Colaboración a dúo entre el eminente escritor, crítico literario, guionista de cómics y catedrático de literatura francesa español Antonio Altarriba Ordóñez, nacido en 1952 en Zaragoza, Aragón, España y el mítico ilustrador español Joaquim Aubert Puigarnau, nacido el 10 de noviembre de 1941 en Barcelona, Cataluña, España y más conocido como Kim, miembro fundador de la más popular y longeva revista satírica patria, 'El Jueves', creador de la serie de historietas 'Martínez el Facha', publicadas entre 1977 y 2015 (aunque desde 2017 sigue teniendo alguna que otra aparición), donde destaca un tipo especial de ilustración en blanco y negro caracterizadora de sus personajes e historietas.
Mi ejemplar es una sexta edición publicada en agosto de 2022. La primera edición original fue publicada en 2016 por Norma Editorial, una de las mejores y más importantes editoriales independientes españolas especializadas en noveno arte, como díptico, desde ese mismo año 2016, del cómic complementario EL ARTE DE VOLAR, escrito por Altarriba e ilustrado por Kim. Desde entonces ambos se venden juntos en una caja especial.
El cómic tiene 262 páginas repartidas en una introducción, 4 partes tituladas y fechadas, así como un epílogo del propio autor.
Se trata del mismo proyecto, complementario, que llevó a cabo con la vida de su padre 7 años antes, aunque en este caso está centrado en su madre, Petra Ordóñez (1918-1998).
Si bien EL ARTE DE VOLAR es, como dije en la reseña anterior, una obra maestra del noveno arte a mi juicio, un cómic complejo y de madurez que hace múltiples conexiones y se puede leer en diversas direcciones, EL ALA ROTA es, en principio, un complemento que se le ocurre reflexivamente al autor, como nos cuenta en el epílogo, cuando una mujer que asiste, a finales de 2011, a la presentación de EL ARTE DE VOLAR, le pregunta por su madre.
Es entonces cuando Altarriba se cuestiona, gracias a esa significativa pregunta, el papel secundario y con impresión un tanto equívoca que había tenido su madre en la narración anterior, centrado el trasfondo en una historia de ideales políticos épicos ensoñados, pero totalmente irreales, en torno a una romantización libertaria nacida a mediados del siglo XIX (el anarquismo) e intentada llevar a cabo en las primeras décadas del siglo XX, destacando una España subdesarrollada y anclada en un pasado ultraconservador retrógrado, que acabó en una épica tragedia muy real, encarnada por el padre del autor como arquetipo que también encarnó una parte significativa de aquella sociedad.
De esta manera, es más fácil escribir una obra maestra literaria que enganche y atrape al lector, pues tiene todos los ingredientes necesarios, que solo necesitarán ser hilados por una pluma sensacional, como sucedió con EL ARTE DE VOLAR. Pero entonces, un Altarriba reflexivo y excelente, se da cuenta de que no puede dejar las cosas así: "La primera evidencia, confirmada con el paso de los meses, es que, al menos narrativamente, había sido injusto con ella. La figura de mi madre no merecía el tratamiento que le daba en el cómic, contrapunto beato y frígido de la trayectoria épico-rebelde-trágica de mi padre" (página 257). Y por tanto, se pone "manos a la obra".
Si bien en principio puede ser difícil apreciar correctamente una obra complementaria a un punto de inflexión comiquero como es (para mí y para muchos) EL ARTE DE VOLAR, no obstante todo dependerá al final de la mirada que apliquemos a su lectura, pues EL ALA ROTA no se puede (ni se debe) leer desde el condicionamiento establecido por la lectura de EL ARTE DE VOLAR. Es un cómic independiente por completo, igual o incluso más fascinante si cabe, dependiendo de la lectura e interpretación que hagamos. Porque, a pesar de aparentar ser la contrapartida del anterior, en realidad no lo es.
La vida de Petra Ordóñez no tiene la aparotosidad vistosa y externalizada de la vida de Antonio Altarriba Lope, pero no es menos épica, aunque desde la discreción y el silencio, el anonimato sin nombre, escenificando a la perfección los clichés y lugares comunes que se esperaba social y culturalmente de las mujeres, tal vez desde el principio de la historia y desgradacidamente hasta tiempos demasiado recientes (cambiando eso por fortuna no hace tanto como sería de desear).
Pero en ella no veo la importancia dada por una cultura judeocristiana (también musulmana) a los valores de la virilidad, que suelen implicar egocentrismo, narcisismo, exhibición, grandilocuencia; infantilismo, al fin y al cabo, según mi parecer. Y sin duda, fragilidad, una soterrada, ocultada y disfrazada verdadera debilidad en el trasfondo, como podemos apreciar en la trayectoria de Antonio Altarriba Lope en EL ARTE DE VOLAR. En ella, a pesar de las apariencias católicas en las formas, por ser la imposición religiosa predominante y condicionante, veo la esencia del taoísmo filosófico chino, cuyos valores no exaltan el hacerse notar con tragedias épicas dignas de la literatura y el cine, que solo conducen a la desgracia, la infelicidad y el tormento autoinfligido, sino el saber vivir de verdad, pasando lo más desapercibida posible, pero dejando un legado de sabiduría, elegancia y sobriedad.
Como dije, afortunadamente las cosas han cambiado sustancialmente en las últimas décadas (y siguen cambiando, como no podía ser de otra forma). Por eso me ha parecido incluso mejor EL ALA ROTA en esta relectura no tan condicionada por EL ARTE VOLAR, como me sucedió en otras lecturas anteriores, que me impidieron apreciar la segunda parte del fundamental díptico en todas sus dimensiones (no creo posible leer la primera sin la segunda). He visto todo lo que había sido incapaz de ver con anterioridad y la verdad, EL ALA ROTA no me ha dejado ni pizca de desasosiego. Todo lo contrario, a diferencia de lo que sigue ocurriendo con EL ARTE DE VOLAR. Ahora mismo he desarrollado un gran aprecio por la figura de Petra Ordóñez y lo que representa, mucho más allá de los clichés, estereotipos y desproporciones que las mujeres tuvieron que vivir en aquella rancia, turbia y gris época (mucho antes, durante y después). Menudo "monstruo" y "mala bestia" del noveno arte y la mejor literatura tenemos en España con Antonio Altarriba Ordóñez.







Esté no me llamó mucho la atención, de los dos, recomiendas más el de ayer no? Como comentas que El ala rota es más un complementario.
ResponderEliminarEn origen sí, es un complemento que se le ocurrió al autor durante una gira de presentación del anterior. Narra la vida de su madre, al igual que el primero lo hace de su padre. A mí me encanta, aunque es cierto que no tiene la intensidad ni la valoración crítica del otro, considerado unánimemente como una de las mejores obras del noveno arte patrio. Ambos son fundamentales a mi juicio, pues forman parte de un díptico desde que se publicó este, pero si tuviera que elegir solo uno, sí, efectivamente elegiría 'EL ARTE DE VOLAR'. No obstante, a pesar de ser complementario en principio, 'EL ALA ROTA' también se lee como obra independiente y con méritos propios. En tu caso, ya que la caja del díptico vale 50 pavos, me aseguraría primero 'EL ARTE DE VOLAR' y si te gusta, te conecta y te hace vivir todo lo que nos ha hecho vivir a no pocos lectores, entonces me plantearía más adelante pillarme 'EL ALA ROTA'.
EliminarMuchas gracias, que bien que he visto su blog a tiempo, justo hoy voy a pedir 'El arte de volar', así compro los dos juntos. Me parecen muy interesantes ambos.
ResponderEliminarSí, aunque se pueden comprar por separado, no obstante, desde 2016 forman parte de un díptico que viene en una caja. Ahí podemos ver las diferencias entre cómo vivimos nuestras vidas según las decisiones que tomamos y actitudes que adoptamos, incluso en un mismo contexto histórico. 2 obras de gran madurez reflexiva y sin ninguna relación con un mero entretenimiento para pasar el rato. No se arrepentirá. Es el claro ejemplo de que el noveno arte tiene gran relevancia importante por derecho propio, a la altura de la mejor literatura si sabemos elegir y no algo inferior, solo para adolescentes, como durante mucho tiempo se pensó.
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