Acabo de leer el libro FANTE. UN LEGADO DE ESCRITURA, ALCOHOL Y SUPERVIVENCIA.
Escrito por el escritor estadounidense Dan Fante, nacido el 19 de febrero de 1944 en Los Ángeles, California, Estados Unidos y fallecido el 23 de septiembre de 2015 en el mismo lugar, debido a un cáncer. Segundo hijo del mítico escritor italoamericano John Fante (1909-1983), se dedicó a la escritura tras dar comienzo la década de 1990, frisando ya la cincuentena, tras una errática vida de alcoholismo, locura, fracasos, muchos trabajos de todo tipo y varios intentos de suicidio. Está considerado, por derecho propio, uno de los mejores escritores más actuales de realismo sucio, tomando el relevo a su padre, uno de los mejores escritores de la segunda mitad del siglo XX, así como al mayor referente e inventor de este estilo literario y una de sus tres influencias personales, al que conoció en persona, el escritor y poeta estadounidense Charles Bukowski (1920-1994). En total publicó una docena de libros, incluyendo novelas, poemarios y la autobiografía aquí reseñada. Su primera novela fue publicada en 1996, aunque no en Estados Unidos sino en Francia. No fue un camino fácil su vida a ningún nivel, incluyendo la escritura, pero al final consiguió convertirse en un autor consolidado por méritos propios.
Mi ejemplar es una primera edición publicada en marzo de 2012 por la magnífica, irrepetible e ineludible (si queremos leer literatura de calidad) Sajalín editores. Ya he hablado en otros artículos sobre ella al detalle. Esta editorial a tener en cuenta siempre (no han publicado nada malo hasta hoy) también fue la encargada de dar a conocer la obra de Dan Fante en España, traduciendo y publicando dos de sus novelas más importantes, incluyendo su debut literario. La edición original en inglés fue publicada en 2011 por Harper Perennial, sello de HarperCollins Publishers. Esta edición pertenece a la colección 'al margen' (la mejor de Sajalín con diferencia) y es el libro número 13.
El libro tiene 423 páginas repartidas en una nota del autor, 42 capítulos, el epílogo, reflexiones sobre las fotografías del libro y los agradecimientos.
Se trata de una espectacular, conmovedora, brutalmente sincera y descarnada autobiografía, que se lee a la perfección como una absorbente novela del mejor realismo sucio, sin poder parar ni desconectar de la lectura, enganchado de principio a fin. Pocos libros que haya leído en mi vida han tenido un poder tan hipnótico como para dejar el recuerdo de tu propio yo y sus psicodramas y meterte de lleno en la narración, que cumple con todos los requisitos depurados y estilísticos del más puro realismo sucio, nada fácil de hacer, destacando la parquedad de palabras, todas usadas y puestas en su lugar más correcto imposible. Una verdadera obra maestra digna de pasar a la historia de la literatura por el ejercicio literario tan impecable que transforma una ardua y dura autobiografía en algo mejor que una novela escrita con la mayor maestría del mundo.
El inicio y su trasfondo es la biografía del padre, John Fante, a la que asistimos desde el principio hasta el final, siguiendo las mismas directrices que guían la pluma del hijo que, a mi juicio, supera en este libro a la del padre, pues una cosa es escribir realismo sucio como literatura de ficción y otra muy diferente es escribir una autobiografía que se lea mejor todavía que la mejor novela de realismo sucio, alterando únicamente los nombres de ciertas personas que no deseaban ser identificadas. Otro aspecto importante a destacar es el lenguaje callejero que el autor usa durante toda la narración, siendo un punto esencial del realismo sucio y que, en este caso, la editorial Sajalín adapta del inglés estadounidense al castellano de España a la perfección, buscando las equivalencias más adecuadas, por tanto, en ese aspecto, mérito de los editores y la traducción de Federico Corriente, podemos disfrutar del libro como si estuviéramos leyendo el original en inglés, aunque adaptado a la cultura y habla callejera española.
En un intenso "tour de force", asistiremos al desarrollo de la icónica vida de Dan Fante para el realismo sucio, una vida donde la realidad supera con creces a la ficción y parece haber sido inventada por el mayor escritor de realismo sucio, llegando momentos donde crees estar leyendo una novela de ficción y no puedes dejar de sorprendenderte por estar ante una realidad cruda y descarnada, más real que la propia realidad cotidiana y más interesante que 100 vidas juntas. Creceremos con él, trabajaremos con él, beberemos con él, nos frustraremos con él, estaremos a punto de suicidarnos con él y tras mil y un tumbos a su lado, obtendremos la paz y el éxito con él. Pero al levantar la cabeza de la última página, con una sensación de redención y silencio mental regocijado, nos daremos cuenta de que durante muchas horas no hemos estado con él, a su lado, compartiendo las vivencias, sino que hemos sido él. Esto es lo mínimo que debe suceder si estamos leyendo realismo sucio y en este caso, a mi juicio de experto lector de realismo sucio, creo que puedo permitirme decir que este libro es lo mejor que he leído en ese estilo literario.
Para muestra, un diminuto botón:
"Una sombra había entrado en mi vida, dominada por una desesperación que solo pueden comprender quienes han conocido lo infinito y lo insondable de su propia psique. Sin que importara lo que hiciera o qué rehén femenino tomara en una relación, sabía que antes o después me suicidaría. Al final resultó que seguí bebiendo durante al menos otros quince años más"
Página 171.
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