", de los miles que podría encontrar, decide arbitrariamente que es Klaus Martin Schwab, economista y empresario alemán conocido por ser el fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial o FEM, también conocido como Foro de Davos (debido a que se reúne anualmente en Davos, ciudad y comuna suiza del Cantón de los Grisones). Aunque se trata de una simple organización no gubernamental que reúne a los principales líderes empresariales y políticos internacionales, junto a periodistas e intelectuales destacados, desde 1971, para analizar los problemas actuales, como la salud y el medioambiente, e intentar encontrar soluciones, no obstante, como era previsible y de suponer, se ha convertido en el próximo huésped perfecto que parasitan las teorías conspirativas mediante su modus operandi arquetípico: la difamación. 

   Y como no podía ser de otra forma, Alex Jones la toma con Schwab, al que se pasa la mayor parte del libro difamando sin poder contenerse, analizando partes extensas de sus últimos libros, para luego reinterpretar de manera torticera y totalmente descontextualizada lo que dice Schwab en realidad, para llevarlo Jones a su terreno, aunque de una forma tan pobre y evidente que, por eso mismo (para no quedar en evidencia), el resto de teóricos conspirativos con más experiencia y tablas que Jones, deciden usar otros recursos literarios que no les dejen tan mal. 

   Sin duda, de todo lo que afirma, sacando citas literales de contexto, solo se lo puede creer un seguidor fiel y acérrimo, pues sus interpretaciones no resisten ni el más mínimo análisis literario e intelectual crítico. Y por eso también considero que este libro es tan bueno, raro e inusual en la literatura conspiranoide, pues nadie suele tomarse tanto tiempo perdido en análisis textual e interpretaciones tan sesgadas y por eso tengo una valoración positiva de este libro, al desenmascarar el auténtico y genuino modus operandi del falaz pensamiento conspiranoide.

   El resto de "villanos", donde destaca otra actual "bestia negra demoníaca" de estos teóricos, Yuval Noah Harari, serán presentados como parte de un Jones que se queda atascado en el FEM y no parece darle más la creatividad ni el intelecto como para superarlo, aunque lo intentará tímidamente (si nos remitimos a lo escrito por otros teóricos) con el banquero estadounidense David Rockefeller (1915-2017) y la Comisión Trilateral o Bill Gates, otro habitual, así que la mayoría, destacando el caso de Harari, serán tratados como igual de "culpables" solo por el hecho de acudir al Foro de Davos y dar sus opiniones como expertos elegidos cada año. 

   Pero nuevamente es de agradecer que Alex Jones se tome la molestia de citar extensos párrafos literales de sus libros, incluyendo la autobiografía de Rockefeller publicada en 2002, algo que nunca he visto hacer a ningún teórico de la conspiración, para seguir forzando de maneras ridículas sus interpretaciones hacia lo que le interesa, quedando otra vez en evidencia que, incluso en la sesgadísima descontextualización, no "pega ni con cola" su intento, como suele decirse.

   La apoteosis final llega a mi parecer en el epicentro del libro, cuando concluye el capítulo dedicado a Harari con el difamatorio y poco gracioso título (excepto en el humor más "cuñado neocon",  supongo) 'Yuval Noah Harari: un Robocop para el Imperio'. Si bien Jones ya nos ha ido preparando para sus reflexiones religiosas cristianas protestantes, con infundadas reflexiones maniqueas y retrógradas sobre la singularidad tecnológica y el transhumanismo, haciendo comparaciones teológicas moralistas bastante medievales e infantiles, que la mayoría de adultos (o eso quiero creer) ya hemos superado, estilo "quien no cree en dios acaba queriendo convertirse en un dios, pero en realidad acaba siendo un demonio o diablo", es el final del citado capítulo sobre Harari el que me parece más importante, en tanto en cuanto es totalmente reversible. Dice literalmente: "He comenzado este capítulo caracterizando a Harari como un <Robocop del Imperio>, una criatura de carne y metal que sirve a un Gobierno corporativo dictatorial y corrupto. Y creo que he aportado abundantes pruebas para justificar esa caracterización. Sin embargo, el cristiano también cree que cada santo tiene un pasado y cada pecador un futuro. Por eso rezamos por nuestros enemigos y estamos eternamente atentos a la primera señal de alejamiento del mal y acercamiento al bien. Por mucho que crea que actualmente Harari actúa como un <Robocop para el Imperio> que Klaus Schwab y los globalistas desean establecer, veo signos de que su humanidad está emergiendo y su conciencia le preocupa. La mayor victoria no es destruir a tu enemigo, sino darle la bienvenida cuando se da cuenta del error de sus caminos" (páginas 154 y 155).

   Bueno, obviando el discurso de predicador moralista que se cree poseedor de la verdad y el bien (la gente más peligrosa del planeta sin duda, como demuestran los hechos, especialmente históricos en los países cristianos), me parece genial en tanto en cuanto es reversiblemente aplicable al propio Jones, al que le podríamos preguntar: ¿te has arrepentido, Alex, como buen cristiano de manual que eres, del innumerable daño que les hiciste a las familias de las masacres que negaste, afirmando alegremente que eran "actores de crisis" y mostrando cero empatía con el alto sufrimiento ajeno, con tal de salirte con la tuya? ¿Les has pedido perdón de todo corazón como buen pecador que eres (todos lo somos según el cristianismo) a esas familias injuriadas, calumniadas y si no tuvieron suficiente con tu difamación, perseguidas e incluso amenazadas de muerte por toda la horda de creyentes descerebrados que te siguen y sinceramente vas a resarcirles de corazón con el dinero que debes entregarles, o solo se lo entregas porque unos conspiradores corruptos aliados del "Gran Reinicio" y la "esclavización" del ser humano te obligan?

   Para evitar vernos en estas tesituras, creo que a nadie le vendría mal leer un libro para terminar con el asunto Alex Jones y las teorías de la conspiración a mi parecer: LOS PELIGROS DE LA MORALIDAD. POR QUÉ LA MORAL ES UNA AMENAZA PARA LAS SOCIEDADES DEL SIGLO XXI (Deusto, Barcelona, 2021) del psiquiatra español Pablo Malo Ocejo.

2 comentarios:

  1. Gracias por tanto contenido y de tanta calidad, que buena reseña.

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    1. Gracias a ti siempre por valorar el contenido y las reseñas que, al fin y al cabo, son únicamente una opinión personal de lector.

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