miércoles, 31 de julio de 2024

Una microavalancha de nuevos descubrimientos inesperados en la librería Códex

Son las 11:32 del miércoles 31 de julio de 2024 y se acaba el mes de julio ya. Estoy sentado en el banco de madera que hay enfrente de la librería Códex de Orihuela. Aunque solo he podido comprar de momento un único libro, he dejado varias cosas "en visto" (acorde a los digitales tiempos que corren). Se trata (evidentemente) de otros (analógicos) libros.

   Estoy emocionado y motivado aunque, como suele decirse, la procesión va por dentro. Esto significa que no hay manifestación externa de mi estado interno. En este caso la metáfora procesional no hace referencia a lo negativo o al sufrimiento. Todo lo contrario. Desde ayer me encuentro en un estado anímico de calma absoluta. Como todo en mi vida, no es algo buscado, conseguido, alcanzado ni obtenido con el esfuerzo, la actividad volitiva o el hipotético poder de la voluntad personal para buscar, conseguir, alcanzar y obtener logros deseados. Hace tiempo que soy consciente de la futilidad errónea que implica sentir, pensar y actuar así. En realidad estoy así a pesar de mí, no por haber hecho algo para estar así como meta final. Tengo cada día mayor convencimiento de que la creencia y confianza occidental en la acción volitiva personal se equivoca. Ahora mismo la situación no es ni para estar calmado ni para estar agitado. Ayer, al igual que hoy, fue otro día más de tantos, caluroso por encontrarnos en pleno verano pero sin mayor novedad. Todo sigue igual que siempre: la ciudad, los seres humanos, el tráfico, los negocios, los pajarillos cantando, la vida cotidiana y sus ruidos de fondo. No ha pasado ningún acontecimiento alterador de la cotidianeidad convencional. 

   Pero hace unos días las dificultades vigentes han dado paso a una sensación profunda de que llegaría pronto la solución. Y lo ha hecho esta mañana, al confirmarse el éxito del último trabajo realizado. Ahora solo falta que se haga efectivo el dinero ganado y eso parece ser que tardará unas horas por motivos bancarios.

   Revisando Códex de parte a parte he tenido varios encuentros literarios inesperados, pero mientras aparece el dinero en mi cuenta corriente como por arte de magia virtual, he decidido llevarme el libro que mayor resonancia conectada ha despertado en mí. Se titula Camino al cielo. Encuentros con ermitaños chinos. Escrito por un autor que desconozco: Bill Porter. Publicado por una nueva editorial independiente que, parece ser, da sus primeros pasos, precisamente con este mismo libro citado: TRES PORTALES. De hecho el libro comprado es el primer número, publicado en mayo de 2024 (aunque la edición original en inglés es de 1993). Estaba en la sección de filosofía.

   Aunque costaba 26 euros, tras el descuento que siempre recibo como cliente, me lo he llevado por 24,70. Después de una primera revisión superficial tengo la sensación de que va a ser un significativo punto de inflexión en mi actual situación vital, inmerso en un nomadismo minimalista desacomodado.

Son las 19:15 del mismo día y vuelvo a estar sentado en el banco de esta mañana, aunque con la diferencia del excesivo calor rozando los casi 40 grados de temperatura. Cuando he atravesado Correntías para llegar a Orihuela y acceder a mi librería habitual he sentido que estaba atravesando el desierto del Sáhara. Lo he pasado mal de verdad y a pesar del aire acondicionado en la librería todavía no he parado de sudar y sudar y sudar.

   Ahora quiero retomar esta reseña pero solo estoy pensando en cruzar la calle para comprarme una botella de agua mineral Bezoya y beberme el litro y medio de un trago, accediendo luego al seminario diocesano de San Miguel, el único lugar donde corre algo de aire fresco renovador para compartir mi última compra literaria.

   Esta vez han sido 4 libros que, como comenté hace unas horas, los había dejado "en visto". Veamos el asunto al detalle. Hay una interesante variación combinada: una novela de ciencia ficción con sugerente apariencia; un ensayo histórico; un ensayo político y uno de esos libros raros que seguramente se podría clasificar a medio camino entre especulaciones espirituales nueva era con sesgo feminista y buenas dosis (tal vez) de teorías conspirativas. Al no conocer a la autora ni su libro estoy aventurándome en un prejuicio subjetivo apresurado, pero luego me explicaré. Los 4 libros son novedades editoriales publicadas en los últimos meses. Ahora mismo me queda un culo de agua en la botella y todavía no he llegado al seminario, aunque voy despacio, pues el sol sigue dando su dosis atenuada de fuego intenso.

   Llegué a mi recodo favorito a las 20:08, poco antes de culminar el breve ascenso al seminario y aquí es el lugar donde quiero hablar de esos libros recién adquiridos, mientras, ahora sí, me desudo gracias al viento que corre, un viento agradable, templado, pero que solo corre aquí arriba.

   El primer libro, la novela de ciencia ficción, es SEMIOSIS. LA VIDA INTELIGENTE ADOPTA MUCHAS FORMAS. Escrito por Sue Burke, de la que no he oído hablar en mi vida. Publicado por la editorial mallorquina Dolmen (Plan B Publicaciones). Tiene un interesante argumento sobre colonos humanos en un planeta dominado por las plantas indígenas inteligentes, que ven a los animales (incluyendo a los humanos) como sus peones.

   El segundo libro, el ensayo histórico, trata un tema que ha sido muy significativo en la historia reciente de la España contemporánea, pero me da la impresión de que todavía no había sido estudiado como lo hace este libro, BAJO EL MANDATO DEL CAUDILLO. Nazis, fascistas y colaboracionistas en la España franquista. Escrito por José Luis Rodríguez Jiménez, un doctor en Geografía e Historia que, al parecer, ha publicado numerosos estudios sobre la extrema derecha, el fascismo y el neofascismo y las implicaciones de España en la Segunda Guerra Mundial. A pesar de haber leído un rato sobre estos temas, no me suena de nada el autor. Publicado por Alianza editorial. Este magnífico y necesario estudio a mi juicio ha implicado décadas de investigación.

El tercer libro, el ensayo político, está compuesto por las opiniones personales del polémico político, historiador y escritor español Roberto Vaquero Arribas, POR QUÉ EL OBRERO VOTA A LA DERECHA. La deriva suicida de la izquierda. Publicado por La Esfera de los Libros. Aunque mi orientación política a nivel personal ha sido siempre de tendencia anarcoide pero no acorde con las orientaciones politizadas que han surgido en occidente desde el siglo XIX (más hacia la izquierda) hasta el siglo XX (más hacia la derecha), simpatizando con la visión taoísta filosófica, no obstante, desde hace un cuarto de siglo me fascina leer libros sobre política y ensayos donde los autores deciden exponer sus sesgados puntos de vista teñidos por el color ideológico con el que se identifican y defienden. Aunque disiento con muchos puntos de vista de Vaquero, al menos me despierta la curiosidad esa novedad inusual según mi experiencia personal, con alguien que a pesar de su identificación ideológica particular no cae en todos los lugares comunes establecidos y defiende posiciones que suelen ser dominio casi exclusivo de sus rivales políticos.

El cuarto y último libro es la muy peculiar y más arriesgada curiosidad por la que he decidido apostar finalmente: LA DIOSA OCULTA Y EL ÁRBOL DE LA VIDA. Escrito por una total desconocida para mí, Hanael Parks. Publicado por la editorial EDICIONES ISHTAR. Me ha estimulado de manera evocadora por varios motivos pero al indagar un poco he descubierto enseguida, por el apellido, que se trata de la esposa del escritor y ensayista francés Anton Parks. Estamos hablando de uno de los mayores teóricos de la conspiración actuales, cuyos libros giran en torno a la ufología, la creencia intraterrestre y los reptilianos, con un enfoque sitchiniano. Es el libro que más dudas me despierta de los cuatro pero no deja por ello de interesarme curiosear en las ideas de la autora.



martes, 30 de julio de 2024

Una reflexión sobre los estados del ánimo y la lectura

El domingo 28 de julio de 2024 experimenté una desconexión total de la lectura. Es algo que me pasa a menudo cuando vivo algún tipo de proceso vital que me afecta a nivel psicológico, especialmente al oscilar el estado de ánimo, alterándose de diversas maneras (unas veces con justificación objetiva y otras veces sin ella, quedando como algo subjetivo e íntimo). En este caso considero que en parte es justificado (debido a unas circunstancias personales difíciles) pero también en parte es injustificado. Aquí entra en juego aquello que llevo tiempo estudiando sobre los procesos psicológicos humanos y desde hace 11 años catalogo como "hiperactividad mental del pensamiento". Esa entelequia (al ser una idea especulativa pero sin base ni fundamento real) a la cual llamamos "mente" (también alma y espíritu) es, a mi juicio, lo más peculiar e interesante en nuestra especie, de todo lo que hemos inventado. Hace casi tres décadas, cuando empecé a leer libros poco antes de cumplir la veintena, indagué en el budismo tibetano por primera vez y en pocos meses me sumergí en toda la espiritualidad sin discriminación. Luego, por el tiempo, fui aprendiendo a diferenciar la información, pues no toda tiene la misma calidad en esos mundillos (aunque para un crítico severo no haya demasiada distinción). Desde mi inexperiencia e ignorancia juvenil tomé como referentes entendidos a monjes budistas, gurús hindúes y maestros espirituales occidentales que plasmaban sus respectivas enseñanzas en los libros que solían escribir (o en las charlas que impartían y los diálogos en los que participaban). Confíe plenamente en ellos y su presunta sabiduría. Me embarqué pronto en la práctica de los métodos que proponían (meditación, pranayama, yoga, visualización, concentración, proyección astral, etcétera) convencido de alcanzar todo aquello que prometían. Pero fue pasando el tiempo y empezaron a llegar las decepciones, pues lo prometido nunca se alcanzaba, quedándose (en el mejor de los casos) en quimeras: ideales muy bonitos pero totalmente desincronizados de la realidad. En el peor de los casos (y no eran pocos esos casos) se trataba de engaños, embaucamientos, fraudes, estafas. Demasiado pronto (pero inevitablemente) tropecé con el "supermercado espiritual" donde nada es lo que parece y lo que parece normalmente nunca es. Corrido un cuarto de siglo y tras leer la mejor divulgación científica fui descubriendo que todas las afirmaciones que hemos realizado a lo largo de la historia sobre aquello que va más allá del físico, la materia y lo tangible (metafísica, lo llama la filosofía, al menos desde Aristóteles en Grecia y por extensión, en occidente) no tiene el más mínimo fundamento, evidencia, base ni prueba. No significa (cuidado con esto) que no exista; significa que no tenemos hechos fehacientes demostrados e inequívocos sobre ello, por tanto, lo único que podemos afirmar es que se trata, en principio (y mientras no se demuestre lo contrario) de creencias sin más. Pero no obstante sí hay una realidad inequívoca en nuestras vidas y es los oscilantes estados de ánimo en los que nos vemos envueltos a diario, como dije más arriba, a veces con fundamento objetivo y otras sin él. De momento parece ser que solo podemos asociarlos a la actividad cerebral, pero eso mismo me parece de lo más fascinante, pues nos lleva a reflexiones con un profundo calado, al menos a mi parecer: ¿Podemos, entonces, manipular y modificar nuestra conducta de alguna manera o se trata solo de la ilusión más fantasiosa que hemos inventado y simplemente respondemos o reaccionamos según nuestra configuración neurológica y genética particular? Observándome desde una extensa autoindagación introspectiva y observando a mi alrededor con una intensa atención selectiva no tengo nada claro, pero tras haber intentado muchos abordajes durante esos 29 años transcurridos, me da la impresión de que poco se puede hacer (y la convicción de que cuanto más hacemos lo único que conseguimos es empeorar las cosas). Tal vez (aunque no lo sé) los taoístas filosóficos tuvieran algo de razón. ¿Sería posible que la perspectiva de unos letrados desheredados y venidos a menos en la antigua China de hace dos milenios y medio (aproximadamente) tuvieran algo interesante que aportar a nuestra actualidad? Para aproximar una posible respuesta a quien pueda interesar estas dos preguntas creo que podría ser interesante leer exactamente dos libros del doctor en filosofía, traductor, tibetólogo y pionero de la moderna sinología española Iñaki Preciado Idoeta, nacido en 1941 en Madrid: LOS LIBROS DEL TAO. TAO TE CHING (Trotta, Madrid, 2006) y LA RUTA DEL SILENCIO. VIAJE POR LOS LIBROS DEL TAO (Trotta, Madrid, 2018) en ese orden.

sábado, 27 de julio de 2024

'El planeta de los hongos' de Naief Yehya (reseña)

Acabo de leer el libro El planeta de los hongos. Una historia cultural de los hongos psicodélicos.

   Escrito por el ingeniero, narrador, crítico cultural y pornografógrafo mexicano Naief Yehya, nacido el 13 de septiembre de 1963 en Ciudad de México. Se trata de un escritor consolidado, tanto de novelas como de ensayos y artículos periodísticos, publicando muchas de sus obras en los dos grandes grupos editoriales que operan en los países hispanoparlantes: Planeta y Random House (así como en varios de sus sellos más importantes: Paidós, Plaza y Janés, Tusquets o Debate).

   Mi ejemplar es una primera edición original en castellano publicada en junio de 2024 por la EDITORIAL ANAGRAMA. Es el número 609 de la colección ARGUMENTOS, la colección dedicada a la publicación de ensayos. Anagrama es una mítica editorial española fundada en 1969 por el editor y escritor español Jorge Herralde Grau (nacido en Barcelona, España, el 20 de marzo de 1935). Aunque es una de las editoriales independientes más importantes de la Transición democrática y apostó fuerte por la contracultura (con literatura de ficción y de no ficción) dando a conocer en España a autores emblemáticos por primera vez, fue vendida en 2010 a la editorial italiana Giangiacomo Feltrinelli Editore, conocida como Feltrinelli a secas. Desde 2017 la editora española Silvia Sesé Pérez es la directora editorial de Anagrama tras la salida de Herralde, que había sido no solo el fundador sino también el director durante casi medio siglo. Desde entonces se nota (o al menos yo he notado) mucho el cambio. Anagrama, a mi subjetivo juicio, no es lo que era cuando hace un cuarto de siglo descubrí, gracias a su labor editorial, a legendarios autores como William S. Burroughs (1914-1997), Charles Bukowski (1920-1994), Jack Kerouac (1922-1969), Allen Ginsberg (1926-1997), Ken Kesey (1935-2001) o Hunter S. Thompson (1937-2005) entre otros.

   Se trata de una interesante y buena aunque muy breve historia de la psicodelia enfocada desde el trasfondo fúngico pero sin olvidarse de otros principios psicoactivos procedentes de fuentes vegetales no fúngicas, de ahí que, a pesar del subtítulo, no solo se limita al hecho de la existencia de hongos con principios alcaloideos psicoactivos, sino (y esto ha sido lo inesperadamente más interesante para mí) a un estudio sobre el mundo vegetal de los hongos y su importancia planetaria vital, mucho más allá del fenómeno triptamínico psicodélico concreto. Por eso considero que lo más significativo y para reflexionar del libro no consiste en la parte central, sino en el principio y el final.

   El libro tiene 190 páginas de contenido útil (añadiendo 13 páginas más de bibliografía y agradecimientos) distribuidas en la presentación, la introducción y cinco capítulos con varios apartados para desglosar cada capítulo. Esto hace que la lectura sea amena y fácil de detener sin perder el ritmo ni el sentido del contenido. 

   El primer capítulo titulado TODOS LOS HONGOS SON MÁGICOS (páginas 25 a 58) nos muestra la realidad existencial del mundo de los hongos en general y es lo más alucinante de todo (mucho más que tomar hongos psilocibios que contengan triptaminas: psilocibina y psilocina o amanitas no letales que contengan isoxazoles: muscimol y ácido iboténico). Es el capítulo más relevante a mi juicio y digno de leer tanto si te interesa el tema psicodélico como si no, pues cambia tu percepción del mundo vegetal y la importancia tan significativa que tiene el mundo fúngico, que no puede ser catalogado taxonómicamente como parte del reino vegetal (a pesar de compartir ciertas características inequívocas) pero tampoco del reino animal (a pesar de tener una especie de inteligencia colectiva digna de admiración). 

   El segundo capítulo titulado LA AMÉRICA ALUCINANTE (páginas 59 a 82) hace un recorrido principal por América, con un obvio y necesario énfasis en Mesoamérica, donde a lo largo de su historia ha sido popular el consumo de hongos y plantas psicodélicas hasta que la llegada de los invasores, conquistadores y colonizadores españoles registró con desaprobación conspiranoica satánica ese uso ritual ceremonial sagrado y religioso autóctono indígena, intentándolo desincentivar para imponer su fraudulenta religión monoteísta evangelizadora propia: el cristianismo católico. Pero también visita en menor medida otras experiencias europeas de la antigüedad donde no es tan visible ni evidente el uso probable de hongos psicodélicos (como la hipótesis especulativa pero no probada de que en los misterios eleusinos griegos se usara centeno infestado con cornezuelo y por tanto contuviera LSA o amida del ácido lisérgico con efectos psicodélicos).

   El tercer capítulo titulado APROPIARSE LA EXPERIENCIA MÍSTICA (páginas 83 a 155) es el más extenso y centrado en el contenido que promete el subtítulo del libro: la verdadera historia cultural popularizada de los hongos psicodélicos. Siendo justo, el autor se refiere en las primeras 6 páginas a los pioneros en el estudio de las plantas y los principios psicofarmacológicos a finales del siglo XIX, incluso los grandes olvidados. Es todo un detalle por su parte. Luego se centra en el polémico personaje que le dio la verdadera popularidad inicial a los hongos psicodélicos: el banquero estadounidense y pionero en el estudio de la etnobotánica e inventor de la etnomicología centrada en el estudio y conocimiento de los hongos psicodélicos Robert Gordon Wasson (1898-1986). Yehya nos explica a la perfección la historia de cómo conoció a la curandera mexicana mazateca de Oaxaca María Sabina (1894-1985) el 29 de junio de 1955, cuya especialidad era el uso ritual ceremonial sagrado y curativo de hongos psilocibios. Presentando objetivamente la verdad de Wasson y su incumplimiento de lo acordado, Yehya nos muestra cómo este banquero y aficionado sin escrúpulos publicó el artículo en la muy popular revista estadounidense Life el 13 de mayo de 1957, que sería el pistoletazo de salida para la psicodelia entendida como un uso masivo callejero descontextualizado de plantas, hongos y principios activos semisintéticos y sintéticos de laboratorio con potente psicoactividad, destacando la LSD-25 o dietilamida del ácido lisérgico, dentro del movimiento contracultural hippy de la década de 1960. De aquí Yehya hace todo el recorrido desde Wasson y la CIA con el conocido proyecto MK Ultra, hasta el polémico psicólogo, escritor y pionero psicodélico estadounidense Timothy Leary (1920-1996), pasando por el químico e intelectual suizo descubridor de la LSD Albert Hofmann (1906-2008), para detenerse en el excéntrico escritor, orador, etnobotánico y psiconauta estadounidense Terence Kemp McKenna (1946-2000) al que dedica mayor número de páginas desglosando resumidamente su pensamiento y filosofía especulativa particular en torno a los hongos psicodélicos, las triptaminas y sus presuntas conexiones con ideas delirantes aunque fascinantes sobre los extraterrestres, la espiritualidad, la evolución homínida, el desarrollo cognitivo, la cibercultura e incluso el tiempo, la mayoría de ellas sin fundamento real y rozando todo lo pseudocientífico.

   El cuarto capítulo titulado ORÍGENES Y PRESERVACIÓN DE LA CONSCIENCIA (páginas 157 a 180) empieza revisando con sensatez sobria la hipótesis mckennaniana (propuesta por los hermanos McKenna, Terence y Dennis) conocida como teoría del mono drogado (stoned ape theory) y propuesta por primera vez en el libro de Terence McKenna Food of the Gods, publicado por primera vez en inglés en 1992. La hipótesis (rechazada por la comunidad científica) propone que la transición del homo erectus al homo sapiens y la revolución cognitiva que supuso después fue provocada por el consumo de hongos psilocibios, basándose en los estudios realizados por el psicofarmacólogo húngaro Roland L. Fisher (1915-1997). El rechazo de la comunidad científica tiene varios motivos, el principal de los cuales es que hubo un malentendido en las conclusiones que McKenna sacó de los estudios de Fisher, aunque también se rechaza por ciertas especulaciones sin base ni fundamento. Después hay un apartado en el que el autor nos cuenta su interesante segundo "mal viaje" con hongos psilocibios (páginas 164 a 166) donde: "No tuve alucinaciones como otras veces. El resto de la noche lo pasé en mi habitación, incapaz de dormir, angustiado por el descubrimiento de que mi vida, como la había considerado, había terminado años atrás en Chiapas y lo que había vivido hasta entonces era una especie de simulación de la cual ya no tenía certeza alguna. Imaginaba que la tierra era una madeja de hilos finísimos, que suponía eran las 'raíces' de los hongos, que conformaban algo así como la corteza terrestre sobre la que sostenían los continentes, los países y las ciudades. Esa red, que ahora imagino como una especie de micelio planetario, controlaba nuestras vidas y comer hongos podía darnos la ventaja pasajera de ver su funcionamiento". De ahí llegamos a la actualidad donde, tras el sensacionalismo alarmista e infundado que se estableció en la década de 1960 y las políticas prohibicionistas claramente erróneas y equivocadas que se establecieron como "la guerra contra las drogas" a partir de 1971 en Estados Unidos, se está retomando con cautela, precaución y sensatez la investigación psicodélica. Yehya sabe exponer el tema con rapidez pero sin perder un ápice sobre las investigaciones punteras y los descubrimientos más recientes, como cuando expone una de las últimas explicaciones neurocientíficas sobre el funcionamiento psicodélico potencialmente terapéutico, basada en un descubrimiento relativamente reciente: la Red de Modo Predeterminado o Red de Modo por Defecto (páginas 166 a 177).

   El quinto y último capítulo titulado LA CIBERDELIA (páginas 181 a 195) habla de la vigencia ubicua que siempre ha tenido la psicodelia en los inicios y desarrollo de Silicon Valley, sin dejar de criticar muy certeramente las desviaciones tóxicas que ha terminado teniendo internet y toda la cibercultura en la actualidad, pero lo más interesante a mi parecer para culminar este buen libro ha sido la CONCLUSIÓN (páginas 197 a 199) en ese espíritu de brevedad pero concisión que caracteriza el libro: "En un viaje de hongos en la selva de Palenque vi como las plantas y la naturaleza que me rodeaban eran los residuos vivientes de una civilización anterior a la humana..." (página 199). Para conocer el desenlace de esta reflexión final deberás leer el libro. Ojalá estimule en ti las reflexiones y cambios perceptivos que me ha producido a mí.

viernes, 26 de julio de 2024

'El secreto de Rennes le Château y el misterio del tesoro de los Templarios' de Lionel y Patricia Fanthorpe (reseña)

Acabo de leer el libro El secreto de Rennes le Château y el misterio del tesoro de los Templarios.

   Escrito por el sacerdote anglicano jubilado, artista y autor británico Lionel Fanthorpe, nacido el 9 de febrero de 1935 y todavía vivo a sus 89 años de edad cuando escribo esta reseña, junto con su esposa Patricia Fanthorpe. 

   Originalmente fue publicado en inglés en 1992 por Red Wheel/Weiser (Boston, Massachusetts, USA). Mi ejemplar es una segunda edición publicada en julio de 2005 por Editorial EDAF (Madrid, España) con traducción al castellano de Mario Lamberti y prólogo a la edición de 2004 de Tim Wallace-Murphy. Es el número 31 de la colección MUNDO MÁGICO Y HETERODOXO.

   El libro tiene 372 páginas y está distribuido en dos prólogos, una introducción, 12 capítulos, apéndices y bibliografía.

   La verdad es que la editorial EDAF se convirtió en una de mis primeras editoriales fetiche tras despertar mi lectofilia la tercera semana de abril de 1995. Luego parece ser que ha cambiado su proyección profesional diversificándose más, pero en aquella época apostaba fuerte por el esoterismo, el ocultismo y el orientalismo. Todavía recuerdo con cariño su emblemática colección LA TABLA DE ESMERALDA.

   El tema tratado en este libro parece ser algo un tanto obsoleto más allá del mundo conspiranoico, aunque en su momento y durante unas dos o tres décadas tuvo su auge, convirtiéndose el trasfondo incluso en un fenómeno editorial que podríamos catalogar sin temor a equivocarnos como un género propio: el thriller pseudohistórico basado en la presencia ubicua del misterio y la resolución de enigmas, mediados por acertijos o criptogramas que van dando ciertas pistas que a su vez conducen a otros acertijos o criptogramas hasta el desenlace final, intercalando teorías conspirativas en la trama. La cumbre inaugural del género literario citado fue El código Da Vinci, del escritor estadounidense Dan Brown (nacido el 22 de junio de 1964), novela de misterio publicada por Random House en su sello Doubleday en abril de 2003 y que se convirtió en uno de los mayores superventas, con más de 79 millones de ejemplares vendidos en 44 idiomas. Luego se adaptó una versión cinematográfica hollywoodiense de título homónimo, que se estrenó en 2006, dirigida por Ron Howard e interpretada por Tom Hanks y Audrey Tautou. También derivó el asunto en una amplia cantidad de libros y películas muy emblemáticas, como las dos de National Treasure (traducidas en España como La Búsqueda) creadas por Disney y estrenadas en 2004 y 2007 respectivamente, extendiéndose en 2022 a una miniserie de una temporada y 10 episodios, aunque sin relación con ambas películas y sus protagonistas, excepto un pequeño e irrelevante cameo.

   El tema al que me refiero es el presunto misterio especulativo y legendario que rodea la pequeña población francesa de Rennes-le-Château, ubicada en el departamento de Aude, en el área del Languedoc, con apenas un centenar de habitantes. Su fama, conocimiento y renombre se debe a uno de los mayores poderes artísticos inventados por nuestra especie: el poder de la literatura y su capacidad para especular imaginando y (lo más importante) haciendo que los demás especulen e imaginen. Pocas cosas son tan absorbentes y gratificantes como el misterio. A un servidor le atrae desde siempre y parece ser que a una amplia cantidad de congéneres les pasa lo mismo o algo parecido. Pero el misterio se enfoca desde dos perspectivas opuestas: la ficción y el ensayo. En 1967 un escritor francés asociado al surrealismo artístico, Gérard de Séde (1921-2004), cuya extensa producción literaria quedó asociada a la pseudohistoria y las teorías conspirativas, publicó un libro sobre un presunto tesoro encontrado en Rennes-le-Château por un sacerdote de la segunda mitad del siglo XIX y párroco en esa población entre 1885 y 1909, llamado Bérenger Saunière (1852-1917). El libro, titulado originalmente L'Or de Rennes, fue un éxito de ventas tan grande que se reeditó varias veces con otros títulos, como Le Tresor Maudit de Rennes-le-Château en la edición de bolsillo, o Signe: Rose + Croix en la popular edición de 1977. De Séde fue el autor que dio el pistoletazo de salida a las infundadas pero amplias especulaciones sobre esta diminuta población y su párroco, atribuyéndole una riqueza que según las afirmaciones comunes compartidas por los presuntos autores interesados en el tema provendría, más o menos, de algún tipo de tesoro relacionado con órdenes o movimientos históricos como los templarios y los cátaros (en el caso más razonable) pero también con la presunta "sociedad secreta" inexistente del Priorato de Sión (en el caso menos razonable). Aunque todo ello no son más que afirmaciones infundadas y rechazadas de pleno por todos los historiadores e investigadores serios. Corrido el tiempo se demostró que el famoso Priorato de Sión (piedra angular de las especulaciones) tan cacareado por la mayoría de autores relacionados con el presunto misterio de Rennes-le-Château (y usado después por Dan Brown en su novela superventas como si fuera información histórica veraz que no es) era un invento fraudulento ideado por el dibujante y estafador francés de ideología ultraderechista Pierre Plantard (1920-2000) para presentarse como descendiente directo legítimo del rey franco merovingio Dagoberto II (652-679). Todo el engaño se remonta al 25 de junio de 1956, cuando Pierre Plantard y André Bonhomme registraron legalmente una nueva asociación llamada el Priorato de Sión (afirmando el propio grupo que Sión no hacía referencia a Israel sino a una montaña local). Se disolvió a los pocos meses, en diciembre de 1956. Para dar mayor credibilidad a la historia que pretendía legitimar a Plantard como heredero monárquico merovingio, tanto él como sus colaboradores (donde se suele incluir a Pierre Plantard como el escritor, a Philippe de Cherisey como el fabricante y a Gérard de Séde como uno de los principales cómplices) falsificaron una serie de documentos y pruebas que esparcieron por varios lugares de Francia, destacando los Dossiers Secrets en la Biblioteca Nacional de Francia. Debido a la repercusión pública que tuvo el caso, hubo incluso un proceso judicial entre 1993 y 1994 por cierto escándalo derivado de las afirmaciones de Plantard para perpetuar su engaño, que acabó demostrando, tras un registro domiciliario donde se requisaron muchos documentos (y la admisión del propio Plantard), que todo había sido un fraude sin más. La relevancia pública del fraude tuvo repercusión mediática a partir de 1982 cuando tres autores (dos británicos y un neozelandés) llamados Henry Lincoln (1930-2022), Michael Baigent (1948-2013) y Richard Leigh (1943-2007) publicaron un libro en la prestigiosa editorial británica Jonathan Cape, escrito en colaboración y titulado The Holy Blood and The Holy Grail (traducido en España como El enigma sagrado) donde se reproduce una investigación pseudohistórica inspirada en el libro de Gérard de Séde L'Or de Rennes, cuya línea argumental toma en serio la historia del Priorato de Sión como válida. Desde comienzos de la década de 1970 el escritor británico Henry Lincoln, que leyó el libro de Gérard de Séde, protagonizó una serie de documentales para la BBC donde habló por primera vez del tema al gran público, poniéndolo de moda (The Lost Treasures of Jerusalem de 1972; The Priest, the Painter and the Devil de 1974 y The Shadow of the Templars de 1979). Pero lo más importante para el caso llegaría con la publicación del libro citado más arriba y que Lincoln escribiría en colaboración con Baigent y Leigh.

   En 1988 (afirma Tim Wallace-Murphy en el prólogo a la edición de 2004) dos bibliógrafos contabilizaron unas 473 obras, ensayos y artículos, al margen de más de un millar de páginas en Internet, todas ellas dedicadas al misterio de Rennes-le-Château (página 12). La verdad es que, aunque siguiendo una línea especulativa con la misma falta de fundamento que las otras, el libro del matrimonio británico Fanthorpe es probablemente el más sensato y sobrio de todos, exceptuando el sesgo cognitivo como cristianos practicantes, especialmente por parte de Lionel Fanthorpe, que en 1992, cuando se publicó la primera edición original en inglés, era pastor anglicano de la Iglesia de Gales. A mi juicio se trata de un buen resumen sintetizado de todos los lugares comunes que desató la moda del supuesto misterio esotérico y conspiranoico presente en la pequeña población francesa, aunque sin ningún viso de realidad plausible más allá de una leyenda fabricada artificialmente por De Séde en 1967, divulgada por Lincoln entre 1972 y 1979, así como llevada al extremo especulativo más infundado por Lincoln, Baigent y Leigh (cuya hipótesis principal es que Jesucristo no murió en la cruz y sobrevivió exiliado en Francia, casándose con María Magdalena, para tener una descendencia que acabaría convirtiéndose en la dinastía francesa de los reyes merovingios) en 1982 y 1987 (al publicar la secuela de su primer éxito superventas, titulado The Messianic Legacy). Por descontado que el matrimonio Fanthorpe, como buenos cristianos practicantes, dedica el capítulo 4 de su libro, titulado EL AUTÉNTICO MENSAJE MESIÁNICO (páginas 97 a 110), a realizar una revisión crítica de la hipótesis planteada por Lincoln, Baigent y Leigh en sendos libros, desmontándola. Si bien la historia bíblica neotestamentaria de Jesucristo no tiene ni pies ni cabeza fuera del ámbito de la fe cristiana, la invención especulativa de Lincoln, Baigent y Leigh ya es el colmo de la imaginación fabuladora llevada al extremo. Pero, no obstante, Dan Brown todavía la llevó más lejos si cabe con su famosa novela que no solo no agotó el tema, sino que por el contrario volvió a renovarlo en 2003, derramando otra vez ríos exegéticos de tinta sobre los mismos enigmas y misterios presentados en un nuevo formato por la novela browniana.

   La premisa que fundamenta todas las especulaciones sobre Rennes-le-Château es presentada en la INTRODUCCIÓN AL MISTERIO (página 27): el cura Bérenger Saunière, nacido el 11 de abril de 1852, fue nombrado párroco de la población el 1 de junio de 1885. Poco después empezó a gastar dinero a gran escala. Aunque el matrimonio Fanthorpe reconoce inmediatamente después que "De las pruebas de las que hoy se dispone no se puede saber si encontró un antiguo tesoro, o si tuvo acceso a alguna forma de crear o de obtener dinero", no obstante solo ese hecho (gastar grandes cantidades de dinero poco después de obtener el puesto de párroco) es suficiente para inventar una serie de especulaciones delirantes. A ambos autores, a pesar del tratamiento sobrio y sensato que hacen del tema, no les cabe duda de que hay un claro misterio, aunque también barajan la posibilidad remota (a su juicio) de que no sea nada el asunto. En la siguiente página vuelven a reconocerlo: "El único hecho cierto es que Bérenger Saunière gastó gran cantidad de dinero". No hay más. De ahí vienen luego todas las fantaseadas propuestas, la principal de las cuales ha sido precisamente la más fraudulenta, inventada por Pierre Plantard y expuesta por primera vez por Gérard De Séde: "[...] ciertos mensajes codificados llevaron a Saunière a la búsqueda de un tesoro de oro, plata y joyas, ocultado en el cuerpo del rey Dagoberto II, en una cripta situada bajo la antigua iglesia" (página 28). Como si Saunière fuera Indiana Jones o Benjamin Franklin Gates III. De ahí que luego su apellido pasara a formar parte de un personaje en la novela de Dan Brown. No obstante el matrimonio Fanthorpe indica que se trata de una afirmación popular que si bien admisible presenta serias dudas. Otras hipótesis hablan del descubrimiento de tumbas antiguas donde, siguiendo las costumbres de la nobleza, se enterraba a los sujetos con todas sus joyas y adornos. Según esta especulación Saunière fue un ladrón de tumbas disfrazado de cura. Luego tenemos también otra no menos infundada especulación: que tras la caída de la fortaleza cuasi inexpugnable de Montségur a manos de los cruzados católicos en 1244, un puñado de cátaros huyera con "El tesoro de su fe" (página 29). Aunque nadie sabe (y el matrimonio Fanthorpe lo reconoce) en qué podía consistir ese presunto tesoro, la afirmación ahí está (por si acaso). Luego vienen ¿cómo no? los templarios y su hipotético tesoro. Como afirmaba el fabuloso semiólogo, filósofo y escritor italiano Umberto Eco (1932-2016) en su obra maestra El péndulo de Foucault: siempre que se habla de conspiraciones, sean las que sean, alguien saca a los templarios. Por descontado que los templarios no solo no podían faltar sino que el libro aquí reseñado los lleva adheridos al título, aunque luego prácticamente no aparecen en su contenido más que de forma secundaria residual. Pero la cosa no se detiene ahí y llega incluso a las fantasías alquimistas y rosacruces (otro fraude inventado en el siglo XVII). Aquí ya el delirio es sonrojante, con la piedra filosofal por en medio. En el caso del Priorato de Sión, el matrimonio Fanthorpe estuvo a medio camino entre la credulidad y el escepticismo. En 1992 estaba a punto de quedar todo el asunto aclarado pero los rumores del inmenso fraude que era no se habían confirmado todavía, así que los autores dejan la duda en el aire. También sacan a colación el antiguo Egipto, al legendario personaje Hermes Trismegisto y la posibilidad de que la Tabla de Esmeralda acabara por alguna misteriosa relación llegando a Rennes-le-Château. Sin comentarios. Pero también, ya que están puestos a barajar todas las especulaciones, hablan de "Un estudioso de magia [...] estaba seguro de que Saunière había realizado en secreto el ritual conocido como <la convocación de Venus>" (página 31). Rematando ya la cuestión dedicarán un breve capítulo entero (el octavo, titulado LA CONEXIÓN DE LOS HABSBURGO, páginas 223 a 232) a la posibilidad de que todo fuera una especie de negocio con la dinastía austrohúngara imperial de los Habsburgo, en base al ofrecimiento que Saunière les haría de una antigua reliquia religiosa encontrada en ese presunto tesoro cátaro-templario-merovingio descubierto por el párroco de Rennes-le-Château. 

   Parece ser que el matrimonio Fanthorpe se propuso escribir el libro más completo sobre la cuestión, no con la pretensión (a diferencia de la mayoría de autores) de dar una solución (que no existe) al hipotético misterio (que tampoco parece existir) sino de exponer de la manera más sensata, poco prejuiciosa y respetuosa todo lo que se había dicho hasta ese momento a lo largo de un cuarto de siglo, empezando por el entorno y la historia de Rennes-le-Château en los dos primeros capítulos (páginas 41 a 79). Luego hablan de los factores religiosos y teológicos (páginas 81 a 96), de líneas, santuarios y signos (páginas 111 a 138) e incluso se atreven a especular con ciertos códigos, cifrados y criptogramas en el sexto capítulo (páginas 139 a 174). Los mejores capítulos a mi juicio son los dos últimos, VISLUMBRES Y OJEADAS: IMPRESIONES DE ALGUNOS INVESTIGADORES DE RENNES CONTEMPORÁNEOS (páginas 261 a 278) donde revisan a Henri Buthion; a Henri Fathin; a Baigent, Leigh y Lincoln; a Paul Smith; a Stanley James; a Elizabeth van Buren; a Émile Saunière; a Robin, Herrera y Markale, así como las CONCLUSIONES (páginas 279 a 309).

   Encontré el libro la tarde del lunes 8 de julio de 2024 en una de las librerías París-Valencia. Me costó apenas 2,95 euros. El ejemplar estaba nuevo e intacto, junto con otros ejemplares, como salido de la imprenta. Era claramente un saldo sobrante de la segunda edición. Empecé a leerlo unos días después, intercalado con otras lecturas. Todas las mañanas he caminado un rato leyendo un capítulo. Al principio me conectó bastante pero pronto perdió fuelle tras empezar las especulaciones. Los tres primeros capítulos me gustaron y engancharon, pero a partir del cuarto fui desconectándome poco a poco. El noveno volvió a llamar mi atención pero sin duda que mi capítulo favorito fue el duodécimo y último, donde los autores exponen sus conclusiones.

jueves, 25 de julio de 2024

Un pseudodescubrimiento en la librería Atenea



Son las 18:03 del jueves 25 de julio de 2024 y acabo de salir de la librería Atenea de Orihuela, donde no puedo decir que haya hecho un nuevo descubrimiento literario bibliófilo por una sencilla razón: ya tenía visto el libro que me acabo de comprar desde hace una semana, la última vez que fui por allí. En ese momento me tocaba tomar una decisión y la decisión que finalmente tomé dejaba este libro fuera. Pero corridos unos días y tras presentarse la oportunidad he decidido comprarlo. Se trata de El planeta de los hongos. Una historia cultural de los hongos psicodélicos (Anagrama, Barcelona, 2024) de Naief Yehya (autor que desconozco por completo).


   Aunque el libro es barato (18,90 euros) todavía me ha salido más barato (16,90 euros) porque tenía un descuento acumulado. Es muy breve, apenas 212 páginas. Solo tiene un gran inconveniente nefasto: las tapas son de papel. Esta idea, que algunas editoriales han puesto de moda, como Libros del Kultrum (que por otra me fascina y es una de mis favoritas) tendrá sus motivos que acepto, pero es un sin vivir para los maniáticos obsesivos como un servidor, pues enseguida se estropean y envejecen fatal, con gran rapidez. Pero, bueno, en realidad puede más el contenido que el continente, por tanto he decidido comprarlo.

   He aquí un ejemplar de esos libros que llamo 'asegurados sin riesgo'. Me explico: 1. Es un ensayo; 2. Está publicado por ANAGRAMA (una de las mejores editoriales del mundo hispanoparlante) en la colección ARGUMENTOS (la colección especializada en ensayos que, como indica su web "[...] se recogen los más significativos autores contemporáneos en variadas disciplinas: crítica literaria, lingüística, sociología, antropología, ciencias políticas, psiquiatría, economía, etc., dando cierta prioridad a aquellas temáticas y corrientes de pensamiento más heterodoxas [...]") y 3. Trata uno de los temas que más me fascinan desde 1997: los psicodélicos o enteógenos. Ahora solo falta ver que tal es la pluma del autor, pero viendo la brevedad, los énfasis y el índice tan amplio, seguramente lo voy a leer de un tirón con ímpetu devorador, pues lo más motivador para mí ha sido el enfoque mckennaniano resonante desde el principio de la contraportada, lo cual no significa que el autor sea partidario ni siquiera afín a las excentricidades de McKenna, pero el hecho de resonar a uno de mis autores favoritos en psicodelia en general y triptaminas en particular, ya ha sido suficiente para despertar mi completo interés y atención.

   El último detalle a destacar es el particular olor que la librería Atenea le impregna a sus libros, supongo que salido del ambientador que usan. Voy caminando a casa mientras no puedo parar de oler sus páginas (en lugar de leer, que sería lo apropiado) embriagado, con una ebria euforia y el ataque de felicidad que me proporcionará en breve el comienzo de la lectura de este psiconáutico libro.

miércoles, 24 de julio de 2024

Cristóbal Serra Simó (1922-2012)



Cristóbal Serra Simó fue un maravilloso, inusual e irrepetible escritor cuasi desconocido, antólogo, traductor y erudito español de la segunda mitad del siglo XX.

   Nació en una familia burguesa el 28 de septiembre de 1922 en Palma de Mallorca y murió el 5 de septiembre de 2012 también en Palma de Mallorca (lugar del que apenas salió) tres semanas antes de cumplir los 90 años de edad, tras pasar los últimos cuatro meses de vida convaleciente y postrado en la cama después de una desafortunada caída. Su madre se llamaba Francisca Simó Alemany. Su padre era el médico Cristóbal Serra Carbonell. Fue el mayor de cuatro hermanos.

   Se trata de uno de los más creativos escritores ocultos de las letras hispanas, o como indica su antólogo, crítico literario, ensayista, profesor, doctor en Literatura Contemporánea y amigo personal Josep Maria Nadal Suau: "Cristóbal Serra [...] es uno de los grandes heterodoxos de la literatura española". Luego lo define a nivel literario como: "Heredero de la tradición satírica inglesa y del pensamiento filosófico de los presocráticos, cultivó todo tipo de géneros (fábulas, ensayos, relatos breves, aforismos), aunando como nadie erudición e imaginación, siempre con un trasfondo metafísico. El Apocalipsis, Lao-Tsé, William Blake o Henri Michaux son referencias constantes que conviven en su obra con el apasionado cultivo de la asnología, una inventada ciencia humorística que reivindica el papel estelar del jumento en la historia".

   Según Nadal Suau tuvo una infancia feliz y solitaria que ya apuntaba maneras. Pasó más tiempo en la casa de sus abuelos que en la de sus padres. Pero esa felicidad proveniente de la inocencia infantil que lo ve y experimenta todo por primera vez y sin prejuicios se truncó en la adolescencia, pues poco antes de cumplir los 14 años de edad estalló el fratricida conflicto bélico conocido como Guerra Civil española (1936-1939). Sus recuerdos asociados literariamente a la guerra se plasman en su obra como el horror en la mirada de un niño, pero al mismo tiempo parece ser que despierta su pasión lectora bajo los ataques aéreos. También sufrió tuberculosis en esa época y durante varios años hasta su curación, que le aislará entregándose a la lectura en el pueblo de Andratx, municipio de Mallorca. Allí se formará su mundo literario particular, gracias al párroco que le aproximará lecturas religiosas y una amistad peculiar con dos mujeres mayores, una francesa y otra inglesa, que le enseñarán sus respectivos idiomas.

   Estudió Derecho en las Universidades de Barcelona y Madrid, pero, al parecer, no le entusiasmó demasiado. Fue compañero de promoción del futuro político, diplomático y profesor universitario español Manuel Fraga Iribarne (1922-2012), pero, según nos cuenta Nadal Suau, no establecieron amistad. Demostró un pésimo talento para la vida práctica (algo con lo que simpatizo profundamente a nivel personal) estableciéndose en Palma de Mallorca para obtener trabajos esporádicos como conserje nocturno de un hotel, redactor de hojas turísticas o corrector de cartas comerciales. Intentó obtener una plaza de traductor en la sede suiza de la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, pero no consiguió el puesto. Fue su única experiencia vital en el extranjero. Buscando evitar por todos los medios el ejercicio de la abogacía, se licenció estudiando a distancia Filosofía y Letras en la Universidad de Valencia. De esta manera sí consiguió trabajar como docente durante décadas, enseñando idiomas, pero a pesar de los recuerdos que tienen sus alumnos de un profesor caótico, fue un gran Anónimo Sin Nombre. A veces escribió algún artículo periodístico por encargo pero no era muy afín al periodismo, pues lo veía como una forma de servidumbre.

   En el aspecto sentimental parece ser que solo hubo una mujer en su vida: Joaquina Juncà, que Nadal Suau la define como "Una mujer culta e independiente, bastante mayor que él. Bibliotecaria de carrera, le gustaban la música, la pintura, la lectura y la traducción". No se casaron ni tampoco convivieron, pero su relación nunca se rompió del todo. Ella murió en agosto de 1999.

   La característica literaria principal de Cristóbal Serra como escritor (y muy destacable a mi juicio) es que escribió y publicó poco: tiene 35 años cuando ve la luz su primer libro, en 1957, y tardará ocho años en ver la luz el siguiente, en 1965. Era bastante alérgico a los escritos demasiado extensos y no le despertaba simpatía alguna las novelas largas (las llamaba "libros pisapapeles"). En 1987 se jubila de la enseñanza siendo un escritor que ha publicado a sus 65 años de edad apenas 6 libros propios, aunque su trayectoria como traductor y antólogo, vuelve a contarnos Nadal Suau, es prestigiosa. En ese momento ha cultivado fama de secreto, exquisito, minoritario. No podría estar más de acuerdo con esa valoración. Parece ser que despertó un interés entre anarquistas universitarios, tras aparecer su segundo libro en la celda del anarquista y antifascista español Salvador Puig Antich (1948-1974), uno de los últimos ejecutados por el régimen franquista. Se carteó con varias personalidades de la literatura, como el poeta, ensayista y diplomático mexicano Octavio Paz Lozano (1914-1998) ganador del Premio Cervantes en 1981 y el Premio Nobel de Literatura en 1990; el escritor español José Bergamín (1895-1983); el poeta, ensayista, epigramista y traductor español Carlos Edmundo de Ory (1923-2010); el poeta, prosista, crítico literario y traductor español Pere Gimferrer Torrens (nacido en 1945); la editora hispano brasileña Beatriz de Moura (nacida en 1939), fundadora de la prestigiosa editorial Tusquets Editores y directora durante más de cuatro décadas; o el poeta y ensayista español Juan Larrea Celayeta (1895-1980) entre otras personalidades. Pero al no estar dispuesto a abandonar su isla eso dificultó una proyección pública que tampoco nunca buscó. El hecho de que no cayera en el olvido durante los años 80 del siglo XX fue gracias a una serie de intelectuales isleños que no solo lo frecuentaron sino que también lo reivindicaron: Basilio Baltasar, Carlos Garrido, Eduardo Jordá, José Carlos Llop o Rosa Planas. En los años 90 Baltasar, reconvertido en editor, pondrá su editorial recién fundada, Bitzoc, al servicio de Serra por suerte, publicándole 4 libros.

   La extensa vejez tras la jubilación traerá un irrefrenable impulso creativo en la recta final de la vida serriana. En 2006, la Universidad de las Islas Baleares le concede el doctorado Honoris Causa, con una ceremonia que acaba con una lección magistral, siendo el cierre perfecto de su obra, según nos sigue contando Nadal Suau para cerrar el apartado biográfico de Cristóbal Serra.

   Considerado inclasificable pero sin traicionarse a sí mismo, otro aspecto que me fascinó de Serra fue el comienzo de cada libro suyo, escrito a mano, con caligrafía impecable, en cuadernos de espiral o folios de colores. Nada me parece más auténtico, genuino y literario que esta faceta serriana también compartida (salvando las obvias distancias) por un servidor. Pero el principio fundamental que guiaba la pluma de Serra era burlar los géneros y sus convenciones. Parece ser que le gustaba presumir de la dificultad que implicaba catalogar sus obras. Otra cosa que me fascina de él es que jamás se cansó de repetir que nunca escribiría una novela y no lo hizo. Tenía un exquisito gusto por la brevedad y eso le acercó al aforismo. Otra curiosidad en esta línea señalada por Nadal Suau es su inventiva literaria. Entre otras cosas se inventó un género al que llamó nótula, que consiste en un escrito muy breve y a medio camino entre un aforismo y una nota. También fue un principio importante en su trayectoria la contradicción. Creó personajes sui géneris y emblemáticos, como Péndulo o Augurio Hipocampo, pero simultáneamente inventó un lugar surrealista e imaginativo como pocos: Cotiledonia y sus singulares habitantes. A lo largo de medio siglo escribió al margen de modas, acontecimientos históricos, cambios políticos de régimen o prestigios sociales. Algo nada fácil y bastante inusual si observamos las trayectorias de los escritores. Pero para la mayoría de lectores su nombre se asoció injustamente con la faceta del magnífico antólogo y traductor que era, faceta desempeñada a la perfección en prestigiosas editoriales como Barral, Seix Barral, Tusquets o Júcar.

   Descubrí a Cristóbal Serra Simó hace apenas dos semanas. Fue el miércoles 10 de julio de 2024 en la librería Bangarang de Valencia. Allí tropecé por suerte con EL VIAJE PENDULAR. Antología definitiva. Edición a cargo de Nadal Suau. Publicado por la editorial WunderKammer en septiembre de 2022, decidí comprar el libro tras leer la contraportada. Por descontado que desconocía por completo la vida y obra de Serra. Todavía estoy leyéndolo y releyéndolo perplejo. Ha pasado a convertirse en uno de mis autores favoritos sin duda.

   La información usada en esta entrada está extraída mayoritariamente de la introducción a la antología serriana definitiva, escrita por Nadal Suau bajo el título Una flecha elegida (páginas 13 a 48).

martes, 23 de julio de 2024

Literofobia o lectofobia: una reflexión inicial sobre el sistema educativo

No parece caber mucha duda sobre la importancia evidente que tiene la educación a nivel histórico, concretamente en lo que se refiere al alfabetismo, pero desde la ignorancia profana que me caracteriza (pues solo estudié hasta obtener el graduado escolar) llevo unos cuantos años observando perplejo algunas derivas ideologizadas (o al menos eso percibo, en parte debido a ciertas lecturas de la última década) que da la impresión, están polarizando de una manera sectaria las universidades, especialmente en el sistema educativo estadounidense, aunque también parece ser que afecta a los sistemas educativos europeos. Al no ser un entendido ni especialista en el tema, únicamente me hago preguntas para indagar en una cuestión que me parece de lo más interesante (aunque también preocupante en parte): ¿sería posible que los sistemas educativos académicos estuvieran generando desde hace tiempo literofobia o lectofobia? No tengo ni idea sobre la posible respuesta pero recuerdo muy bien que en mi breve época de estudiante en la Enseñanza General Básica o EGB desarrollé un odio visceral por la lectura y el hecho de tener que estudiar un contenido para memorizarlo, vomitarlo en exámenes periódicos y luego olvidarme de ello por completo. ¿Podría la enseñanza académica estar equivocada tal y como se presenta? ¿Es adecuada, por ejemplo, la hiperespecialización reinante o es a lo mejor un tanto contraproducente? Son preguntas que me hago para reflexionar, pues tres años después de finalizar mi breve "carrera" académica se despertó en mí una irrefrenable literofilia o lectofilia apasionada, al tener unos primeros contactos positivos con ciertos libros, elegidos de manera voluntaria por intereses personales asociados (y no por motivos forzados que otros eligieron hablando presuntamente en mi nombre) a finales de 1994, siendo apariciones puntuales e inesperadas que me abrieron un nuevo camino desconocido hasta entonces, el camino del autodidactismo. ¿Será adecuado ese camino o se trata más bien de una equivocación? Y otra pregunta dejo por aquí para la reflexión, que me parece de lo más pertinente: ¿Cómo es posible que en el momento histórico actual, en el que hemos alcanzado (se supone) la mayor educación generalizada en occidente (obligatoria hasta cierta edad), la alfabetización completa y tenemos todos los conocimientos, además de la cultura al alcance de un clic, parece que seamos más incapaces, más idiotas, más ignorantes, más maleducados, más fanáticos, más conspiranoicos y más incultos que nunca? ¿Será una percepción errónea mía? ¿Será un sesgo cognitivo falaz por mi parte? ¿Acaso estoy equivocado? Algunos especialistas apuntan en sus libros que gran parte del problema proviene del modelo de negocio escogido e implantado por Silicon Valley. El ejemplo más emblemático sería LAS REDES DEL CAOS. La historia secreta de cómo las redes sociales empobrecen la mente y erosionan el mundo (Península, Barcelona, 2024) de Max Fisher. Pero, no obstante... ¿He ahí el verdadero problema o solo la parte más actualizada del problema, que va mucho más lejos y arraiga en la esencia de lo que nos hace humanos, junto con un planteamiento vital a nivel educativo que (tal vez) pueda estar equivocado?

lunes, 22 de julio de 2024

Mis últimas adquisiciones

El libro más reciente que adquirí es ÁNIMA. La vida y la muerte del alma (Paidós, Barcelona, 2024) de Michel Onfray. Lo compré en la librería Atenea de Orihuela (Alicante, España) el pasado viernes 19 de julio de 2024, es decir, hace 3 días. Todavía estoy leyéndolo (voy por la página 191).

  Hace once años que vivo en la literaria ciudad alicantina de Orihuela, lugar de nacimiento y vida del poeta y dramaturgo español Miguel Hernández (1910-1942). Siempre que he pasado varios años residiendo en un lugar lo primero ha sido localizar mis librerías habituales. En el caso de Orihuela tengo como referencia las dos principales: Códex y Atenea.

   En la actualidad ya no compro libros como en el pasado, pues la situación actual es precaria y acuciante, viviendo una etapa vital donde primero necesito reubicarme correctamente, tras un tránsito inesperado acogido en una vivienda familiar desde el 19 de mayo y que muy posiblemente se extenderá hasta noviembre. Pero solo se trata de un "reinicio" vital (pues concibo y experimento la vida como etapas que dan comienzo y finalizan cuando ha llegado el momento de pasar a otra cosa y "reinventarse").

   De todas formas hace dos semanas estuve de vacaciones veraniegas (por decirlo de alguna forma) en la provincia de Valencia unos días. Entre el 8 y el 10 de julio me compré 18 libros en total (9 nuevos y 9 viejos o de saldo).

   El primer lugar donde paré fue Alicante. Suelo (o solía) ir a menudo a la capital de provincia donde resido para tener mayores opciones. Allí establecí cinco lugares emblemáticos y cercanos: la Fnac Bulevar, la Casa del Libro, el Ateneo, la tienda de ECC Cómics y la librería 80 Mundos. El 20 de septiembre de 2021 dio comienzo una etapa vital que llamé bibliofiliadictiva. Consistía en la compra masiva de libros. Se extendió hasta el 29 de diciembre de 2023 (aunque hubo una sesión aislada el 15 de abril de 2024) y era mayoritariamente en los cinco lugares reseñados (incluyendo también Códex y Atenea de Orihuela pero en menor medida). Compré 4 libros en 80 Mundos y 1 libro en la Fnac Bulevar, a saber: AUTOBIOGRAFÍA DE UN BÚFALO PARDO (Dirty Works, Barcelona, 2016) de Óscar Zeta Acosta (1935-1974); El perro espectral. Investigadores de lo oculto (La biblioteca del laberinto, Miraflores de la Sierra, 2016). Una selección de Francisco Arellano (VV. AA.); UNKNOWN (1939-1943) (La biblioteca del laberinto, Miraflores de la Sierra, 2016). Una selección de Francisco Arellano (VV. AA.); LA VERDAD SIN FIN. EXPEDIENTE X (Diltando Mentes Editorial, Ondara, 2023) de Sara Martín Alegre; y Vibrando Alto. La ley de la atracción puede cambiar tu vida (La Esfera de los Libros, Madrid, 2024) de Eira Scheper.



   El segundo lugar donde paré fue en una de las cuatro magníficas librerías París-Valencia, situada en el centro de la capital valenciana.


   Allí me compré 6 libros (2 nuevos y 4 de saldo), a saber: Krishnamurti íntimo. 1.001 comidas con K. (Kairós, Barcelona, 2005) de Michael Krohnen (1943-2023); El secreto de Rennes le Château y el misterio del tesoro de los Templarios (Edaf, Madrid, 2005) de Lionel y Patricia Fanthorpe; El Arte del Guerrero (Gursel DiartGroup, Madrid, 2006) de Robert L. Spencer; ¿SOMOS INMORTALES? La visión de la ciencia sobre la vida después de la muerte (Kairós, Barcelona, 2009) coordinado por Anthony Peake; Reality transurfing. CÓMO DESLIZARSE A TRAVÉS DE LA REALIDAD (Obelisco, Rubí, 2023) de Vadim Zeland; y JONESTOWN. Jim Jones y la secta del Templo del Pueblo (Akal, Tres Cantos, 2024) de Lucía Marí Bernabé (@Araknne).


   El tercer lugar donde paré fue en la librería Bangarang de Valencia un par de días después. Descubrí esta interesante librería especializada en cómics, que se presenta como algo más que una mera librería, siendo un interesante espacio cultural que apuesta por las vanguardias no solo literarias sino artísticas. Me sorprendió de grata manera la clasificación de los libros, por editoriales, no por temas y en especial fue de muy buen gusto encontrar un amplio catálogo de editoriales que me fascinan, como WunderKammer o La Felguera.


   Únicamente pude comprar dos libros (los que más llamaron mi atención), a saber: EL HECHICERO DE MEUDON (WunderKammer, Terrades, 2019) de Éliphas Lévi (1810-1875); y EL VIAJE PENDULAR. Antología definitiva (WunderKammer, Terrades, 2022) de Cristóbal Serra (1922-2012) con edición a cargo de Nadal Suau.


   El cuarto y último lugar donde paré tras visitar Bangarang fue una librería Re-Read de bajo coste que hay muy cerca. Por apenas 12 euros cerré esta reciente e intensa experiencia cercana a la bibliofiliadictiva, comprando los últimos 5 libros, a saber: LA ATLANTIDA BAJO EL CONOCIMIENTO ESOTERICO. ANKOR EL DISCIPULO (Nueva Acrópolis, Valencia, 1980) de Jorge A. Livraga Rizzi (1930-1991); Los círculos de piedra (Ediciones B, Barcelona, 1998) de Joan Dahr Lambert; EL GRIAL SECRETO DE LOS CÁTAROS. LA HISTORIA OCULTA DE UN LINAJE (EDAF, Madrid, 2002) de Joaquín Javaloys; EL SECRETO del Temple. DESCUBRA LAS CLAVES DE UN ENIGMA HISTÓRICO (EDAF, Madrid, 2007) de Oddvar Olsen con Lynn Picknett, Robert Lomas y Stephen Dafoe; y La magia oculta (DiQueSí, Madrid, 2018) de Anabel Botella.



domingo, 21 de julio de 2024

Da comienzo una nueva aventura bibliófila (introducción y declaración de intenciones)



Hace 29 años se despertó en este Anónimo Sin Nombre la pasión por la lectura. Desde entonces ya no he parado de comprar y leer libros casi a diario. 

   Mi vida personal en el maravilloso (e incomparable) anonimato sin nombre cotidiano ha terminado teniendo un sentido y significado único, construido gracias a la lectura de libros.

   No creo que la vida tenga sentido ni significado per se. Somos nosotros (los humanos) quienes nos dedicamos (entre otras cosas) a dárselo. Pero solo es un punto subjetivo de vista. 

   Desde hace muchos años no concibo la vida sin la lectura. Por descontado que me refiero a la lectura de libros impresos en papel. A mi juicio nada ha superado a Gutenberg en estos menesteres. No concibo la lectura de libros electrónicos ni formatos digitales aunque lo he intentado varias veces en la última década. Aunque también lo he intentado en varias ocasiones, tampoco me gusta coger libros prestados en las bibliotecas públicas municipales. Supongo que se trata de las manías particulares (sí, esas que, dicen, no curan los médicos) de un bibliófilo. Pero tampoco tengo un apego por los libros, pues me gusta ir ligero de equipaje a todos los sitios (puesto que soy un nómada errante sin domicilio fijo).

   Aclarando las cosas sobre mi proceder, comentar que soy un apasionado incondicional de las primeras ediciones; me fascinan sobremanera los libros nuevos; soy muy obsesivo con el estado perfecto de los libros que compro; aunque un libro pueda absorberme y atraparme hasta casi devorarlo, difícilmente lo lea una segunda vez (a menos que pase tiempo y me haya dejado un buen recuerdo); soy alérgico a la acumulación excesiva: prefiero deshacerme de un libro y volver a comprarlo más adelante, a menos que lo considere una obra maestra; mi escueta biblioteca personal se renueva cada cierto tiempo y va pautada por etapas vitales; nunca suelo despreciar ningún tema en particular, pero mis lecturas dependen de las apetencias y necesidades que tenga en cada etapa vital; la literatura de ficción no es mi fuerte, así que, a pesar de leer novelas y relatos, me decanto mucho más por la literatura de no ficción, ensayos en particular; amo lo raro, lo extravagante, lo diferente y siempre busco libros que me aporten ideas, pensamientos o reflexiones originales (bajo mi criterio); odio por completo el mundo editorial y su funcionamiento interno y comercial, pero simultáneamente lo amo porque me proporciona la base fundamental que necesito para dar sentido y significado a mi vida (es una historia clásica de amor-odio); mi mayor placer es leer caminando (algo que sorprende a todo el mundo) pero también me gusta leer acostado en la cama; suelo empezar la lectura de varios libros a la vez y los voy alternando según la conexión o desconexión que tenga a nivel personal en ese momento con lo leído; siempre leo un libro hasta la página 100, si a partir de ahí sigue interesándome la lectura del contenido continúo adelante hasta el final (la mayoría de las veces termino pero otras muchas me quedo a la mitad); nunca pierdo la curiosidad por descubrir nuevos autores (o autores desconocidos para mí), editoriales independientes, temas sobre los que todavía no he leído, etcétera; odio profundamente las ediciones baratas de bolsillo (con alguna excepción); jamás me rijo por los criterios profesionales de la crítica literaria especializada (aunque los tengo en cuenta sin condicionarme): o bien un autor y su libro me conecta a diversos niveles de intensidad o bien no lo hace a nivel alguno y por tanto mis valoraciones siempre son personales y subjetivas, basadas en lo que me ha hecho sentir y vivir tanto el libro como su autor.

   Como Anónimo Sin Nombre soy nada y nadie: no tengo estudios de tipo alguno. Mi trayectoria académica se detuvo hace 32 años tras obtener a duras penas el graduado escolar. No tengo trabajo remunerado, ni oficio ni beneficio. Mi dedicación a tiempo completo es la lectura. Por tanto no soy un crítico literario ni un periodista especializado. Lo compartido aquí solo son opiniones personales de un bibliófilo que dedica su vida a leer libros y escribir esas opiniones.

  Me declaro salvaje y sin identidad. En todo caso podría ser perfectamente (tal vez) el vagabundo ilustrado.

   Así da comienzo esta aventura literaria, donde tengo la intención de compartir mis dos mayores aficiones a las que dedico una existencia en plenitud: leer y escribir.