Acabo de leer el libro EL BUSCADOR DE BALAS PERDIDAS.
Escrito por el magnífico periodista Julio César Iglesias Moralejo, nacido el 16 de marzo de 1944 en Zamora, Castilla y León, España. Debido a su dilatada carrera periodística, su estilo único e inconfundible y el tratamiento reflexivo, objetivo y peculiar dado a cada noticia, recibió el Premio Nacional de Periodismo en 1984, así como los valorados Antena de Oro en 1990 y 2000, o el Premio Ondas en 1990, 1994 y 2005. Especializado en deportes (destacando el fútbol y el boxeo, donde es una eminencia), decidió estudiar periodismo tras varias opciones académicas, debido al afán por escribir. Lo que acabó por decidirle fue el hecho de ganar algún dinero incluso antes de terminar la carrera. Aunque su trayectoria empezó en 1976 como comentarista en Radio Nacional de España (RNE), no obstante ya había hecho 4 años de prácticas en los 2 periódicos deportivos más conocidos de España. Ese mismo año también dio comienzo paralelamente su trayectoria profesional como redactor del periódico 'EL PAÍS', que había sido fundado poco antes. Sus destinos fueron las secciones de 'Deportes', el 'Suplemento Dominical' y 'Madrid'. En la década de 1980 pasó por Televisión Española (TVE) y Cadena SER. En la década de 1990 volverá a RNE, donde permanecerá hasta bien entrada la década de 2000. En la actualidad trabaja escribiendo para el Grupo Unidad Editorial y de comentarista en Radio Marca.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en marzo de 2025 por EDITORIAL LA FELGUERA (de la que ya he hablado largo y tendido en otros artículos) en la COLECCIÓN TRUE CRIME (no sé si acaba de empezar o ya lleva un recorrido, pero yo la desconocía hasta hoy). Es el número 93.
El libro tiene 450 páginas repartidas en un prólogo actual del autor, titulado 'CON PERMISO' y 2 partes: la primera, 'TINTA NEGRA', contiene 13 artículos; la segunda, 'COLORES PRIMARIOS', contiene también 13 artículos.
Se trata de la mayor recopilación de artículos periodísticos escritos por Julio César Iglesias entre 1977 y 1985. La mayoría de ellos pertenecen al periódico 'EL PAÍS', pero también hay alguno que otro publicado en la revista 'INTERVIÚ'.
Nunca se había publicado hasta el momento una antología como esta y fue muy grata mi sorpresa cuando, hace un par de días, encontré este libro en la sección ACTUALIDAD de la librería Códex. ¿Un libro de Julio César Iglesias publicado por La Felguera? No me lo podía creer. Lo compré de inmediato.
Personalmente conocí el trabajo de Julio César Iglesias por primera vez como comentarista de las veladas de boxeo que emitía Canal+ en los primeros años de la década de 1990, en especial los campeonatos mundiales del peso pesado protagonizados por Evander Holyfield entre 1992 y 1994. Memorables fueron sus 2 enfrentamientos épicos contra Riddick Bowe y deplorable el primer enfrentamiento contra Michael Moorer. Y allí estaba siempre Julio César Iglesias con otro comentarista cuyo nombre ni recuerdo y el gran cineasta José Luis Garci como invitado. Ni Xabier Azpitarte, ni Jaime Ugarte, excelentes expertos y grandes comentaristas pugilísticos en su mítico programa televisivo 'Pressing boxeo' de Tele 5, le hacían sombra a Julio César Iglesias, según mi parecer.
Aunque bien es cierto que la primera parte del irrepetible libro está basada en artículos periodísticos donde trata varios casos importantes de crimen real en España, con su inconfundible pluma, estilo, análisis y reflexiones, no obstante en la segunda parte trata otros muchos temas, todos relacionados con los bajos fondos, la delincuencia, las sectas, la prostitución, las cárceles (tanto masculinas como femeninas), el satanismo, el ocultismo, las ratas, el rastro madrileño y... ¿Cómo no? El boxeo.
Impresionantes todos sus artículos, que nunca leeremos ni de cerca ni por imitación en otros periodistas. Pero los dedicados al boxeo destacan por encima del resto, especialmente el último, dedicado al mejor peso pesado de toda la historia: Muhammad Ali (1942-2016). El único artículo de todos los elegidos en esta espectacular antología que se sale de todas las fechas manejadas, pues aunque narra un acontecimiento de 1976, fue escrito y publicado en 2007. Un artículo breve, intenso, fascinante, inmersivo, que nos hace vivir el acontecimiento como si estuviéramos delante, algo muy común en la pluma de este decano y maestro de un periodismo más de característica estadounidense e inusual en España, pero con una voz propia que no ha vuelto a repetirse de momento y que no tiene rival.
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